Capítulo 11: Te invito a no ir...

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STEFAN

Mi mente vagaba en los distintos problemas que llenaban mi vida en los últimos días, no era sencillo todo el drama que había sido inyectado en mi día a día. Me sentía como un tremendo idiota por permitir que se complicaran tanto las cosas aún cuando me dieron tantas oportunidades para enmendarlas de una vez por todas.

Ahora, mientras anudaba el nudo de la corbata de mi traje, sólo podía plantar la mejor sonrisa que tenía y mirar a Damon con aprobación que no sentía del todo en mi pecho. Estábamos a un par de días de la boda y él, por querer aliviar la tensión que había crecido gracias a mi última plática con Elena, nos había citado a todos para que ayudáramos a decorar el jardín de la casa con las sillas y mesas donde se casarían. Cómo habíamos acabado de eso temprano, ahora estábamos probándonos los trajes, Damon me había traído uno de su viaje a New York.

Su habitación estaba llena de halagos, felicitaciones y buenos deseos hacía su futuro matrimonio. También había bromas ocasionales que mencionaban la gran sorpresa de que él fuera el segundo del grupo quién diera ese gran paso en su vida; yo no sabía como actuar con certeza, temía decir algo equivocado, hace dos semanas le había soltado todo mi cruel veneno a Elena y no lo merecía.

—¿Qué tal un trago? Así celebramos como se debe esta aventura que Damon esta por empezar...—La mano de Enzo en mi hombro me sacó de mi mente, le di una media sonrisa mientras asentía.

DAMON

—¿Entonces quién quiere empezar con un par de palabras? Este es el concurso para elegir al padrino que me dará el discurso en dos días...

—Empiezo yo, soy el ebrio experimentado, él que ya esta casado y él que espera pasarte la misma suerte que he tenido yo en mi matrimonio—Alaric alzó su copa y le sonreí

—Cariño, me harás llorar—Soltó una risa leve por mi comentario y se empino su copa antes de aclararse l garganta y hablar.

—Mi historia contigo empieza como la de muchos, odiándote...—Todos soltaron una risa de confirmación—Pero haciendo un recuento de cada cosa que me hizo darte la absolución, me doy cuenta de que en verdad gaste más esfuerzo odiándote que queriéndote. Eres peculiar, Damon, muchas veces insoportable y alocado, pero no hay nada en ti que me haga dudar en seguir siendo tu amigo hasta que muera. Hay tanta bondad en ti que incluso a través de tus atisbos fingidos de maldad se nota, encontraste a una mujer que te ama en todos tus colores y facetas y yo no podía estar más contento con eso—Sonrió y alzó su copa a la altura de su cara—Así que brindo por ti, por tu felicidad y por todo lo bueno que te mereces...Salud—

—Salud—Repetimos todos y bebimos de la copa, le sonreí con agradecimiento y lo abracé.

—Es turno del viejo compañero de celda—Enzo soltó burlón sus palabras y le rodé los ojos con media sonrisa—Hay tanto malo como bueno en la historia que compartimos, Damon. En lugar de tener una línea recta que cuente nuestra historia es un gran zigzag sin forma y yo creo que a pesar de todo, no considero que haya sido malo conocerte. Es en cierta forma gracias a ti, que hoy tengo al amor de mi vida conmigo y es una deuda que no podría pagarte nunca...celebro tu felicidad contigo y brindo porque siempre la conserves en tu vida.

—Gracias, Enzo—Le contesté con una sonrisa, alzando mi copa y estrechándolo en un intento de abrazo varonil.

—Yo sólo tengo unas pocas palabras que decirte; cuidala mucho, Damon. Ella sólo merece ser feliz y sí ha decidido que es contigo, entonces sólo me queda aceptarlo y desearles el mejor matrimonio que pueda existir...—Jeremy sonrió y alzó su copa hacía mí, sonreí y asentí.

—No te preocupes por eso, cumpliré cada palabra que le diga bajo el altar, incluso fuera de el también—Asintió con calma y dirigí mi mirada a Stefan, ya sólo faltaba él.

—Felicidades, hermano—Bebió de su copa y todos lo copiamos con incomodidad, la tensión había regresado...

(...)

Todos se fueron conforme paso el día y me quede en la casa solo con Stefan. Elena se quedaría los siguientes dos días con Bonnie, por esas tonterías de "no ver a la novia antes de la boda".

Mientras tanto yo estaba devanando mi cerebro para poder hablar con mi hermano sin que saltáramos a una discusión. Elena había hecho su intento, pero era hora de volver a hacer el mío.

—¿Quieres que mejore mi discurso?¿Va a pedirme que sea tu padrino?—soltó él con seriedad y un toque de sarcasmo. Me cruce de brazos y negué con la cabeza, camine a la mesa de licores y me serví un trago doble de bourbon.

—En realidad no, Alaric será mi padrino. Tú dejaste muy claro que no querías saber nada de mi boda a menos que fuera sobre los licores que ofreceríamos en la recepción—Me alcé de hombros y sonreí mientras alzaba el vaso en su dirección— En realidad sólo venía a decirte que te libero, no creo que sea cómodo para nadie que tu actitud sea esa en la boda y no pretendemos lidiar con tus sentimientos absurdamente heridos. Estoy invitándote a que no vayas sí así le quieres decir...

—Vaya...—Soltó una risa burlona y se puso de pie—¿Qué opina tu adorada Elena de todo esto?¿Está de acuerdo con que su soñado prometido exilie a su hermano de su boda?¿Ella está feliz de tu rencor? No parece ir acorde con tu nueva actitud de héroe, de señor perfecto y...

—Stefan, fue su idea...—Su rostro se deshizo de la sonrisa y le puse el vaso en el pecho, él lo tomó mientras apretaba la mandíbula—Me pidió que arreglara los asuntos con mi hermano, ella no pudo hacer nada respecto a ti y no quiere seguir desgastándose contigo así que me pidió que te dijera que retira la invitación si piensas ir con esa actitud de mierda—Alcé mis manos en inocencia—Palabras de ella, no mías...bueno también mías...—Camine a la entrada de las escaleras y lo mire una última vez— Supongo que tú te lo buscaste, hermano. Yo planeaba defender tu lado y aferrarme a que fueras, pero cuando me contó todo lo que pensabas de ella cambie de opinión por completo, ella no merecía que la culparas de todo tu drama mental...

Como respuesta sólo escuche su profunda exhalación, la decisión me había pesado. El hecho de que él no fuera me ponía en un humor decaído y sin gracia, pero Elena tenía razón en no querer lidiar con eso el día de la boda. Ella había querido arreglar todo antes por esa razón, pero Stefan no había querido y ahora era tarde hasta para que yo saltara en su defensa.


La Boda (Part.2) (TVD) (delena) (luna Llena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora