Si los adultos se complican la vida ¡La magia debe arreglarlo!

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Cuando Elphaba al fin consiguió dormirse Daniel se atrevió a verbalizar lo que estaba rondando por su mente y la de Regina.

-¿Por qué, Nessarose? ¿Por qué sufre tanto?

-Mi hermana es un corazón demasiado puro para la oscuridad. A pesar de que sea el Ser Oscuro.

Nessa apretó los labios en un gesto de furia. Sus ojos llameaban de ira, pero esta no iba dirigida hacia nadie de aquella habitación.

-Le han hecho demasiado daño durante toda su vida, tendría que vengarse de todos... Vereis, mi madre temía a mi hermana. Yo era su favorita, pero que tu propia madre reniegue de ti por ser el Ser Oscuro... eso debe doler. Mi hermana ha estado desde siempre buscando ese amor que le han negado, ese cariño, comprensión...

y en quienes lo ha buscado le han dado la patada. Todos lo han hecho... bueno, todos menos vosotros dos... y me preocupa, porque esta vez no es un amor pasajero adolescente. Esta vez, Elphaba estaba enamorada de verdad... ese malnacido de Jefferson me las va a pagar. ¡Nadie debe despreciar el corazón de una bruja! Y menos si la chica en cuestión es mi hermana.

Daniel miró a ambas hermanas. Parecían agua y aceite, pero si alguna vez había abrigado dudas acerca de la naturaleza de su relación estas acababn de disiparse.

Habían pasado unos días desde aquella charla. Elphaba no terminaba de levantar cabeza, pero intentaba hacerse la fuerte por su padre, quién se veía tremendamente afectado porque Belle había perdido la memoria.

Estaba tan afectado que había comenzado a cometer imprudencias: como besarse con Cora, Morgana fue quién lo vio y se quedó traumatizada de por vida.

Sobre todo por la frasecita de Cora "Sellémoslo tal y como lo hacíamos antes"

Tal y como lo hacíamos antes... ¡¿Su abuelo había estado liado con esa mujer!?

Eso era inquietante. Le intentaba ver algo de lógica. Su madre además se apagaba cada vez más rápido, Cada día que iba a buscarla al colegio y se cruzaba con Jefferson este la ignoraba. O le dedicaba miradas de odio y desprecio.

Además, que había intentado separarla de Grace. ¡De su única amiga! Aforunadamente Grace sabía como poner a su padre en su sitio. Y ella podía proseguir con su amistad con su rubia amiga.

-Grace, estoy preocupada por mi mamá... cada día está más triste.

-Mi padre es un idiota... no hace falta que me lo confirmes.

-¿Qué hizo ahora?

-Pues está ligando con varias mujeres del pueblo, y eso no me agrada.

-Pues mi abuelo está haciendo el temerario...

-¿Tu abuelo? Si yo creía que era un hombre respetable

-Yo también...

-No me gusta la chica con la que está mi padre ahora, Morgana... no me gusta ni un pelo.

-¿Por? ¿Con quién está?

-Con Emma Swan.

-¡¡NOOO!!¡¡Dime que estás bromeando!!!

-No... esto es una desgracia.

-¿¡Desgracia?! ¡¡Grace esto es una tragedia!! Nuestra oportunidad para ser hermanas se va a pique, tu padre se junta con una persona estrecha de mente y a mi abuelo le da por tontear con quien no debe... con quien no debe... ay dios.

-¿Qué pasa?

-Que me temo que ya se por que mamá confundió a la tía Nessa con la alcaldesa Mills.

-Hombre esas dos se dan un aire... pero a ella la veo más bien parecida a tu madre. Ella es como... no se, ¿una mezcla entre ambas? ¿eh? ¡¿Morgana por qué estás tan pálida?!

-Porque me parece mentira haber estado ciega tanto tiempo. Regina Mills... Regina Mills...

Morgana se desmayó en brazos de su amiga, quien gritó de puro susto. Captando la atención de los profesores que corrieron a ver qué era lo que era lo que le había sucedido a Morgana y se la llevaron a la enfermería.

Grace estaba enfadada. ¡Los adultos que se complicaban la vida y se la complicaban a ellas de rebote!

Y todo por no decir las cosas que sentían... desde luego.

Tenía que arreglar esto... ¿pero cómo? Debía de haber alguna manera. ¡La magia había metido a los adultos en esto! Y... ¿La magia no podría sacarlos, obligarles a decirse los sentimientos?

Animada ante la idea de poder ayudar a solucionar la situación Grace se escapó del colegio y fue hasta la casa de la alcaldesa Mills. Morgana le había dicho en una ocasión que su madre, ella y la alcaldesa habían estado hablando de magia y Regina les había mostrado un libro.

La pequeña entró por una ventana abierta y se dedicó a buscar el dichoso libro basándose en las indicaciones que le había dado su amiga en su momento.

La niña vio un libro negro sobre la mesa y sonriendo victoriosa lo cogió antes de escabullirse por la ventana otra vez.

-¡¡Es hora de que las cosas comiencen a funcionar!!

Se dijo Grace mientras pasaba las hojas del libro de hechizos de Regina buscando algo que la sirviese.

Ouat: No one mourns the WickedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora