Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.

Noviembre

Seguimos hablando, me hablaba un poco mal, pero al menos me hablaba. Me bastaba con que me hablase, aunque fuese borde.

Un día me habló un viejo amigo que había visto en la feria después de bastante tiempo y me dijo que teníamos que quedar un día, que hacía mucho que no nos veíamos. Unos días después quedé con él, y a los pocos días le dijo a mi mejor amiga que yo le gustaba. Pero que quería ir despacio y no iba a tener prisa en decírmelo. Mi amiga me lo dijo, aunque él tampoco esperó mucho, pues a la semana más o menos me estaba diciendo que le encantaban mis ojos o diciéndome lo guapa que iba (aunque yo me vise penosamente mal). Empezamos a quedar más, salíamos "en parejas", mi amiga y su novio, y él y yo. Nunca pasó nada, sólo éramos amigos, y lo seguimos siendo.

Yo no sabía qué hacer, porque yo aún sentía algo por Alex, aunque me tratase mal o me vacilase a todas horas, pero yo no elegí conocerle, y mucho menos, enamorarme de él.

No quería decepcionar a Carlos (así se llama mi "amigo"), pero no me veía preparada para empezar algo con alguien que no fuese Alex, pues era ya mucho tiempo el que llevaba por él, y quiera o no, mi corazón aún, tristemente, le pertenecía.

Seguí hablando con Alex, cada vez menos, pues siempre era yo quien le hablaba y a veces no tenía tiempo, o bien me cansaba de ser siempre yo quien iniciase conversación.

Le hablé a los pocos días y me dijo que estaba ocupado, que tenía que estudiar.

Le seguí hablando y siempre me decía lo mismo, "estoy ocupado" o "estoy haciendo deberes/estudiando". Hicimos una prueba una amiga y yo, y cuando le hablaba ella, incluso le sacaba tema de conversación o le decía que se aburría y que le contase algo.

Hablé con él y le pregunté por qué hacía eso, a mi me ignoraba o me hablaba mal y a ella le hablaba perfectamente. Me dijo que como sabía para lo que ella le hablaba, pues lo hacía así. Le dije que sabía que nunca le había gustado, y que si tan difícil era habérmelo dicho en vez de hacerme falsas esperanzas durante casi 9 meses, me contestó que sí, un simple "Si", le pregunté que por qué, y no me supo contestar.

Le dije que prefería que me dijese la verdad y así le dejaría en paz de una vez, pero que quería oír esas palabras de su boca, que además mis amigas me decían que pasase de él y me decían que le olvidase, pero yo no podía hacerlo.

Se limitó a decirme que tomase decisiones yo sola.

Acabé dicha conversación diciéndole "No sé si estarás esperando algo o me estás dejando que siga detrás de ti como una imbécil. Pero ten cuidado porque cuando te quieras dar cuenta va a ser tarde, y no te vas a hacer una idea de lo que has perdido, o estás perdiendo".

No me contestó, ahí quedó la conversación, y con ella un corazón hecho mil trocitos, y que él, poco a poco había ido arrancando sin yo darme cuenta.

30 de Noviembre de 2015; mi mensaje fue el último. Creo que ahí acabó "nuestra historia", si es que alguna vez existió.

Quizás dentro de unos meses, cuando se acuerde de mí y esto ya esté un poco olvidado, me hable. Como solía hacer. O quizás no volvamos a hablar nunca más.

Quién sabe.

Él solía hablar mucho del destino, decía, por ejemplo, que el día que nos reencontramos, restándole el día que nos conocimos salía nuestro número favorito (y sí, era el mismo, otra casualidad, o según él, "otra coincidencia del destino").

 Siempre una parte de mi le va a pertenecer, por que como él bien dice, si nuestros caminos se cruzaron fue por algo.

Quizás dentro de un año, cuando le vea de nuevo en la convivencia, hable con él, o quizás me limite a ignorarle. No lo sé.

Lo que sí sé con bastante certeza, es que ha sido la persona que más he querido, y no obstante, lo considero mi Primer Amor.

Pues hoy yo le digo;

Hasta siempre o hasta nunca, que decida el destino.