Capítulo 14

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-DIAS MÁS TARDE-

Desde entonces no he vuelto a ver a mi hijo ni a Youngmin. Iba a trabajar por compromiso, pero mi cabeza solo daba vueltas preguntándome en cómo debe estar mi hijo. No duermo y apenas logro comer un poco al día. Mi tristeza ha incrementado tanto que a veces me cuesta concentrarme. Estaba sentada tomando de una botella de agua en hora del medio día. No hablaba con nadie mientras fingía que miraba algo en mi celular, pero en realidad no estaba mirando nada. La hora del almuerzo terminó y regresé a mis labores. Mientras escribía un reporte de una administración de un medicamento, noté que una de mis pacientes me mandó a llamar. Me levanté para ir a atenderle rápido. Entré a la habitación y le pregunté si le pasaba algo.

Señora: Podrías traerme un poco de agua - pidió

Amy: Si, claro - respondí

Salí y busque un poco de agua para llevárselo a aquella señora. Le entregue el vaso de agua para preguntarle si necesitaba algo más.

Señora: Tu rostro indica que estas sufriendo - dijo

Amy: No creo - mentí - solo estoy un poco cansada - añadí

Señora: Ese rostro de sufrimiento lo conozco - dijo - yo también pasé malos ratos con mi difunto esposo - comentó - y tu rostro es el mismo que yo tenía en aquellos días - añadió

Sonreí ya que no quería hablar nada de lo que me duele. Me retiré luego que la paciente no tenía nada más que hacer y regresé al lugar para terminar mi trabajo. Continúe con lo que hacía hasta que llegó mi hora de salida. Caminé despacio ya que no tenía casi fuerzas para caminar. Estoy tan cansada y aunque trato de dormir no puedo. La tristeza que siento es tan inmensa que me consume con total calma y es agonizante. Cuando llegué a casa lo primero que noté fue el rotundo silencio y ausencia de todo lo que un día me hizo muy feliz. Unas lágrimas inmediatamente se apoderaron de mi rostro. Extraño a mi hijo, extraño al cariñoso y atento Youngmin de quien me enamoré. Caminé hasta mi habitación para quitarme el uniforme y ponerme ropa más cómoda. Me quedé en la cama y allí el pensamiento me inundó por completo y me transporte a aquellos días cuando recién conocí a Youngmin. Sonrisas y lágrimas salían a la vez. Era muy dolorosos recuerdos pero quería recordarlos aunque me dolieran. Poco a poco me fui quedando dormida hasta que llegó la siguiente mañana. Luego de tantos días sin dormir, pude dormir anoche aunque me sentía pesimamente mal. Me duche antes de irme a trabajar y como todos los días iba a mi trabajo para hacer los deberes de todos los días. Mientras esperaba a que llegara la que me iba a sustituir en mi trabajo en la tarde, me quedé sentada en la salita de enfermeros. A los pocos minutos entró la supervisora diciéndome que debo doblar turno. Aunque estaba muy cansada, acepté. No me parecía mala idea de doblar turno ya que no tenía que regresar a casa a sentir el vacio y el silencio que había en ella. Trabajé como pude ya que el cansancio era mayor, pero pude terminar mi día de trabajo. Registre mi hora de salida y bajé para tomar un taxi para regresarme a casa. Al llegar, pague la tarifa y me bajé para caminar hasta mi casa. Abrí la puerta y entré en total silencio. Una vez más sentí todo lo que me dolía. Caminé a la nevera para tomar un poco de agua. Me sentía mal, no lo podía negar pero debo resistir si quiero volver a ver a mi hijo. Caminé hasta el sofá y tome mi celular para enviarle un mensaje a Youngmin.

Amy: Me siento muy mal, por favor ven a ayudarme - pedí en el mensaje

No esperaba una respuesta y mucho menos que viniera, pero quería intentar al menos que iniciara a preocupar por mí.

-NARRA YOUGNMIN-

Estaba sentado en el sofá mirando a Min Young caminar ya que el pequeño parecía no querer irse a dormir temprano. Escuche mi teléfono sonar y lo tomé para mirar que es lo que me avisaba. Vi el mensaje de Amy y me levanté para socorrerla. Cuando Jin Hae me vio ponerme los zapatos me preguntó a donde voy. La miré y le explique que Amy parece estar enferma y ella no tiene a nadie aquí en Corea que la ayude.

Latidos - 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora