Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.

Pasar página, es cerrar el libro

Carta de despedida, Alex

10 de octubre

Hace unos 3 meses que perdiste el interés. Es difícil mantener en pie un edificio cuando parte de este decide derrumbarse.

Perder duele, pero duele más seguir luchando cuando ya sabes el final, y te cuestionas si abandonar ahora o esperar un poco más. Quizás quise prolongar algo que debía arrancar de raíz, pero, quizás fue porque quería que el dolor tardase un poco más en llegar, quería seguir ciega un rato más. Pero cuán difícil es hacerse la ciega teniendo la realidad ante tus ojos, cómo y de qué manera te quise (quiero creer que ya no lo hago).

11 de octubre

Hoy he borrado tu chat de whatsapp. No sé si dolía más verlo abajo abandonado, o si duele más verlo vacío ahora. Pero sé que he hecho lo correcto.

Hacía ya unos meses que me planteaba si hacer esto o seguir esperando, creo que quería mantener la esperanza aún sabiendo que quedaba poca. Me han dicho miles de veces que lo hiciese, que borrase las conversaciones y las fotos, que despegase las frases y nuestras fotos de la pared, pero se ha hecho más y más cuesta arriba según pasaba el tiempo. Ahora, 1 año y 285 días después de habernos conocido, te digo adiós con el corazón en el puño, o lo que queda de él. Sé que no va a ser fácil olvidarte del todo, de hecho, pienso que nunca te voy a olvidar, pero supongo que llegará el momento en el que recordarte dejará de doler. Supongo que será llevadero, pues de esto quería hablarte también. He conocido a alguien. No pienses que todo esto es su culpa, me hago responsable de dejarme llevar por él. Quizás era lo que estaba esperando, alguien que me hiciese el caso que creo que merezco, y que se acuerda de mí a diario y no a ratos. Alguien que me da todo lo que llevo esperando y más. Ha pasado todo muy rápido, nos conocíamos de vista del pueblo pero nunca habíamos hablado.

No quiero que te tomes a mal nada de lo que hoy escriba aquí, pero me gustaría compartir esto contigo, aunque en cierto modo sé que nunca lo leerás.

Nunca creí que hubiese alguien tan igual a mí en casi todos los sentidos, encajamos muy bien en cuanto empezamos a hablar. Compartimos opiniones, hobbies y dolor. Somos muy parecidos en muchos aspectos, y muy diferentes en otros, y me encanta.

No pienses que te escribo esto buscando una respuesta. Te escribo hoy con la intención de hacerte ver (o al menos intentarlo de nuevo) que si hubieses mirado más allá de los actos físicos podrías haber ganado mucho más, pero en fin, hay personas que no cambian nunca y cariño, creo que tú vas a ser una de ellas. Sé que quizás esto te va a doler si alguna vez llegas a leerlo, pero créeme que no será ni una vigésima parte del dolor que me has causado. Y yo pensando que era feliz por el simple hecho de saber (o creer) que estabas ahí, cuando en realidad ni estabas. Y yo pensando que esto sería eterno, que siempre esperaría por ti. Pobre ingenua, que creía todo lo que me decías y me ilusionaba con cada palabra; por suerte (o eso quiero pensar), se acabó. Hasta aquí llega nuestra corta e intensa historia inundada de distancia, nuestro pequeño libro.

Aunque cueste reconocerlo, te quiero, a pesar de todo.

Adiós, Alex.