Es Hora de Comenzar la Fase Dos [A Newtmas Fanfic]

Capítulo Diez.

- ¡Eres un cobarde! -Le grité. -No puedo creer que dejaste que Minho haya ido al laberinto solo.

-Minho es corredor. -Respondió trasladando cajas de un lado a otro.

- ¡Yo también!

-Mi deber es protegerte, eso dijo Alby. -Y no se dignaba a mirarme a los ojos.

-Puedo cuidarme solo.

-Eso es mentira. -Negó. Y lo tomé fuerte del brazo, haciendo que se cayera todo lo que estuviera entre sus manos.

-No te necesito. -Escupí

-Novato, suéltame en este instante. -Comenzó a levantar la voz y yo apreté más fuerte mi agarré. -Me duele, suéltame ahora.

Puso en peligro la vida de Minho.

Me engañó, haciéndome creer que el jefe de los corredores no había ido al laberinto esa mañana.

Cuando si lo había hecho.

Y solo.

- ¡SUÉLTAME! -Gritó y en menos de un segundo, sentí un fuerte golpe en mi cabeza.

Caí de rodillas al piso para luego quedar boca abajo en el pasto. Perdí el sentido de orientación y audición, todo se volvió negro al sentir el espeso líquido rodar por mi frente.

Al abrir los ojos, me encontré con el suelo del foso. Me habían encerrado nuevamente, estuve unos minutos tirado en el piso acumulando la fuerza suficiente para, por lo menos, sentarme. Cuando mis brazos comenzaron a levantar mi tren superior una voz me interrumpió.

-No te muevas muy brusco. -Era Chuck, lo reconocía.

- ¿Qué sucedió? -Pregunté cuando un agudo dolor me golpeó en la parte trasera de mi cabeza.

-Gally te noqueó con una silla. -Explicó el rizado. -Creyó que habías sido picado y que estabas atacando a Newt.

Woah. Eso explicaba la venda.

- ¿Por qué estoy aquí? -Cuestioné. -Nuevamente encerrado.

-Idea de Gally. -Ha estado repitiendo ese nombre en los últimos minutos más de lo deseado por mi sentido auditivo. -Dijo que avisara cuando te desperta... -Luego se interrumpió. -Vuelvo de inmediato.

Chuck salió corriendo hacia el refugio y en menos de cinco minutos, se encontraba de vuelta con el fuerte y el rubio.

- ¿Cómo dormiste? -Sonríe irónicamente el fortachón.

Me tomé mi tiempo para cortarlo en pedacitos con la mirada, el rucio miraba el pasto seriamente.

-Hey, ya te sacaremos de aquí. -Continuó. -Pero primero, quiero que respondas algunas preguntitas. -Asentí. - ¿Dónde estabas ayer en la noche?

Mi cuerpo entero se tensó, ¿cómo se dio cuenta? Intenté no mirar a Newt pero de reojo noté como escondía su cara.

-Fui a caminar. -Contesté. - ¿A que se debe esta pregunta?

-Simplemente encontré insólito que un habitante deje su hamaca por la noche y más si eres tú.

-Gally. -Newt lo interrumpió pero el otro siguió.

-No confío en ti, estoy seguro que robaste comida u algún otro material para tus juegos diabólicos.

¿Y este que se inyectó?

- ¡Gally! -Exclamó su compañero. -Gracias, yo me encargo.

Siendo el jefe, después de Alby, merecía la obediencia de los habitantes, por lo que me dejaron a solas con él. Dobló sus rodillas para quedar a mi altura.