Apocalipsis I

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"Estrellas destruiré
Mi luna es de papel, tan negra que
No iluminará tu soledad
No ves que moriré, más no te dejaré
Pues tu alma tiene un resplandor, como la luna azul "

-Llegas temprano-susurro Astral en la oscuridad.

-Es mejor acabar con esto cuanto antes, además pareces niña de primaria citando-respondí sarcástica.

-Idéntica a tu padre, ¿dime no te duele que te haya abandonado?-dijo burlona, pronto salio de las sombras Astral.

Sonreí-Tuvo sus razones, además hay que saber perdonar-aprete el puño.

Astral se acerco a mi con seguridad-haz firmado tu propia muerte Kills-sonrió maliciosa, mientras sus ojos se oscurecieron por completo.

Mi respiración se torno agitada, estaba asustada e incluso llegue a arrepentirme. <<Estoy listo>>dijo Jay.

-He estado en manos de personas peor que usted, he incluso fui al infierno cuando morí, igual si eso vuelve a suceder, no importa, no puedo estar con la persona que quiero, ni ver a mis hermanos-estaba lista para golpearla. Pero ella se adelanto, me miro a los ojos, haciéndome sentir un terror inimaginable y me hizo volar hasta el otro lado de la habitación.
-¡Que dramática Yume!-sonrio dejando ver su hilera de colmillos, parecidos al del señor Blues.
-Usted que sabe-me levante débil, con sangre escurriendo de mi cabeza-al parecer solo le importa lo que consiga de los demás-corrí hacia ella, trate de golpear su estomago pero logro esquivarlo. Volví a hacer lo mismo, pero el resultado también lo fue.
-Inútil-me escupió, no todos estamos destinados a ser grandes-me tomo por el cuello.
-¿grandeza?, ¡Yo solo quiero una vida normal!-grite con mi poco aliento.
Astral río a carcajadas-es una pena, ya que, darás paso al Apocalipsis-me arrojo con fuerza al piso.
Quede inconsciente con esas palabras en mi mente, que pronto fui olvidando, hasta que un grito agudo me despertó. Me encontraba un habitación de color morado, muy animada por cierto, mire el reloj eran las ocho de la mañana y los gritos venían de abajo, se me dio por revisar lo que llevaba puesto, un vestido blanco, muy formal. Salte de la cama y baje lentamente por las escaleras, se escuchaban susurros. Al mirar completamente a las figuras, corrí feliz hacia ellas.
-¡Mamá, Papá!-los abrace
-¿Yume esta todo bien? Parece que no nos hubieras visto en años-acaricio mi cabello mi madre.
Pronto me percate que los gritos eran de la abuela Amanda que miraba una cinta de terror algo vieja-Si mamá, solo tuve un mal sueño, eso es todo-me acerque a la abuela y a Shiro-¡Viejo!-también lo abrace
-Estas rara niña-me abrazo.
-Yume Yume-siempre tan tierna, mi niña-me sonrió mi abuela.
Me pare de golpe, ¡Issei!, trate de salir a toda prisa de la habitación, seguro en este lugar todo era perfecto, pero al abrir la puerta solo había un vacío inmenso, todo era color blanco, incluso cuando mire por la ventana, me sentí perturbada.
-¿Donde estoy?-mi cabeza comenzó a dar vueltas, he incluso pude verme a mi misma repetir la misma escena, entonces tome una decisión.
-Cariño deberías quedarte-sonrió tétrica mi madre.
-¡No!-salí por la puerta y corrí entre todo el vacío, entonces algo helado recorrió mi espalda.
Abrí de golpe los ojos, mire un vacío terrible y oscuro, me percate que lo frío que tocaba mi espalda era mi propia sangre la cual salia de una rajada de la misma. El dolor era agudo, en el piso logre apreciar una mezcla de símbolos, los cuales mi sangre recorría, fue ahí cuando supe que moriría. Pronto Jay se hizo presente.
-Mi querida Yume, creó que pronto desaparece-se veía un poco transparente-lamento si llego a dejarte sola.
-No es tu culpa, yo me metí en esto, Jay ambos moriremos, ¿lo notas? Sin ti, soy como cualquier otro-dije tratando de calmar el dolor.
-No Yume, no lo eres, por mi culpa, pronto seras la bestia, no morirás, yo partiré y me volveré parte del olvido-beso mi frente.
-No puedo morir aún Jay, no puedo rendirme-hice movimientos bruscos, como tratando de liberarme-anda vuelve pensare en algo.
Solo asintió y volvió.
Escuche la puerta abrirse y por ella entraron cientos de malcriados, que pronunciaban palabras en un extraño idioma. Cuando sentía que nada de mi quedaba, me dejaron caer como costal al piso, Astral se acerco risueña.
-Gracias por hacer esto posible-logre distinguir su silueta-Ahora pequeña, ¿tus ultimas palabras conscientes?-sentí un filo frío en mi pecho.
-Bruja-cerré los ojos y sentí como en filo atravesaba mi corazón. Al mismo tiempo sentí calor, mucho calor, perdí la noción de quien era y pronto me encontré con una bestia, bastante parecía a Jay, que abrazaba al mismo y lo dejaba reposar.
-¿Yume Kills?-dijo con voz gruesa.
-La misma-respondí parada frente a la bestia.
-Que pequeña eres, no cabré dentro de ti-tomo mi brazo.
-Intentelo-cerre los ojos
-Pero antes debes saber, los humanos no están listos para mi llegada, por tanto debo castigar a quien me haya liberado. Por favor, ayudame.
Claro-sentí como mis músculos se comprimían, haciendo un leve grito de dolor.
<<Ya estoy>>río muy grave.
Me acerque a Jay quien reposaba-Viejo quería detener esto contigo, te prometo que volveré-lo abrace se sentía débil su aura.
-Vuelve sana mi niña-susurro.
Asentí y camine directo a la luz.
Desperté bañada en Maboroshi. Me pare tambaleando. Mire a Astral gloriosa.
-¡Estoy lista!-mis ojos se hicieron morados nuevamente.
-¡Amo!-grito Astral.
Me sentí viva de nuevo, mire maliciosa a los monjes, esta vez no me contendría. Hice temblar el piso e hice que aun par se los tragara el edificio. Salieron corriendo despavoridos.
-¿Goza de su poder?, amo-dijo satisfecha Astral
-Gozo de lo idiota que te vez diciéndome amo-reí.
-¡Mugrosa! Vaya que eres fuerte-dijo sorprendida.
-Bien dicen que nunca juzgues un libro por su portada-camine hacia ella.
Se quedo pasmada unos segundos-se supone que olvidaría todo, pero....-corrí hacia ella y logre golpearla-La bestia esta molesta y quiere descansar aun más.
-Aja, ¿Quieres mas sorpresas?, Issei...-dijo pacíficamente. Mientras Issei salia del vacío-el fue quien corto tu espalda.
Lo mire, tenia la vista perdida.
-¿Amor?-sentí mi corazón quebrarse-fui directo a abrazarlo, pero me empujo.
-Perdoname Yume, ella me obligo, yo te amo, pero no podre estar bien sabiendo que te hice daño-tomo la espada con la cual Astral atravesó mi corazón.
-¡No! ¡Suelta eso!-grite.
Pero fue imposible, Issei se atravesó con la misma.
-¡Issei!-grite llorando para pronto correr a abrazar su cuerpo-esto no tenia que terminar así, no tu no, todo esto es mi culpa-lo abrace con fuerza.
-Que triste escena, te extrañare sobrino-interrumpió Astral.
-¡Callate!, no entiendo como es que no sientes nada-la mire fulminandola con la mirada.
-¿Tú que sabes?-agacho la mirada.
Llego corriendo mi padre, con la respiración agitada.
-Hija, ¿esta todo...-miro el cadáver de Issei.
-¡No te lo perdonare!-corrí con furia hacia ella, golpeando su suave rostro, que no tardo en hincharse, patee su estomago tirándola al piso-Alguien como tú no merece vivir.
-Basta de juegos-se levanto molesta y nostálgica-¿Te sientes como la única que ha perdido algo?-agacho su cara hinchada, para después lanzar una mirada fulminante.
-Así que...¿todo esto es mi culpa?-se acerco por detrás mi padre a Astral-no había porque condenar a este par...¡no!, ¿me escuchaste?-grito molesto mi padre.
-¿Papá?-no comprendía sus palabras-¿Que mas escondes?-grite-¡estoy harta de secretos!-me senté de cuclillas a llorar.
-¿Yume?, ya no llores-susurro mi padre, antes de ser partido en dos por Astral.
-¡Papá....!-abrí los ojos como platos...

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2016 ⏰

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