Ese de notas

Extra.

5 años después.

—¿Amor?—escuché a Caleb desde la puerta—¿Llegaste?

—No, soy un ladrón.—dije quitándome el abrigo mientras reía.

Lo vi salir de la habitación y se acercó a mí para darme un suave beso, el cual no me esperaba.

—¿Y eso?

—Ven, acompáñame.—sonrió y me tapó los ojos.

Dimos un par de pasos y yo no entendía lo que pasaba. Al parar, sus manos bajaron permitiéndome ver la cena que había preparado, lo hizo en el balcón y, al estar de noche, las luces de la ciudad lo hacía ver más hermoso.

—¿Qué es esto?—pregunté en voz baja.

—Leah...—me volteé a verlo y él se hincó—Tenemos más de 5 años juntos, sin ser nada y siéndolo todo a la vez, y en verdad tengo miedo de que alguien más intente alejarte de mi lado. No puedo esperar más para que seas totalmente mía, no quiero ver otro rostro que no sea el tuyo al despertar, no quiero que otro diga que eres suya, y puede que esto sea algo exagerado pero, quiero que seas tú la madre de mis hijos. Prometo cuidarte, apoyarte, acariciarte, abrazarte, siempre estar ahí para ti y no permitir que nadie te haga daño.—sacó una cajita de su chaqueta y mis lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas—Leah Crawford, ¿quisieras hacerme el honor de ser mi esposa?

La voz no me salía y en verdad estaba sorprendida. ¡Dios! Cuánto amaba a este chico.

—Sí...—dije casi inaudible.

Se paró luego de colocar el anillo en mi dedo, el cual encajaba perfectamente, sus manos tocaron mi rostro y sus pulgares quitaron mis lágrimas para acercar sus labios a los míos y juntarlos en un tierno beso.

—Te amo.—dijo con sus ojos llenos de lágrimas.

—Yo te amo más.

Nos sentamos después de unos segundos y disfrutamos de la velada que él había hecho. No podría estar más feliz, tengo al hombre que amo y sé que él me ama. No quiero más nada ya que con él lo tengo todo.

Y pensar que hace años esto había tenido un final... ahora sé que solo era el inicio de nuestra historia de amor.