Justin y Kim, tras escaparse del colegio, fueron hacia el parque, nada fuera de lo común.
-Vamos ahí?- preguntó Kim a Justin, mientras señalaba los columpios. Justin rió y asintió.
Kimberly se apresuró un poco y subió a uno de los columpios. Miró a Justin, quien sonreía mientras veía a Kim actuar como niña pequeña.
Intento varias veces valancearce ella misma, pero lo único que consiguió fueron intentos fallidos.
-Justin?- lo llamó tímida. -Puedes valancearme?
Justin sonrió y se acercó.
-Claro.
Comenzó a valancearla, mientras Kim reía y le pedía que aumentara la velocidad.
-No quiero que caígas, Kim.- dijo Justin. Kim rodó los ojos y esperó unos segundos a que el columpio se detenga y bajase de el.
-Gallina.- murmuró mientras caminaba hacia una banca, típicas de las que hay en los parques.
-Oye, no me insultes ¡podrías haber caído!- reprochó Justin. -Probablemente, te ahorré una visita al hospital.
Kim rió y rodó sus ojos.
-No seas taaan exagerado, Biebs.
-Okay, okay...me callo.- rió levemente. -Oh, ¿quieres ir por un helado?
-¡YAAY! Pensé que no lo preguntarías nunca.- Kim daba saltitos como una niña.
-¿Sabias que te preguntaría eso?- Justin enarcó una ceja.
Kim se encogió de hombros y sonrió.
-Talvez si.
Luego del helado y estar un tiempo más en el parque, Justin acompañó a Kim hacia su casa.
-Gracias por este día, Justin.- dijo Kim mientras que estaba parada en la entrada de su casa, apoyada sobre la puerta. -Me divertí demasiado, ojalá se repita.
Justin sonrió.
-Se repetirá, lo prometo.
Kimberly dejo escapar una risita nerviosa y se acercó al rostro de Justin, depositando un beso en su mejilla.
Dirigió su mirada a Justin, que estaba levemente sonrojado.
-Adiós.- habló Kim rapidamente, y sin obtener respuesta por parte de Justin, se adentró a su casa.
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