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Narradora. 

Luego de 1 año viajando por Italia, Leah Crawford ha decidido volver a casa. Le tomó un año regresar y dar la cara a todo, especialmente a tal chico que dejó aquí.

Entró por la puerta principal de su hogar y encontró todo igual como lo había dejado, soltó su equipaje y suspiró. 

—Es bueno estar en casa.—se dijo a sí misma. 

Volteó la cara y su mirada se posó en las llaves de su auto, sin dudar las cogió para salir a su lugar favorito: Starbucks. 

***

La primera parte del año se estaba volviendo loco, sin hablar con ella, sin saber de ella, con la impotencia al máximo por no saber si está bien o no. Caleb había desistido y estaba decidido a olvidarla, sabía que ella tenía su cuaderno y todas las notas que una vez escribió pero al no obtener ninguna respuesta de su parte, entendió que ella no sentía lo mismo. O al menos eso creía.

En los últimos seis meses intentó estar con otras  pero ese sentimiento no se iba. Estaba enamorado de una chica que ni siquiera estaba ahí. 

Se encontraba en el Starbucks, donde iba diario, tomando el mismo café de siempre, en la misma mesa que compartió con ella una vez, leyendo un libro que escogió al azar. Aunque hoy se sentía distinto pero no podía descifrar el por qué. 

***

Al aparcar el auto, pasó por la ventana del local y lo vio en su mesa. No pensaba verlo tan rápido pero era fiel creyente de que todo pasaba por algo. Sonrió al verlo y luego de respirar profundo, entró. 

Se acercó a él a paso lento y las manos le empezaban a sudar. 

—Hola, C.J.—habló ella.

Él volteó el rostro y sus ojos no podían creer lo que estaban viendo.

—Leah...

N/A:

¡¡¡¡Estamos de vuelta!!!!

Espero que me hayan extrañado porque volveremos a estar juntos por un tiempo.~3. 

Los quiere, Endless.





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