Libertad a la criatura

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Entre a mi casa con Kuro en brazos.
-¡Ya llegue!.-grite como de costumbre, sin recibir respuesta
Busque por todas las habitaciones pero no había nadie, baje a la cocina donde encontré una enorme nota pintada en la Alacena: "Los dementes viven de ilusiones atte: SDSE."
Dí un suspiro y me tire al piso. <<¿Qué son esas siglas Yume?>>
-Secta Del Sueño Escondido, se los llevaron.-respondí
Escuche ruidos que provenían del cuarto de arriba, así que me pare y subí. Era el pequeño gato que había desparramado la bolsa con comida, lo mire tiernamente.
Me quede sentada mirando al vacío, mi cuerpo se sentía tenso, el gato se acostó en mis piernas y caí en un profundo sueño.

Al otro lado de la ciudad.
-Dime Issei ¿has visto a esa mocosa en acción?.-preguntó Isaac
-No padre, pero algunos maleantes le tienen miedo.-rio

Ambos estaban bebiendo vino en trajes lujosos, mientras Therion afilaba sus uñas, no podía dejar de comportarse como bestia.
Entro una mujer con una mascara que le cubría la mitad del rostro y vestía de una manera tan elegante que resaltaba su sensual cuerpo, esta se sentó en las piernas de Issei.
-Escuche que Shiro ha enfermado, eso nos lleva un paso adelante.-acaricio el rostro de Issei
Entraron un par de sirvientes.
-Señor, los prisioneros están aquí.-dijo el mas bajo y gordo
-Perfecto, la declaración esta lista.-Sonrió de felicidad.-retírense y esperen mis órdenes.
-Si señor.-salieron enseguida
-Shiro enfermo, la familia Morioka prisionera, pobre mocosa.-dijo Issac y dio un sorbo a su copa.
Issei empujo a la mujer.
-¿Qué le pasa? ¡Idiota!.-se limpio como si se hubiera cubierto de tierra.
-¡Oh Catástrofe!.-volvió a sorber su copa

Escuche una leve voz, diciendo algo que apenas podía entender.
-Tan tierna cuando duerme.-dijo Issei
Abrí los ojos y di un leve bostezo.
-Issei...¿Qué haces aquí?.-mientras me sentaba en la cama
-Yume yo...-acerco lentamente sentí mis ojos cerrarse al paso de los suyos, sus labios y los míos se rozaron, mi corazón latía muy rápido. Finalmente nos despegamos.
-que extraño fue eso.-dije agachando la mirada.
Issei me alzó la mirada.
-Te Amo Yume.-sonrió
Sentí cosquilleo en el estomago, era claro que yo sentía lo mismo.
-Yo también te amo.-respondí
Issei acarició mi rostro.
-Huyamos no tenemos que hacer lo que digan los demás.-me abrazo
-Me gustaría pero es arriesgado, seria traicionar a los nuestros.-respondí
-Ya lo estamos haciendo con el simple hecho de amarnos.-beso mi frente
-Tienes razón.-tomando su mano.-no tenemos porque darles lo que quieren, ¡pero se han llevado a mi familia!.-lo empuje levemente
-Escucha Yume, Ahora que Shiro esta enfermo tu Mafia caerá no tendrán oportunidad, mi padre te esta usando de señuelo, por favor huye conmigo.
Mire a Issei, claro que quería ir con el, pero no podía dejar a mi familia en manos de esa bola de malcriados gasta dinero.
-Lo siento Issei, la familia es primero, además es imposible lo nuestro.-Salí de mi habitación
Afuera me esperaban Rin y Chat en un auto de ultima generación.
-Vayamos por lo que es nuestro.-les dije con mucho animo.
Subí al auto. Pude ver que Issei miraba por la ventana y hablaba por teléfono.
<<¿Estas lista?>> <<Claro que lo estoy Jay>> <<Te siento nerviosa>> Respire muy profundo, pero solo me importaba recuperar a mi familia. Rin y Chat estacionaron el auto para no levantar sospechas de la policía, Neoh y Amnesia nos saludaron esa fría noche de luna llena.
-¿Te sientes bien Yume?.-preguntó Amnesia
-Si, es que ha sido un día muy largo y apenas he podido comer papitas.-respondí nerviosa
-Mmm Vale, ¿Seguros que es aquí, bola de idiotas?.-tomando del gorro a Rin y Chat
-Relajate Amnesia, es el lugar correcto.-Encendiendo un cigarrillo Neoh
Rin y Chat tachados de ser el par de tontos mas grande en la mafia, cuando los conocí creí que eran hermanos pues físicamente son muy parecidos, sus ojos grises resaltan a la perfección su largo cabello negro. A diferencia de Neoh y Amnesia quienes al ser hermanos son muy distintos, ella es morena y con una ruda personalidad, mi heroína se a vuelto la preferida en misiones, mientras yo aun sigo repartiendo droga. Y Neoh el chico que me dio el entrenamiento especial, es todo un atleta.
El lugar, mejor conocido como "el baldío" era el lugar preferido de los enemigos, según Neoh hay un pasaje secreto que conduce hasta su lujosa sala de juntas. Yo no le veo nada de especial solo hay tierra por todos lados.
Comencé a escuchar susurros que provenían de la tierra <<Yume...Yume>> con cientos de incoherencias. El liquido Maboroshi comenzó a escurrir por mi frente. Amnesia me miro asustada.
-¡Yume! ¿Eres un demente? Así que es por eso la guerra, solo un demente natural puede soportar el peso del nuevo dios.-miro al cielo
Pronto comenzaron a llegar tipos con mascaras negras, Chat me cargo al escondite que habían construido. De una maleta sacaron mascaras blancas.
Los observamos unos minutos, el pasaje estaba en la pared, por lo que deduje, estar sobre la fortaleza. Las voces susurrantes aumentaron, trataba de calmarme pero aumentaban mi irá.
Neoh quien aun tenia el cigarrillo en la boca, nos dio la señal, pero no me dejo ir con ellos.
-¿Por qué no puedo?.- pregunte asustada
-Te quieren a ti, como nieta del viejo debemos protegerte, tu seras nuestra guía en un par de años.-Sonrió y salió con los demás.

Perdí el rastro de mis amigos y ni siquiera se como entraron. Visualice una limusina dorada, supuse que se trataba de Issac, Issei y la sintética. Issei se veía mas guapo de lo normal. <<Vamos Yume, debes recuperar a tu familia>> <<Es cierto>> <<Aprovecha la distracción>>
Salte lastimando mi pie, los guardias atendían a sus jefes, cojeando me escurri por el espacio que habían dejado de la puerta. Sentí una opresión en mi vejiga, ¿quería ir al baño en un momento así? Di mini brincos, suspire y deje caer mi flequillo en la cara, me acerque a una camarera.
-Disculpe ¿el baño?.-con la mirada agachada
-Subiendo esas escaleras.-se fue riendo
<<Eres una tonta, ¿Como se te ocurre en un momento así?>> <<Callate>>
Subí las escaleras tan rápido, creo que rompí un récord mundial. Entre al baño donde habían espejos enormes, hice mis necesidades tranquilamente. Al salir escuche un par de voces guturales:
-Jaja, ¿Viste su vestido? Estaba horrible.-riendo
Supuse que eran mujeres, mire por la rendija y efectivamente eran niñitas malcriadas. <<Que fea voz>>río Jay
-¿Trajiste el cambio de vestido?.-dijo una voz suave
-Pues claro, debo impresionar a Issei.-respondió la mujer de voz gutural pero ahora con un tono suave
<<¡uuuuuh! Te lo van a bajar>> <<¿Y...qué? Yo...solo vine por mi familia>> <Estas celosa>> <<No>> me sonroje
-Te imaginas ser novia del heredero, cuantos lujos, respeto, la cima del mundo.-respondió mientras se ponía rubor.
-Jaja eres una zorra, escuche que una chica lo rechazo.-también comenzó a maquillarse
-¡Que tonta! Después de la ofrenda le confesaré mis sentimientos.-colocó brillo labial en sus carnosos labios
<<Eso si me molesto>>
Salí del baño, con el cabello alborotado. Las chicas quienes miraban por el enorme espejo gritaron de horror.
-¡Callense Malcriadas!.-las recoste en el suelo
-¿Quien eres?.-preguntó la rubia de voz gutural
-¡Eso no les importa! Solo no toquen a mi Issei o se arrepentirán.
-Si...si señora.- dijeron pálidas del susto.
Salieron del baño, habían olvidado sus cosas, en el clavo que estaba frente a la puerta había un lindo vestido negro. <<Odio esto pero es la única forma de que no me descubran>> me encerré de nuevo en el baño y lo coloque delicadamente sobre mi cuerpo, salí y parecía estar hecho para mi, puse un poco de maquillaje en mi rostro y cepille mi lacio cabello castaño.
<<Me recuerdas una historia pero no se cual, y te ves tan tierna>> <<Si estuvieras fuera, ya te hubiera pateado el trasero>> <<Ahora a infiltrarte>>
Fuera del baño estaba Amnesia esperándome.
-Morioka, ¿Por qué no obedeciste las indicaciones de Neoh?.-mascaba un chicle
-Necesitaba la seguridad de ver bien a mi familia.-agache la mirada.- y solo la tendré siendo yo quien los salve.
-Si algo te pasa, sera tu problema.-escupió el chicle
-¡Así sera!.-baje las escaleras
Las luces comenzaron a apagarse, la ofrenda comenzaría, al principio creí que sacrificarían una cabra o algo así. Pero en realidad eran mis hermanos.
-El día de hoy hermanos mios celebramos la casi derrota de los blancos, enemigos ancestrales, su jefe Shiro Toriyama esta en peligro de muerte, por una terrible pulmonía.-dijo el mismo hombre que vi en el elevador tiempo atrás.
Mi corazón latía acelerado de coraje.
-Pero no todo es Victoria.-continuó.- el enjendro que Fukase dejo se encuentra entre nosotros y según informes será heredero de La Mafia Blanca, pero hoy...acabaremos con el y la criatura habitara en su corazón.
<<Justo como Amnesia dijo>> <<Yume, huye, nos destruirán a ambos, si me desaparecen, tu también lo harás>> <<Eso me importa un carajo, solo quiero que los chicos y mis padres estén bien>>
-Con ustedes una muy bien merecida ofrenda.- dijo Issac con micrófono en mano.
El telón se abrió, Issac y el hombre se alejaron de su plataforma, mis hermanos estaban enjaulados. Entonces lo que jamás creí se hizo realidad como en una pesadilla mi madre y mi padre se habían puesto en el lugar de Issac y el hombre.
-Mis amados hermanos, el día de hoy como buena voluntaria he ofrecido a mis queridos hijos, por lo que dudo que el enjendro no este presente, mi amada Yume, se que estas ahí.-dijo mi madre muy elegante
Una lágrima cayó por mi mejilla, la limpie y el hueco en mi interior se hizo más grande. Detrás de mi estaba Neoh quien me alentó.
-¡Maldita Mentirosa! Además ¿Has enloquecido? esos niños te aman con su vida, hasta yo, perdí al amor de mi vida hoy, y tu y el me salen con eso, ¿Acaso toda mi vida ha sido una mentira?.-me tire al piso
-Un aplauso a la bestia.-río con gracia "mi padre"
Un anciano que estaba junto a Issac se levanto sorprendido de su silla.
-¿Hinami eres tú?.-tocio
-¡Hinami era mi madre!.-respondí con un nudo en la garganta
-¡Oh catástrofe! ¡La de esta noche! Parecida a la de hace dieciséis años, gritos de agonía los que daba esa tal Hinami.-me grito "mi madre"
Caí de rodillas al piso, mientras veía que las pupilas de los malcriados cambiaba a un rojo intenso y colocaban mascaras en su rostro.
El maboroshi comenzó a escurrir por mi frente ahora descubierta, mire al piso, el lugar comenzó a sacudirse, los malcriados parecían no sentirse asustados. Tome aire y seguí mi instinto como el abuelo me indicó. <<Libérate Jay>> fue lo último que recuerdo.

HABITANDO CON LA CRIATURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora