Ya era el cuarto día, la última oportunidad de hablar tranquilamente con él.
Apenas pude verle en todo el día, porque al ser esta la última noche, eran los bailes y la predespedida. Mientras ellos hacían el ensayo general, nosotros estábamos en la puerta esperando a que saliesen para ensayar nosotros después. Cuando salieron, se podría decir que me lo tragué literalmente; me di la vuelta y me choqué contra él, sólo se limitó a sonreír e irse por otro camino. Antes de que yo pudiera disculparme ya se había desvanecido.
Más tarde, en el descampado, lo encontré de nuevo sólo, con el balón de rugby en las manos, me acerqué a él y comenzamos a hablar; me dijo que mis amigas le presionaban diciéndole cosas de mi, mientras yo me ponía roja de vergüenza. Hablamos de cómo TODOS (incluidos monitores y profesores de cada colegio) nos estaban observando desde la cristalera o bien desde los arbustos. Yo estaba muy nerviosa y creo que él se dio cuenta, y acabó diciendo "Cuéntame algo que no se de que hablar", y yo me limité a responder "no sé, cuéntame algo tu". Cuando se me ocurrió que preguntarle se lo dije, le pregunté si iría a FeyeCanción (un concurso en el que había que componer una canción y presentarla delante de todos los colegios de la fundación, y cada canción recibiría un premio de una categoría diferente), me dijo que sí, y que ese año se celebraría en su colegio. No me quiso decir cómo irían vestidos, me dijo que era sorpresa, y me tocó aguantarme con la intriga.
Nos fuimos a cambiarnos para hacer los bailes. Cuando los dos habíamos acabado de bailar, Irene y Juan nos hicieron una encerrona y acabamos sentados juntos. El silencio era bastante incómodo en verdad, ya que no sabíamos de que hablar, pero finalmente el rompió el hielo diciendo:
Alex- Cuéntame algo, que quiero hablar contigo pero no se me ocurre que decirte.
A lo que yo le dije:
Raquel- Me pasa lo mismo, piensa algo venga.
Alex- ¿Tienes hermanos?
Raquel- Sí, uno de 18 años, ¿y tú?
Alex- Sí, uno también, de 23 años.
Estuvimos un rato hablando preguntándonos cosas de ese estilo, hasta que su profesora intervino:
Profesora: ¡Pero Alex! ¿Qué haces ahí sentado? Vente aquí conmigo anda.
Y me lo raptó, literalmente.
Al rato, no sé si convenció a su profesora o se escaqueó, pero volvió a mi lado, ambos nos reímos y me explicó lo que le habían dicho.
Hablamos un rato más hasta que empezaron las despedidas y la entrega de diplomas. Me senté con las chicas de otros colegios, puesto que estábamos todas abrazadas llorando.
Llegó mi turno, todo mi grupo subió al escenario y ya que Óscar como era nuestro monitor, nos entregaría los diplomas. Yo seguía llorando, pero cuando Óscar me llamó para darme mi diploma, le abracé llorando aún más, mientras él me decía que me iba a echar de menos, y yo lloraba más fuerte aún.
Al acabar pusieron un vídeo con todas las fotos que nos habían hecho en esos días. Estábamos todas llorando cuando nos dijeron de irnos a dormir, así que con clínex en mano, fuimos hacia la habitación. Laura y yo íbamos abrazadas, cuando de repente me soltó y corrió hacia Alex, yo corrí detrás, ella le pidió un abrazo y él se lo dio. Después se lo pedí yo, y me volvió a abrazar. Subimos a nuestra habitación e íbamos abrazándonos una a una, todas (o la gran mayoría), llorando. Nuestra última noche juntas...
Nos fuimos cada una a nuestra litera, pero se seguían oyendo sollozos por todas partes y así no había quién durmiese.
Ya que iba a ser nuestra última noche juntas, decidimos pasárnoslo bien, aunque nos regañasen por hacer ruido. Cogimos las chuches que todas teníamos guardadas para el bus y empezamos a comérnoslas haciendo el menor ruido posible. Estuvimos contándonos cosas y comiendo chuches 1 h y media más o menos, hasta que nos quedamos dormidas.
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Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.
Romance¿Supondrá la distancia un problema?