Pero nunca lo volví a ver; decían que su madre se había muerto y que lo arrastró a él junto con ella al infierno.
Decían que su casa estaba embrujada y que ellos descansaban enterrados en el sótano.
Y toda clase de rumores mundanos y estúpidos que dejaron de importarme. Crecí y me olvidé de que alguna vez existió.
Mi vida cambió y aunque suene extraño, fue gracias a la idea de que sufriría de diabetes.
Cuando me hicieron la predicción creí que mi vida estaba acabada y que sólo se basaría en dolorosas inyecciones diarias que acabarían conmigo y con lo poco que quedaba de mi esencia; entonces empecé con el cambio e hice un esfuerzo.
Lloré, maldecí y me rendí muchas veces pero había algo que me impulsaba a seguir, a levantarme y a quitarme, literalmente, ese maldito peso de encima.
Y lo logré; mucho tiempo después, pero lo hice.
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Lo que mejor sabemos hacer
RomanceUn amor en donde ambos se hieren sin saberlo. Anne Marie es un tanto manipuladora y solitaria exceptuando que, tiene bajo su dominio a un hombre que está dispuesto a darlo todo por ella, por su amor incondicional. Los problemas de ira que tiene ojo...