La noche anterior logré dormir, y fue gracias a Nicolás. Él se quedó en una silla a mi lado, al borde de la cama sosteniendo mi mano, no puedo creer que él se preocupe tanto por mí. Solo Nicolás se quedaría despierto toda la noche para cuidarme, a veces Nicolás es bipolar, y cuando revela su lado malo, no pasa mucho tiempo para que se arrepienta y sea el doble de tierno. Gracias a su dulce acto de sostener mi mano mientras duermo, por primera vez en tres meses dormí plácidamente sin ninguna pesadilla.
Unos murmullos me despertaron. Eran dos voces hablando de algo, me cuesta un poco abrir completamente los ojos debido a la fuerte luz del sol. Pude distinguir la voz de Nicolás, sonaba cansado y molesto, también pude oír la voz de Lucas. Le decía algo sobre calmarse, resistirse a algo, y no herirme.
La cálida y suave, mano de Nicolás aún sostenía la mía, que era más pequeña que la de Nicolás. Definitivamente mi querido Nicolás tiene manos grandes, pero me gusta.
-- Más te vale controlar a tu amigo -Le dijo Lucas- Porque si la lastimas, te asesinaré
-- eso intento... -Masculló Nicolás
-- nada de intento. Tienes que controlar al mini Nicolás. Porque si no lo haces lo corto
-- no es un mini Nicolás, es una anaconda-Rió
-- Solo controla a tu amigo...
Me removí de la cama y ambos chicos fijaron su atención en mí. Nicolás al verme despierta me regala una sonrisa
-- Buenos días mi amor -Dijo Nicolás besando mis párpados
-- Iugh! La cursilería comenzó. Mejor los dejos solos -dijo Lucas asqueado
-- Solo esta celoso de nosotros -dijo Nicolás repartiendo besos por todo mi rostro
-- Creí que debías ir a trabajar hace horas -dije levantándome de la cama
-- ¿y dejarte sola? No lo creo
Nicolás aún estaba sentado en la silla, y me acerco a él. Ahora es Nicolás quien se ve cansado y con ojeras. Acaricio su mejilla sintiéndome mal, culpable y como una desconsiderada, me gustaría que todo esto acabe de una vez.
-- Perdóname, ángel. En serio lo siento mucho
-- ¿Por qué te disculpas? Debería ser yo la que debería sentirlo por ser tan desconsiderada, y dejarte que me cuides toda la noche
-- el único que debe sentirlo soy yo, no tú. Ayer te grité y mira cómo te dejé el brazo, todo morado y fue solamente mi culpa
No había notado que mi brazo tenía la marca de los dedos de Nicolás, ayer cuando había perdido la cordura, él tomó muy fuerte mi brazo para llevarme al cuarto. Pero nunca noté las marcas o el tono morado en mi brazo
-- Nicolás... -dije, sé que no lo hizo intencional y solo fue algo que por su enojo no se dio cuenta de la presión o fuerza con la que sostenía mi brazo
-- Yo solo tenía miedo -suspiró- Mucho miedo. El tan solo pensar que te alejarás de mi lado me mata. Tú eres todo y lo único que tengo, jamás comprenderás lo que significas para mí, te amo demasiado. He llegado a un punto donde me he dado cuenta que eres mi todo, te necesito más que al aire. No soporto la idea que te alejen de mi lado -Dijo entre dientes y poco a poco su voz se iba quebrando- Sé que no soy el mejor hombre, ni el mejor esposo. Pero te amo más que a nada, eres lo único a lo que amo. Alguien quiere alejarte de mi lado, y sabe que sin ti a mi lado, se acabarían mis deseos de existir. Perdóname por ser un imbécil, yo solo entré en pánico y por alguna extraña y estúpida razón refleje mi miedo con enojo, lo peor de todo es que me descargué contigo. Perdón mi amor, no quiero que me vuelvas a ver como ayer en la noche, vi en tus ojos que me temías. Y no quiero que me temas, me haces sentir como un monstruo. Tal vez si soy un monstruo -gruñó- Más bien soy un maldito monstruo que se ha enamorado de un bello ángel.
Sin decir nada más me toma de la cintura y me obliga a sentarme en sus piernas, toma mi rostro entre sus manos y me besa. Acaricia mis labios tan suavemente, nuestros labios se mueven a un compás, es un beso muy lento pero mi corazón late muy rápido como si fuera la primera vez que besara. Deseo con toda el alma que Nicolás pudiera sentir este beso porque puedo sentir todo su amor reflejado en este beso.
Lo que me dijo Nicolás me ha dejado sin respiración, sé que él me ama. Pero no sabía que me amara a tal grado, soy todo y lo único que el ama. Me dijo todo de una forma tan sincera, sin dudarlo y muy profundamente. No sé qué responderle a algo como eso. Yo amo a Nicolás con toda mi alma, pero nunca podría expresarlo con palabras, soy muy mala en eso. Pero Nicolás si es bueno expresando lo que siente por mí, con dulces y profundas palabras. Y no la primera vez que lo hace
-- No eres un monstruo Nicolás. Y yo no soy un ángel
-- Claro que si lo eres. Y el más hermoso de todos. Nunca he visto ángeles. Pero sé que son como tú. Eres un ángel, ¿Porque te has enamorado del monstruo más malvado de todos?
-- Porque soy un ángel masoquista -le dije y el rió
-- nunca comprenderé como es que te has enamorado de mí. Y me has seguido amando con los años a pesar que te he hecho mucho daño. ¿Por qué ángel?
-- Ya te lo dije. Soy un ángel masoquista
-- te amo mucho. Mi Pequeña -me besó nuevamente jugando y acariciando mis labios con los suyos, toma mi nuca y me acerca más a él y mordisquea cariñosamente mis labios, al separarse de mi deja un suave beso en mi mejilla
-- ¿Puedes dormir? Tan solo un poco, estás cansado. Yo estoy bien
-- El idiota quiere alejarte de mi cuando yo duerma. No le daré la oportunidad
-- ¿Por mí? -le pregunté
-- No pequeña. Conoces mi debilidad hacía ti, eso no se hace -dijo tocando tiernamente mi nariz
-- Lucas y William están abajo. Ellos cuidarán de mí
-- No lo haré por más agotado que me sienta
-- hazlo por mí, si me amas duerme un poco. Te ves tan cansado, solo quiero hacer lo mismo que tu hiciste conmigo. Cuando yo estoy cansada por no dormir, tú me obligas a dormir, ahora yo también quiero cuidar de ti, sería una desconsiderada si no me preocupara por ti. Solo duerme al menos una hora, hazlo por mi
-- está bien. Lo haré -se rindió- eres una aduladora. Pero bajarás a la sala con Lucas y William, y más te vale no alejarte de ellos
-- Lo prometo -le dije saliendo del cuarto
Baje a la sala y encontré a William y Lucas en el sofá, pobre ellos hacen lo que Nicolás les obliga hacer. Deben ser muy buenos amigos para obedecer a todo lo que Nicolás les dice
-- qué bueno verte señora Arrieta –dijo William dándome un fuerte abrazo
-- digo lo mismo –le dije
-- ¿Cómo te sientes? ¿Mejor? –Preguntó
-- obvio no está bien. Hay muchos problemas imbécil, ¿Cómo te atreves a preguntarle si está bien? –Atacó Lucas
-- Lo lamento, no quería... -se defendió William- ¿De salud? ¿Qué tal?
-- Estoy bien, eso creo. –les dije suspirando
-- todo estará bien. Lo prometemos –dijo William
-- ¡Abrazo grupal! –dijo Lucas, él, William y yo nos abrazamos
-- ustedes son extraños –Reí- iré a preparar el desayuno ¿Quieren algo?
-- si, tostadas francesas y frutas –dijo Lucas sentándose en el sofá y poniendo sus pies en la mesa-
Lo único que quiero es que Nicolás este bien, que todo vuelva a la normalidad.