Capítulo 11

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-DOS SEMANAS MÁS TARDE-

Desde aquella discusión, Youngmin y yo solo nos dirigimos la palabra si es algo importante. Pronto el saldrá a Japón y los dos actuamos como dos niños que no pueden hacer las paces por su hijo. Había salido temprano del trabajo y fui a buscar a mi hijo a la guardería. La suegra reclamó porque decidimos hacer esto, pero Youngmin solo le respondo echándome la culpa y diciendo que soy una paranoica que veo cosas donde no las hay. Al regresar a la casa, rápido puse a mi niño en la cuna desechable y luego me propuse a cocinar la cena luego que me cambie de ropa. Las últimas semanas Youngmin llega tarde y la inmensa mayoría de los días no come de lo que cociné. Así que antes de preparar demás, le llame y como siempre no respondió mi llamada. Suspiré y solo preparé un poco más por si Youngmin llega y quiere comer. Luego que estuvo lista, me senté primero a alimentar a mi niño y luego comer de lo que preparé. Las horas pasaron bastante rápido y Youngmin aun no llegaba. Fui a dormir a mi hijo luego de verlo soñoliento. Antes, lo bañé con un tibio y relajante baño. Luego que le puse su pañal y ropita cómoda, lo mecí un rato y luego lo deje en su cama cuna. Luego fui a bañarme y justo cuando salí del baño escuche la puerta principal abrirse. Youngmin pasó frente a mí y ni me saludó. Le seguí hasta la habitación a preguntarle si va a comer, pero solo iniciamos a discutir.

YM: Sabes bien que no como aquí - dijo - y por favor déjame tranquilo, estoy cansado y quiero dormir - añadió

Amy: Siempre lo estas - dije - pero gracias por decirme que comes en la casa de tu madre junto a tu amante - grité - te odio estúpido flaco esquelético infiel - añadí para no tardar en dejar brotar unas lagrimas

YM: Llámame y dime lo que te dé la gana - respondió - no me importa - dijo pasándome por el lado

Estaba tan furiosa que me fui a la cocina y recogí la comida para tirarla a la basura. Luego lavé los platos y trastes que usé. Seguido me fui a la sala y allí me puse a llorar. Cada vez nuestra relación empeoraba desde que anoté a Min Young en la guardería. Creí que iba a mejorar como el comentó aceptando apuntarlo, pero no fue así como dijo. Mis lágrimas caían sin poder controlarlas. El sentimiento de pérdida cada vez se apoderaba de mí. Youngmin a pesar que debe saber que estoy sufriendo en silencio, no hace nada para quitarme el sentimiento de culpa. Las horas pasaron rápido y sin detenerse, cada vez se hacía más tarde y sabia que mañana tenía que ir a trabajar pero no quiero ir a la habitación, no a recibir el frio y desatento esposo que he tenido que soportar estas últimas dos semanas.

-NARRA YOUNGMIN-

Luego que escuche los berrinches de Amy, me fui a bañar para luego salir y dirigirme a la habitación. No dude en acostarme hasta que desperté en la madrugada. No vi a Amy en la cama y la luz de la sala aun seguía encendida. Me levanté y la escuche sollozar pero no quise ir hasta ella. Podía apostar lo que fuese que Amy no había dormido. Intente acercarme pero Amy se había quedado dormida en el sofá. La cargue y la regrese a la cama para allí hacer un movimiento como si se fuese a despertar. Me senté a su lado y miré su rostro notablemente entristecido. Apague las luces y luego me fui a dormir. Sentí a Amy levantarse y sin decir nada se fue a duchar. Regreso a la habitación calladamente y se puso su uniforme. Luego salió y antes de salir me dijo que no va a desayunar y que va tarde. En el reloj marcaba un poco más de las cinco de la mañana. No dudaría que ella hace esto para no estar en la casa. La detuve frente a la puerta de la entrada y la voltee para que me mirara.

Amy: Voy tarde - dijo para que la soltara y a la vez hacia un movimiento para alejarse

YM: Deberías comer - dije - además que es demasiado temprano - comenté - los bus inician a trabajar a las seis y tu entras a las ocho - añadí

Amy: No tengo hambre - respondió - quiero llegar temprano y puedo tomar un taxi - añadió

No hice caso y la lleve casi arrastrándola hasta la mesa. Allí se quedó sentada sin moverse mientras estaba cabizbaja. Me fui a la cocina para preparar el desayuno favorito de Amy y luego llevárselo hasta la mesa. Puse el plato frente a ella y noté que aguantó sus lágrimas.

Latidos - 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora