«Imaginas» |Pietro Maximoff // Quicksilver| #AvengersAwards

¿Que tienen los elevadores?

》》》》》

Imagina: ¿Que tienen los elevadores?

Partes: 1 de 1.

》》》》》

- ¿Seria una total molestia si te pido que bajes ahora mismo? -dijo el monitor con la imagen de Tony en el.

-Me temo que sí. -respondiste.

Tú estabas en tu habitación terminando la investigación que Bruce te había pedido. Frustrada miraste la pantalla y a Tony con sus ojos caprichosos rogándote bajar con él.

-Si Bruce se convierte en Hulk porque no le entrego su proyecto a tiempo, dejare que te aplaste como la última vez. -gruñiste.

Tony gritó un ligero "Yay." -Solo será un minuto. -sonrío y pantalla se volvió negra.

"Eso dijo la ultima vez y termine en perdida por dos semanas." Recordaste.

Saliste de tu habitación sin fijar la vista en tu camino, decidiste tomar tu tiempo y no ir directamente hacia Tony. Tus pies se movían sin dirección alguna, hasta que tropezaron con algo demasiado duro.

El torso de Pietro.

-Chert poberi, cuida tus pasos. -gruñó el gemelo.

- ¡Wow! Tranquilo, no fue mi intención. -exclamaste sin preocupación.

-Si claro, solo me causas problemas. -murmuró para sí mismo. Aun así fuiste capaz de escucharlo.

- ¿Disculpa? -preguntaste molesta.

-Lo que oíste. -dijo y caminó hacia el elevador.

"¡Oh no Maximoff! Esta no la dejas así." Pensaste.

Lo seguiste dentro del pequeño espacio, el rodó los ojos al verte dentro, te ignoró por completo y presionó el piso 13. Te colocaste delante de él, sus ojos te miraron pero dijo nada.

- ¿A qué demonios te refieres con que te causo problemas? -soltaste.

-No tengo que darte explicaciones. -respondió sonriente.

El piso 15 estaba en curso, no dejarías de nunca manera que se bajara sin explicarte. Así que presionaste todos y cada uno de los botones del tablero.

- ¿Pero qué demonios te ocurre? -preguntó Pietro alejando tus manos de los botones.

-No te bajaras hasta que me expliques. -gritaste golpeando todos los botones.

- ¡Basta! -exclamó.

Pietro trataba de alejarte de aquellos mandos mientras tú forcejeabas su agarre. Su gran cuerpo comparado con el tuyo te sostuvo a él, tomándote por tu estomago te sujetaba a el suyo. No te dejaba ir, así que mordiste su brazo derecho.

- ¡Estás loca! -gritó adolorido.

- ¡Yo no causo problemas! -dijiste molesta.

- ¿Sabes qué? Tienes razón, no los causas. -asintió. - ¡Tu eres el problema! -dijo finalmente.

Tu coraje se elevó al máximo y comenzaste a golpearlo sin hacerle daño alguno. El logró esquivar uno de tus golpes haciendo que tu mano impactara el botón de emergencia. Este detuvo el elevador por completo, las luces fallaban y no se movía para nada.

- ¿Lo ves? -exclamó Pietro.

- ¡Cállate, idiota! -respondiste.

Ante la oscuridad los botones eran irreconocibles, no lograbas ver nada.