Sinopsis

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Siguen corriendo por sus vidas, la vieja costumbre de la raza humana, son tan torpes.

Faltan segundos para que su preciada y perfecta vida acabé, pero ellos siguen buscando la manera de sobrevivir.

- ¡Rápido! !suban si desean vivir!

Gritaba uno de los pocos soldados que desea salvar a más personas que no sean importantes, algunas madres suben a sus pequeños hijos a las cápsulas que evacuaran a algunos pocos humanos.

Los niños llorar y suplican a sus padres que no los dejen solos, pero sus súplicas son gritos al vacío, son jóvenes, sus palabras no valen aún.

En la última cápsula se encuentra una pequeña familia de cuatro, el padre, la madre y los hijos, un varón y una niña de aproximadamente 6 y 4 años. La niña, arrastra a su hermano hacia la cápsula mientras el niño llora incontrolablemente por su madre, quien con lágrimas en los ojos, mira a sus pequeños hijos ir hacia su única salvación.

La niña sigue tratando de ser fuerte, pero sigue quebrandose por dentro. La niña logra meter a su hermano y ella justo a tiempo, las puertas se han cerrado y la cápsula comienza a ascender hacia las estrellas.

- ¡MAMÁ! - grita el pequeño niño mientras lo abraza su hermana, que ahora también se desborda en llanto.

- Te prometo que estaremos bien - dice entre sollozos la pequeña niña.

Un soldado toma en brazos al pequeño niño y de la mano de la niña los lleva a lo que será su habitación por el resto de su larga estadía en la gigantesca cápsula que los mantenía a salvo de su destrucción.

La niña no dejó que su hermano se acercará a la escotilla que permitía ver su antiguo hogar, porque lo único que vería sería la destrucción de este mismo. Ella escuchaba los millones de gritos de agonía de las personas que no habían abordado las cápsulas, el meteorito que todos afirmaban que nunca llegaría a acabar con la tierra, llegó, dejando a solamente el 45% de lo que alguna vez fue la raza humana.

Ella abrazó a su hermano y lloraron hasta que cayeron en los brazos de Morfeo. Pero lo único que conseguían era tener pesadillas con el infierno que vivía la Tierra en esos momentos. Millones de vidas acabadas.

7 cápsulas salieron de la Tierra, todas pobladas de personas importantes y algunas no tanto, pero lo que más perduraba en estas eran los niños que habían sido abandonados para que se salvarán, parecía cruel ante sus llorosos ojos, pero era para mantener segura la existencia duradera de la raza humana.

Los niños eran educados y criados por las únicas personas que no les importaba su nivel, los militares.

Eran criados para luchar y sobrevivir, esa era su única tarea, su único deber. A los débiles se les era forzaba a ser fuertes y a los fuertes se les explotaba todo su potencial.

Eran tiempos duros, en especial para los niños que no pertenecían a ningún nivel importante, la milicia se volvió su familia, pero una familia de altas expectativas nunca será una buena familia. Varios niños enloquecidos o afectados por la depresión se quitaban la vida, eso era malo, ya que reducía el número de sobrevivientes.

Comenzaron a observarlos, a encerrarlos, los dejaban en habitaciones en las que las personas de alto nivel tenían completo poder. Todos los niños eran sometidos a pruebas psicológicas para comprobar su nivel suicida, la mayoría salían limpios, todos temían a la muerte.

- ¿Crees que cuando muera los volveré a ver? - pregunta el niño que tanto deseaba volver a ver a sus padres.

Su hermana lo mira temblando.

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