El corazón de una bruja (Parte 2)

10 3 0
                                    

Elphaba dormía desparramada de cualquier manera en el sofá de la casa de Regina. Pero en vez de la bendita inconsciencia producto del alcohol, sus sueños estaban tomando un cariz peliagudo. Estaba recordando cuando se plantó en casa de su hermana, solicitando su ayuda para acabar con el Mago de Oz. Esta estaba colérica, parecía que le saldría fuego por los ojos.

-¡Elphaba cállate! No puedo dar cobijo a un forajido, no soy oficialmente reconocida. Y aunque pudiera ¿Por qué tendría que ayudarte? Tú has volado por todo Oz tratando de rescatar a Animales que jamás conociste, ¡¡y nunca se te ha pasado por la cabeza el usar tus poderes para ayudarme a mí!! Toda mi vida he dependido de ti ¿Cómo crees que se siente eso? ¡Depender de ti y de esta maldita silla de ruedas?! Anhelando alzarme sobre mis pies.

-Nessa ¡seguro que hay un hechizo para todo! Pero la magia es imprevisible, siempre viene con un precio.

No quería que nada malo le pasase a Nessa. La magia siempre viene con un precio, ¿Y si ese precio lastimaba a su hermana? Esta le chilló con enojo y dolor, muchísimo más dolor del que ella podía aguantar.

-No tienes ni idea de lo que siente...

-Espera...

Había roto a cantar un hechizo, presa de una súbita inspiración. Era como un trance demasiado profundo del que no podía escapar. Sus manos se extendieron hacia las zapatillas rojas de su hermana, zapatillas que ella misma había confeccionado con sus propias manos para ella. Para que Nessa se sintiese bien. Su hermana comenzó a chillar con terror.

-¿¡Qué estás haciendo?! ¡¡¿Que me estás haciendo?!!! Mis zapatos ¡¡quemaaaaannnn!!! ¡¡¡¿¿¿QUE LE HAS HECHO A MIS ZAPATOS AAAAAAAAAAHHHH!!!

Nessa calló de la silla, Elphaba aterrada fue hacia ella a cogerla, para que no se hiciese daño. Pero Nessarose no caía.

-¡¡No, no me agarres!!!

Nessa estaba de pie. Mirando los zapatos con una expresión emocionada. Dubitativa y vacilante, Nessa dio dos pasos hacia ella. Una sonrisa apareció en el rostro de ambas hermanas.

-Oh, Nessa...

-¡¡¡Por fin!!

Nessa la abrazó con fuerza. Emocionada. También ella lo estaba.

-Por fin mis poderes han traído algo bueno... algo bueno.

Nessa caminaba aún vacilante, de repente se sentó y con una amplia sonrisa, que recordaba en parte a la de la niña que una vez fue comenzó a llamar a Boq a gritos.

-¡¡BOQ!! BOQ!!!

-Nessa espera.

-¡¡Boq!!! ¡¡Boq ven de una vez!!

-¿Si Nessa qué? ¡¡ELLA!!!

Dijo Boq con absoluto terror al ver a Elphaba tan próxima a Nessa. Ella estaba incómoda, Boq había estudiado con ella, ¿Por qué la tenía tanto terror? ¿Por qué todos la miraban como un monstruo?

-Boq soy yo, no voy a hacerte daño.

-Sé lo que haces, lo que dice la gente. Nessa, cada vez que ella usa la magia se convierte cada vez más en un monstruo. ¡¡Está maldita!!

-Boq...

Dijo Nessa sonriendo cálidamente mientras avanzaba hacia él. Boq comenzó a temblar de la emoción, mirando a Nessa como si no diese crédito a lo que veía. Luego después la miró a ella, a Elphaba.

-Tú... tú hiciste esto... ¿Por ella?

-Por los dos, Boq.

Dijo Nessa sonriendo de manera infantil. Dios, se la veía tan radiante. Ojala lo hubiese hecho antes. Se quedó donde estaba en silencio. Observando a su hermana.

Ouat: No one mourns the WickedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora