Cartas que nunca llegarán, Alex.
No sé si este mes ha sido así de frío siempre, o soy yo, que siento más el frío de tu ausencia.
Hace ya días que no hablamos; hace ya días que te echo de menos; hace ya días que me cansé de estar siempre ahí para alguien que dudo que sepa de mi existencia; hace ya días que dejé de vivir, para sobrevivir; en este mundo de hipócritas sonrisas y falsas esperanzas. ¿Por qué siempre elegimos a las personas no indicadas?
Estoy empezando a creer en el karma. Recibes lo que das; alguien dijo una vez, "amarás a quién no te ama, por no haber amado a quién te amó", quizás fue el karma, o quizás fue una persona cualquiera, pero qué razón.
Aún, a estas alturas, me pregunto qué va a ser de mí.
No es bueno acostumbrarse a nadie, y cuán acostumbrada estaba yo a ti. Creo que sólo me queda hacerme la idea de que ya no estás; no estuviste, y no estarás.
Carlos me habla a menudo, me dice de quedar para recordarme lo guapa que estoy o lo brillantes que son mis ojos. Pobre incrédulo, no sabe que estos ojos brillan por tú ausencia, y no por su presencia. Mis amigas le dicen que me abrace cuando está sentado a mi lado; no sé cómo decirle que mi corazón aún te pertenece por mucho que duela admitirlo. Creo que si no le digo lo que realmente siento, es porque al igual que los tuyos, sus ojos son negros como un lóbrego agujero donde perderme; donde jugar a imaginar que son los tuyos y no los suyos. Creo también que es por sentir el calor de un abrazo, y de nuevo jugar a imaginarme que son tus brazos los que me rodean.
No sé, quizás es porque, aunque duela, me gusta vivir de recuerdos, de esos que corrompen, y te hacen escapar un rato de la realidad; tú recuerdo por mi realidad, es justo, ¿no crees?
Sé que algún día, tarde o temprano, acabaré olvidándote del todo, aunque no lo tengo muy claro aún. Dicen que nunca llegas a olvidar a una persona del todo, simplemente la recuerdas sin que duela; pero, ¿y si a mí me duele toda la vida?, ¿y si tu recuerdo sigue presente en mí siempre?
¿Sabes? Me hiciste daño, más del que merece mi edad. Pero eso es lo que nos hace crecer, no los años, sino los daños.
Sé que no fue tu culpa, nadie puede obligarse a sentir algo que no siente. Pero creo que si hubieras pasado por lo que yo pasé, nunca te hubieras ido.
Aunque sí reconozco que me dejé influenciar demasiado por ti; si hasta tú mismo me has dicho que me olvide de ti y me vaya con otro, que tú sólo me traerías problemas.
Pero y qué. Qué importaba si sí o si no, si al final hasta los trenes equivocados arrollan las historias correctas. No sé si esta podría haber sido una historia 'correcta', o se hubiese quedado en lo que empezó, nada.
Me duele más el saber que siempre nos quedaremos con la duda de si pudo haber pasado algo, que el saber que estamos como empezamos.
Se me acaban los argumentos por los que escribir(te), pues son ya muchos meses escribiéndote cartas de despedida, en las que siempre al final iba una coma, o como muchísimo un punto y coma.
Nunca he querido poner el punto final. Fui yo la culpable. Debí hacerte caso, a ti y a todas las personas que me decían lo mismo.
Creo que no pude hacerlo, no me hacía a la idea de un solo día sin hablar contigo, como para tener que olvidarte; pero luego está la otra cara de la moneda, quizás si pude, pero no quise. Porque quise quererte, quise hacerme daño.
Quizás es por eso que ahora me duele más tu olvido, que tu ausencia. Quizás es porque me aferré demasiado a ti, aún sabiendo que iba a acabar mal.
Este invierno no es lo mismo sin tus mensajes, (diría sin tus abrazos, pero me seguiría mintiendo a mí misma. Y creo que ahora mismo es lo que menos necesito.) sin ese "escribiendo..." que me erizaba la piel, sin oír ese tono de notificación diferente al de todos los demás.
Aún me pregunto, a estas alturas, si este mes siempre fue así de frío, o es tu ausencia, que parece que damnifica en mi, igual que la lluvia lo hace sobre la tierra, convirtiéndola en barro. Bonita metáfora; la diferencia es que la tierra se convierte en algo blando y espeso por consecuencia de la lluvia, y yo me convertí en alguien fría y rota, y el único motivo eras tú.
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Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.
Roman d'amour¿Supondrá la distancia un problema?