Pasó un mes desde mi noche de locura. Aún no podía olvidarla. A las dos de la mañana, cuando estaba sola, mirando al techo y sin poder dormir, el recuerdo aparecía. También lo hacía en el medio del almuerzo en la universidad, a las dos de la tarde. Y en mis sueños. Sunggyu era una cosa que no se borraría. Había significado algo, por más que intentaba convencerme a mi misma de que fue solo una noche y que muchas chicas lo hacen y luego borran todo recuerdo. ¿Qué tenía este chico que impedía que mi memoria abandonara lo sucedido? ¿Por qué era tan especial, si a penas lo conocía y hace un mes que no sabía nada de el?
Mi relación con Myungsoo se había modificado un poco. Amy había chillado y llorado como loca al verlo. Desde pequeños somos un trío inseparable, y ella lo amaba tanto como yo. Sungyeol y él se habían hecho amigos antes de que Myungsoo se fuera, así que tambien el alto lo recibió cálidamente. Mis padres aún no volvían, pero lo harían la semana siguiente. La casa seguía siendo solo Myungsoo y yo. Él era un chico respetuoso, jamás habíamos tenido alguna clase de inconveniente al vivir juntos. Era muy responsable, lo contrario a mi, así que a veces se comportaba como mi padre.
Últimamente también había estado saliendo mucho. Amy tuvo la maravillosa idea de hacer "citas dobles" aunque el morocho y yo no somos nada, y mi mente no dejaba en paz al chico del club. La mayoría de las citas en algún momento se volvían incomodas, ya sea porque Amy y Sungyeol estaban a los besos o porque comenzaban a hacer preguntas incómodas. Mi mejor amiga apoyaba la pareja que hacíamos. Y yo solo quería esconderme bajo una piedra.
Myungsoo era lindo. Hermoso. Un principe. Si, me gustaba. Lo había hecho por mucho tiempo. Pero no quería que nuestra relación cambiara por nada del mundo. Era mi mejor amigo, y me moriría si lo perdiera. Era una de las cosas que más me importaba en este mundo. No dejaría que un sentimiento confuso se interpusiera entre nuestra amistad e historia. Además, Sunggyu...Lo se, no he dejado de mencionarlo. Pero me invadía.
Quería saber de él. ¿Pensaría en mí? ¿Recordaría la noche que tuvimos? ¿Habrá significado algo especial para el? ¿O fui una más? ¿Qué estaría haciendo? ¿Dónde viviría? ¿Cómo podría hacer para verlo? Si me encontrara de nuevo, ¿se acercaría a mi? ¿Me abrazaría? ¿Me besaría? ¿Comenzaríamos algo serio juntos? ¿O simplemente no quiere saber nada más de mi?
Me levanté el viernes, y agradecí que era el último día de la semana. Me senté en la cama y tuve un mareo que hizo que me recostara de nuevo. Mi estómago se revolvió y sentí nauseas. Decidí no ir a la facultad. Por alguna razón me sentí mal. Intenté pararme de nuevo, lentamente. Caminé con pesadez hasta el baño y me arrodillé junto al inodoro. Esperé unos minutos, y cuando creí que se me había pasado, vomité. Tardé unos momentos en acomodarme y apretar el botón para que el agua fluya y se lleve el líquido ácido.
Me senté en el frio piso y tomé aire profundamente. ¿Habría pillado algún virus? No lo sabría. Me paré cuando dejé de sentir el mareo y me lavé los dientes. Me miré al espejo. Mi cara estaba pálida. Salí con mi mejor sonrisa, para no alarmar a Myungsoo.
-Buenos d..diablos Hayley, ¿qué te pasó?
-No me siento bien.
-Si, se nota.Apoyó sus labios en mi frente con dulzura.
-Estas caliente. Ve ahora mismo a la cama. Te llevaré un pañuelo mojado para la frente y te haré una sopa de fideos.
Respondí a sus órdenes y me recosté. Al rato, él apoyó la tela fría en mi frente y dejó la sopa en mi mesa de luz. Llamó a la universidad para notificar mi estado, y a Amy para pedirle que luego me pase los apuntes, y claro, para pedirle que me visite un rato. Me besó la mejilla y se fué a trabajar. Suspiré. Al estar sola, comencé a pensar de más. Y otra vez Sunggyu entró en mi mente. Fruncí el seño. ¿Cuánto había pasado? Abrí un cajón de mi mesa de noche y tomé una libreta donde tenía anotado mi ciclo menstrual.
¿Cómo es que no había notado que llevaba una semana y media atrasada?
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Learning To Love {Sunggyu & Myungsoo}
FanficLuces. Música fuerte. Gente bailando. Fue obra del destino. Se besaron. Se amaron por una noche. Y al día siguiente, ninguno sabía nada del otro...