Learning To Love {Sunggyu & Myungsoo}

Capítulo 15.

-Hayley, hola. Espero no haberte tenido mucho tiempo esperando dado que hace frío.
-Está bien, llegué hace unos minutos. Y además, me gusta el frío...Es...limpio.

Una sonrisa apareció en su cara, y sus ojos se volvieron una linea casi invisible. No pude evitar que mis comisuras se curvaran un poco hacia arriba, pero por alguna razón no sonreí completamente. Una sensación de rareza me invadió. Se acomodó junto a mi, con las manos en los bolsillos, los pies en dirección perpendicular y mirando al suelo.

-Pasó mucho tiempo...-soltó de golpe-¿Qué ha sido de ti?

Estoy embarazada, dejé el estudio, mis padres me echaron de casa, tengo novio y vivo en un departamento con él y no he dejado de pensar en tí.

-No mucho...¿tu?
-Tampoco.

Se formó un silencio donde solo se escuchaban las hojas secas siendo arrastradas contra el pavimento por la brisa otoñal. Luego de unos segundos abrió la boca.

-¿Por qué desapareciste?...

No había preparado una respuesta para esa pregunta. No sabía por qué lo había hecho. No tenía respuesta.

-Yo eh...yo...Yo...

Comencé a tartamudear. La mirada de Sunggyu se mantenía sobre mí, llena de dolor, esperando por alguna justificación ante mi acto. Miles de pensamientos se agolparon en mi cabeza, y mi labio inferior comenzó a temblar. Escondí mi cara entre mis frias manos y comencé a llorar. Luego de unos segundos sentí como el brazo de Sunggyu se deslizaba sobre mis hombros, para acercarme a el y apretarme contra su pecho, dándome espacio para que me desahogue. Esperó a que me calmara un poco, y deslizó su mano de arriba hacia abajo sobre mi espalda repetidamente, de manera tranquilizadora.

-¿Pensabas que iba a ser como las personas que me habías mencionado? -comenzó a hablar entre susurros, muy suavemente-¿Creíste que al despertar me iba a despedir de tí, y que te iba a decir que lo sentía pero que debíamos tomar diferentes caminos? No iba a hacerlo. Eres especial, quería saber más de ti. Mi mente y mi corazón me gritaban "no la dejes, no puedes perder a alguien como ella". Y tenían razón. Me dolió mucho haberte perdido. Te busqué por todas partes por mucho tiempo, pero no habías dejado ni una nota. Todo lo que sabía era tu nombre... Nunca he dejado de pensar en tí, no quería separarme. ¿Crees en el amor a primera vista? Yo no creía hasta que me sucedió. ¿Por qué te fuiste?...

Lo miré a los ojos mientras una lagrima rodaba por su mejilla. La limpié con mi pulgar y tragué saliva. Intenté abrir la boca para hablar pero antes de que pudiera decir una palabra, sus labios estaban sobre los mios. Y el mundo desapareció, solo eramos él y yo. Me besó con pasión, demostrandome todo lo que me había extrañado. Mi mente no reaccionaba correctamente, no entendía lo que sucedía, no lo podía procesar, pero mi cuerpo actuaba por si mismo, mostrando su desesperación por vovler a estar así de cerca de él. Su mano se posó en mi cintura y con un movimiento un tanto brusco me acercó a su cuerpo, logrando que no haya distancia entre nuestros pechos. Mi mano subío de su cuello a su mejilla y mi pulgar la acarició con mucha suavidad. Aún había un pequeño tramo mojado a causa de las lágrimas que no habia podido evitar. Nuestros labios se acariciaban, se decian "te necesito, te extraño" sin la necesidad de ponerlo en palabras. Su boca se abrió un poco e imité su acción, intensificando el beso. Su lengua se deslizó dentro de mi boca y danzó junto a la mía, lentamente, reencontrandose. No sabía cuanto tiempo habíamos estado besandonos, si diez minutos, una hora o solo un par de segundos, pero estaba impreso en mi mente.

Finalmente se separó y me miró a los ojos. Sus labios, rojos a causa del beso, y su respiración agitada por la intensidad del mismo. Pero se manejó para decirme:

-Te he extrañado tanto.

Y sus brazos me rodearon, uniendonos en un dulce abrazo. Uno de esos abrazos que reúnen todos los pedazos rotos dentro de ti y los vuelven a juntar. Cerré mis ojos y dejé que estos pedazos se junten. Sonreí sin que me viera. Éste era mi lugar. Sus brazos, sus besos, su sonrisa, sus palabras. No necesitaba de nada mas para ser feliz.