Capítulo 16

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Cuando llegué al hospital caminé lo más rápido posible hasta donde Min Suk me dijo que estaba Amy. Al llegar, de frente me encontré con los padres de Amy. Se me hacia raro que no estuvieran adentro de la habitación.

Suegra: Están haciéndole unos chequeos – notificó cuando me acerqué

YM: Pasó algo – pregunté lleno de preocupación

Suegra: No se cómo decírtelo – dijo – pero Amy no recuerda absolutamente a nadie – comentó – solo sabe que su nombre es Amy – añadió

YM: Pero – dije para ser interrumpido por el doctor que salía de la habitación

Doctor: Podemos hablar – pidió interrumpiendo

Junto a la madre de Amy caminamos hasta la oficina del doctor. Allí nos ofreció asiento y nos explicó el posible diagnostico.

Doctor: Es probable que se haya dado un golpe en la cabeza no muy fuerte – dijo – no sé a qué se deba que solo recuerde su nombre pero el resto de su vida sea un completo desconocimiento para ella – añadió – le haremos algunos chequeos y tan pronto estén los resultado les dejaremos saber – dijo

Entre algunas preguntas y respuestas, el doctor nos dijo todo lo que teníamos que saber. Luego me regrese a la habitación y entré para verla. Estaba sentada en la cama mirando a lo lejos. Parecía perdida en su propio mundo. No pude contener por mucho tiempo mis lágrimas, pero en ese momento sentí más que arrepentimientos. Sentía vergüenza volver a acercarme a ella como si nada pasara. Parecía patético y miserable, esto es lo que me merezco por no valorar las cosas que ella hacía por mí.

YM: Amy – llamé acercándome a la cama

Amy voltea a mirarme y lo primero que hizo fue preguntarme quien soy. Las palabras no querían salir rápido, pero logré responder su pregunta.

YM: Soy tu esposo – respondí – no me recuerdas – pregunté torpemente y sabiendo que la respuesta es no

Amy: No – respondió a la par moviendo su cabeza en negación – no te recuerdo, pero algo me dice que no debería – añadió

Me sonreí con ironía. No podía esperar más, pero me sentía perdido por todo esto. Alce mi mirada a verla pero había cambiado su rostro para mirar por la ventana que estaba a su derecha.

YM: Ya comiste – pregunté

Amy: No – respondió – pero no puedo negar que tengo hambre – afirmó

La Amy que conocí hace tres años, es la misma que ahora tengo de frente. Lo único que es diferente es que está mucho más tranquila y no es alborotosa como solía ser cuando nos conocimos.

YM: Quieres que te compre algo – pregunté

Ella volteo a mirarme pero negó ante mi deseo de complacerla y no tuviera hambre. Pregunté el porqué y su respuesta me dolió tanto que no fue posible evitar mi rostro de tristeza.

Amy: No te conozco – dijo – y tampoco debería confiar en ti – añadió

YM: No te haré daño – dije – soy tu esposo y no tengo un porque hacer algo que te pueda herir – dije

Amy: Mientras yo no recuerde haberme casado, no te creeré que seas mi esposo – respondió

Suspiré porque sabía que esto solo iba a iniciar que discutiéramos como lo hacíamos cuando nos conocimos y no éramos pareja. Me levanté y salí de la habitación y frente a la puerta vi a los padres de Amy.

Suegra: Como la viste – preguntó

Suspiré y le dije la verdad de cómo será nuestra realidad.

Latidos - 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora