Learning To Love {Sunggyu & Myungsoo}

Capítulo 4.

        Desperté la mañana siguiente en mi casa. Por un momento, creí que todo había sido un sueño, pero el dolor de cabeza comenzó a taladrarme enseguida, haciendo que automaticamente descarte la teoría. Apreté los dedos contra mi sien, intentando aliviarlo, en vano. Miré la hora en mi telefono. Eran las dos y media de la tarde. Había dormido como los animales. ¿Dónde diablos se había metido Amy? Seguro había pasado una gran noche con su novio. Bah. ¿Cuándo no lo hacía? Me senté en la cama y todo comenzó a dar vueltas. Solté un quejido de dolor y me mantuve lo más quieta posible hasta que todo estuvo en su lugar de nuevo.

        Con lentitud y cuidado, me paré y me fuí al living. Aún con mis 22 años, vivía con mis padres, pero estos trabajaban mucho o siempre estaban en viajes de negocio. Mi madre insistía en que me comprara mi propio departamento, o incluso que ellos me lo podían regalar, pero mi papá estaba en completo desacuerdo. Le parecía una locura que su "princesa" lo deje para estar sola. Tenía miedo. No se de que. Ellos siempre me educaron como una niña buena. Creen que saben todo de mí, pero en realidad...no saben nada. Ellos creen que yo voy a la facultad de ingeniería como ellos querían que vaya, pero en realidad voy a la de psicología.

        Me hice un café, tomé una aspirina y me senté en el sillón. La imagen de Sunggyu apareció en mi cabeza. Sus dedos entrelazados con los míos, sus labios sobre mi boca, su peso sobre mi cuerpo. Tenía que dejar de pensar en él. Fue una cosa de una noche. No se iba a repetir. Bebí un sorbo de mi café e intenté distraerme. Pensé en que haría ese día. Era domingo, y estaba sola. Miré el calendario y recordé que hoy mi mejor amigo volvía de un viaje de tres meses a Busan. Sus padres tuvieron que ir por trabajo y el quiso ir.

        Sonreí. Extrañaba demasiado a Myungsoo. No podía esperar a verlo. Terminé mi café y me cambié. Me sentía un poco mejor, la resaca había abandonado mi cuerpo un poco. Miré de nuevo la hora. Las tres y cuarto. Busqué por mi cuarto el papel donde mi madre me había anotado el horario en el que Myungsoo llegaría. Sus padres se quedarían en Busan, y él viviría con nosotros un tiempo. Finalmente, lo encontre en mi plancha de metal, detrás de una foto con él. Llegaría a las 4 y media. Estaba algo tarde. Un viaje desde mi casa hasta el aereopuerto tomaba al rededor de cuarenta y cinco minutos y quería estar ahía cuando él llegue. 

        Tomé mi cartera con dinero, mi celular y mi iPod, mis auriculares, las llaves de la casa y las cosas innecesarias que nunca quitaba. Bajé las escaleras y me tomó quince minutos encontrar un taxi libre. Cuando por fin hallé uno, me subí y le pedí que me llevara a mi destino. Tomé mi iPod y me coloqué inmediatamente los auriculares. No podía resistirlo. Amaba los viajes en auto escuchando auriculares y pensando, ya sean de cinco minutos o de cinco horas.

        Me pregunté como se vería, qué tan cambiado estaría. La gente puede cambiar mucho en tres meses, ¿seguiría siendo el mismo Myungsoo que solía ser? Tomé aire y rogué que sí. Me miré en mi espejo de mano, até mi cabello con media coleta siendo sostenída por una cinta de raso blanco, atada en un moño. Me puse un poco de brillo labial y le sonreí a mi reflejo. Busqué mi telefono y encontré un mensaje de Amy, pidiendome que la llame. Le respondí que estaba en camino a buscar a Myungsoo, que la llamaría luego y que le tenía que contar algo. Lo se, la mataría con la espera, pero necesitaba que sepa que hablaba en serio con que la llamaría. Ella no confía en que le devolveré una llamada.

        Despues de un largo viaje, le pagué al taxista, me bajé del auto y caminé dentro del aereopuerto. Busqué con los ojos un cartel con los vuelos y por fín lo encontré. Decía que el vuelo de Busan estaba a tiempo. Miré la pantalla de mi iPod. Debería estar llegando en quince minutos. Me compré un chocolate en un kiosco para gastar algo de tiempo y hacer la espera mas corta, pero antes de que me diera cuenta, la voz de los parlantes anunció que el vuelo en el que Myungsoo venía había arrivado. Mi corazón dió un vuelco de mi pecho y me paré con rapidez para ir a su encuentro.