entre la vie et la mort

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-¿Sabes con que fin fueron creados los dementes?-Sonrió
-Eso no importa-limpie mi sudor
-Con el fin de que los humanos comprendieran que hay algo más allá de su entendimiento-lanzo su sombrero.
Hizo un leve acercamiento, subí mi defensa, pues este viejo es tramposo.
-¿Por que no solo atacas?-preguntó juguetón
El sonido se fue y solo se podía apreciar el de nuestro respirar. Hice un pequeño movimiento que me permitió darle un leve puñetazo que movió su enorme cara, volteo molesto y golpeo mi estómago, no sentí nada, de pronto vida su cara deformarse, como la del señor Issac. Volvió ese miedo, solo pude cerrar los ojos, al recordar a mis hermanos solo pude prepararme para lo que venía.
Shinji se acerco y me tomo por el cuello.
-No estoy para juegos mocosa-trato de absorber mi vida.
-El viejo siempre fue mejor que tú-me sofocaba cada vez más.
-Que débil eres, nunca has podido proteger lo que realmente amas, basura, Shiro murió por tu culpa-dijo serio
-Eso es una gran mentira-trate de safarme
-Jajaja claro que no, la noche que él murió todos estaban cuidando de ti, y no hubo nadie que velara por el en el hospital, de lo contrario alguien hubiera avisado que sufría de un ataque al corazón-se carcajeó
-¡Callate!-pude safarme-estoy cansada de esto!-mis ojos por fin habían cambiado
-Demente-susurro.
Corrí hacia el y pude hacerlo volar con una mano, se estampó en un horrible edificio, pronto llego mi padre lleno de moretones, e Issei, ambos cargaron a Kenshin lejos de ahí.
Shinji se levanto molesto, trató de golpearme pero pude esquivarlo. La luna apareció en su máximo esplendor.
Iba darle un puñetazo justo cuando detuvo mi mano.
-Sorpresa-enterro una pequeña espina azul.
Me sentí muy débil mi respiración se corto, todo estaba borroso, de pronto ya no sentía nada, sentía mi cuerpo flotar, creó que este es el fin, me dije a mi misma. Abrí los ojos me recorría una pequeña corriente en el cuerpo.
-Miren quien es-susurro una gutural voz-Yume!
-Ha llegado, todos saludenla-decian aquellas voces en la oscuridad.
-¿Donde estoy?-pregunte confundida
-Bienvenida al infierno, el único lugar donde pertenece un demente-rio locamente.
-Que gran mentira-me console yo misma.
-¿Mentira? Jajajajaja, has muerto y ahora eres nuestra-susurro una criatura, parecida a Jay.
-No no, aun no puedo morir-grite.
Todas rieron, pronto pude verlas.
-Estoy soñando-talle mis ojos-mentira mentira-tambien comencé a reir, me deje llevar.
-Esta demente, de lo más literal-dijo la voz de una mujer.

Issei

Yume, la única chica que ha hecho crecer una pequeña chispa en mi corazón, que poco a poco va creciendo hasta convertirse en una bella llama colorida, que evitara a toda costa los malos ratos para ambos.

Después de dejar a Kenshin en el hospital, el señor Kills me permitió ir a donde Yume para ayudarla; ya que, no sabemos él porque de todo esto.
Mis ojos se pusieron vidriozos, mi respiración se alentó, trate de pensar que solo estaba herida y cansada.
Los pequeños vagos de aquel hombre la miraban felices, no sabia que hacer, así que solo pude correr hacia ella.
-Yume!!!!-grite llorando
La tome en mis brazos aun llorando. La cargue y todos los presentes reían a más no poder, camine por las vacías y silenciosas calles.
Sentí a alguien caminar detrás mio, pronto se sentio un terrible escalofrío, voltee era una bestia de la oscuridad, las cuales habitan en los dementes.
-¿Pertences a Yume?-apenas pude preguntar.
-Si-susurro
-¿Por qué no estas donde ella?-apenas tenia aliento
-Ambos fuimos expulsados del cuerpo, la bestia vivirá en ella-acaricio el rostro de Yume- Hay amores que están sujetos a la tragedia-desapareció.
A paso rápido llegue a donde se reunía la mafia blanca, un lugar que sin Shiro parecía lúgubre, todos me miraron con rareza, pues era hijo del enemigo, cuando vieron el cadáver de Yume y mis lágrimas, dejaron de hacer lo que hacían y corrieron hacia ella.
-Fui incapaz de protegerla-dije triste
-No,aun eres capaz-respondio Amnesia.
-¿Como?-lo mire sorprendido
-Ve por Shinji, descuida sus hermanos también están bien, nosotros evitaremos que se la lleve, tú acaba con él-sonrió
-Salvala-dijeron todos a la vez.
Salí corriendo del lugar, fui a mi casa, tome la única cosa que deseaba heredar "Harukaze" la espada de mi abuelo, la puse sobre mi espalda y corrí hasta donde estaban los secuaces de Shinji.
-Por la mujer que amo-me dije a mi mismo.
-Tú aquí-bajo la mirada-la lágrima de dragón no tarda en hacer efecto, Yume sera un recipiente por completo. Un momento, tu eres hijo de Issac-comenzó a reirse-¿Que clase de lío amoroso es este?-apretó su puño.
Saque a la bella Harukaze 1.50 de puro filo, Lamí mis labios y ataque. Enterré la espada en su estomago pero la sacó sin hacerle daño, volvi a darle esta vez por el cuello, grito, y esta se quedo muy clavada tanto que no pudo safarla. Hizo señas a los secuaces para luchar, pude ver su piel putrefacta su asqueroso olor, acabe con todos a patadas,Shinji pudo safar la espada, mi respiración se agito mi adrenalina aumento.
-Un humano, enamorado de un demonio, y además bandos contrarios-me dijo tratando de golpearme, logre esquivarlo-tienes suerte de que vea doble.
Tome mi espada-Despidete-cerré los ojos, puse mis fuerzas en un solo ataque, directo al corazón, este solo cayo al piso.
-¿Donde están los niños?-se la clavaba cada vez más.
-Están en la terraza blanca-termine por enterrarsela para después sacarla e ir hasta el punto indicado.
Era un lugar baldío y poco concurrido, en el pasado un viejo restaurante de los más elegante, iba con mi padre y el ordenaba calamar verde para mi, pude visualizar a los niños, corrí hasta ellos, Lily me reconoció.
-Issei-bostezo
-Hola Lily, sube a mis hombros, pero ¿Donde están Taro y Henry?-me asuste.
En el piso más alto.
Ella y yo subimos, Taro lloraba al igual que Henry, no se como no pude escucharlos.
Tome a Henry de la mano y cargue a Taro, por suerte paso un Taxy el cual nos llevo hasta la mafia.
Los deje con sus otros hermanos a cargo de la abuela quien acaba de llegar y volví al Bar.

-¿Estas bien?-pregunto Neoh
-Si, Shinji a muerto, pero dijo algo sobre una lágrima de dragón.
-Oh claro-susurro el más viejo, se acerco a Yume-debe estar en sus manos-de un par de golpes hizo volar una espina azul.
Yume dio un aliento ahogador.
-Yume!-grite y corrí a besarla.
Me dio una tierna sonrisa-Hola Issei, ¿Que hago aquí?, estaba jugando cartas Akaioni-comenzó a reírse.
-¿Akaioni? Has enloquecido, solo personas con gran poder son capaces de hablar con el, por al menos treinta segundos y tu juegas cartas con él-le dijo Amnesia
-Si, lo que paso es que, después de ver a las criaturas, y reír por mucho tiempo, huyeron porque Akaioni estaba apunto de llegar entonces, yo no sabia a donde ir por lo que cuando llego, este comenzó a llorar porque fui la única que no huyó y le dije que jugar cartas lo animaría, así que hizo aparecer uno y resulta que nadie puede hablar más de treinta segundos por el, porque es lo mas que su poder le permite-comenzo a reír-volteo a verme, me sonroje-Vamos afuera-tomo mi mano y brinco de la mesa. Salimos.
-Te amo Issei-se paro de puntas, pero no logro alcanzarme; así que me agache y nos besamos- Akaioni me dijo que le diste sus buenos a Shinji, y que lloraste-la abrace.
-Te amo y no dejare que vuelvan a lastimarte-bese su frente-Eres lo único que tengo-vamos te llevare a descansar.
-Pero antes quiero comer-sonrio y tomo mi mano.
-¿Que quieres comer?-sonrei
-A ti-se carcajeo-mentira una dona-ñam-tapó su boca.
-Vamos le pediré a Clara que haga unas-la lleve a mi casa
-Hola Kuro-cargo al pequeño gato.
-Clara ya vine y traje a mi novia-Sonreí
-Bienvenidos, ¿Cena para dos?-por favor pero antes has unas donas-ordene
-Si joven-Clara se fue a la cocina.
-Ven Yume, quiero que veas la vista desde mi cuarto-la tome de la mano.
Entramos y estaba todo oscuro y ordenado como siempre, encendí la luz y Yume corrió a ver mi foto de pequeño.
-Que adorable eras-dijo nostálgica.
-Oh si-me senté en la cama
Yume me miro, como si fuera a atacar.
-¿Que pasa?-frunci el ceño
Comenzó hacerme cosquillas hasta que ya no podía mas.
-Mejor paro ya me dolieron los dedos-se acostó en la cama.
-Nunca te vayas-tome su mano
-Jamas lo haré, es una promesa-cerro los ojos y quedo profundamente dormida.

HABITANDO CON LA CRIATURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora