Es Hora de Comenzar la Fase Dos [A Newtmas Fanfic]

Capítulo Once.

Me dio una última mirada antes de caminar a la enfermería. Definitivamente teníamos problemas. Me dejé caer apoyando mi nuca en mis manos, de espalda. Pero no pasaron ni diez minutos cuando Gally apareció en mi campo visual.

- ¿Qué le hiciste a Newt? -Preguntó desde lejos pero mientras más se acercaba, más agresivo se veía.- ¿Qué le hiciste? -Exclamó cuando abría la puerta. Joder. Me tomó del cuello de mi camiseta. - ¡RESPONDE!

- ¡Solo hablé con él!

Me empujó, haciéndome chocar contra la pared detrás de mi.

-Tu deberías desaparecer y todo estará bien. -Escupió.

- ¿Por qué estás aquí? -Ignoré su reciente comentario para centrarme en lo que en realidad estaba pasando.

-Alby te necesita. -Concluye y sale del pozo. -Y creo que no está muy feliz.

Lo más rápido que mi cuerpo me dejó, entré al lugar. Estaban todos mirando en silencio todos los movimientos que hacía el jefe, o sea, ninguno. El chico estaba sentado, dando la espalda al público. Apenas llegué, me recibieron con fuertes miradas, excepto un chico de cabellos dorados. Minho me dijo que me acercara al recién despertado.

-Alby. -Susurré una vez cerca. - ¿Estás bien?

Comenzó a sacar lágrimas. ¿Qué le sucede al mundo que está tan sensible? ¿Seré acaso yo muy directo? Negaba repetidas veces.

-No lo creo. -Susurró. -No podremos salir.

- ¿De que hablas? -Cuestioné

-Lo vi todo. -Alby intentaba aguantar su llanto.

- ¿Que viste?

-A ti. -Y dijo.

Una ola fría me subió por la espalda. ¿Yo? Todos tenían su mirada en mi y mi mandíbula cada vez caía más. Ruidos fuertes comenzaron a sentirse desde el Área.

- ¿Por que lo hiciste, Thomas? -Pero eso no le importaba al jefe y seguía hablando. Una lágrima cayó por su mejilla. - ¿Por que viniste?

- ¡NO PUEDE SER! -Se escuchó un grito desde afuera. Me levanté asustado.

-Todo es tu culpa. -Alby terminó.

Cuando salimos de la enfermería, los habitantes corrían de un lado a otro como hormigas asustadas, con antorchas en sus manos por la falta de luz que la noche otorgaba. Necesitaba información.

- ¡Hey! -Agarré a Winston. - ¿Qué sucede?

-Las puertas no se cierran. -Y siguió corriendo.

Mierda.

Todos corrían sin saber hacia donde escapar, nos acercamos a la entrada del laberinto esperando algún movimiento de las enormes compuertas, pero nada. No se movía y me aterra pensar que no se moverían. Hubo un silencio hasta que un horrible sonido hizo que todos pusiéramos nuestras manos en nuestros oídos, balanceando el volumen. Cuando pude identificar de donde venía, observé como las paredes del Área comenzaban a moverse.

Una, dos, tres puertas más aparecieron. Estábamos expuestos a todo. Teníamos cuatro entradas dispuestas a dejar pasar lo que se le ocurriera acceder al Área.

- ¿Y eso? -Susurró Minho.

Había que actuar, más rápido que los Penitentes pero cuando vi la cara choqueada de Newt, empecé a dar órdenes.

-Chuck. Ve al refugio y bloquea todas las puertas. -El pequeño asintió. Luego me siguieron otros. Gally.

-Winston, ve con él. Tú, busca a los demás y diles que se oculten en el bosque. ¡Ya! -Gritó.