Cartas que nunca llegarán (6), Alex
21 de Abril
Hace un año que no nos vemos, un año de FeyeCanción, un año desde aquel último abrazo... El tiempo pasa muy rápido si lo ves a la larga, pero si echas cuentas de todos y cada uno de los días en los que hemos hablado por teléfono, por Skype o simplemente por whatsapp, ha sido un año largo.
No sé cuando volveremos a vernos, pues tú no puedes venir y a mí no me dejan viajar. He convencido a un amigo de que me acompañe cuando acabe el curso y de momento sigue en pie, pero como todo en mi vida, acabaré discutiendo con él o simplemente no se podrá venir, y de nuevo saldrá mal. Otro intento fallido de volver a verte.
Quizás debería dejar que todo pasase por sí sólo, que llegase cuando tuviese que llegar. Pero, ¿y si no llega?, ¿y si no volvemos a vernos?
Me dicen que deje que todo vaya a su tiempo, que si nos tenemos que reencontrar, tarde o temprano nos reencontraremos. Pero yo no quiero que sea tarde, quiero verte ya. Quiero abrazarte y sentir de nuevo ese nudo en el estómago y ese temblor de manos. Quiero que de nuevo me digas que mis mofletes están rojos y yo te diga que es porque estoy un poco nerviosa, y de nuevo compartir risas. Quiero, si no se puede pedir más, simplemente tenerte al lado, para poder hablar contigo, o compartir el silencio si lo prefieres. Quiero, joder, te quiero a ti. Y te quiero cerca.
No sé si hice bien al seguir apostando por ti, pues siento que todo esto no va a valer la pena dentro de unos años. Quizá sí ahora, incluso quizá dentro de 10 años siga pensando que valió la pena la espera sólo por compartir otro momento a tu lado. Pero dentro de años, muchos años, caeré en la cuenta de que perdí el tiempo. Tengo esa sensación.
Ojalá y me equivoque, ojalá mi instinto falle. Pero, ¿y si no falla? ¿Crees que debo seguir esperando, o debo rendirme? Ya ha pasado más de un año, y fácil lo que se dice fácil para mí no ha sido; hoy por hoy no me arrepiento de nada, casi. Pero es duro seguir luchando por ti, por un nosotros, contra la distancia y los comentarios ajenos.
Quiero pensar que en "poco" tiempo podremos estar juntos, pero para empezar la carrera en una universidad cercana a la tuya nos quedan mínimo 3 años. Que sí, que el año que viene nos vamos a ver de seguro en el concurso de cortos. Pero, ¿y si vuelve a pasar lo mismo que la anterior vez? ¿Y si el ansiado reencuentro se evapora en un simple abrazo?
No quiero seguir así, con algún que otro halo de esperanza. Quiero verte, tenerte a mi lado ya. Quiero sentir de nuevo esas abejas asesinas en mi estómago al verte. Quiero cruzar miradas, palabras, contigo.
Quiero, simplemente, que se rompa la distancia. Que se esfumen los kilómetros y nos fundamos en un abrazo, y que no me sueltes nunca, y vivir siempre con tus brazos de abrigo.
31 de Mayo
Hoy he ido a Albacete. Después de un año y 40 días sin vernos he conseguido romper la distancia. Pero cómo no, ha habido un problema y tampoco hemos podido vernos, no queda más remedio que seguir sumando días, sin saber cuántos faltan para verte.
Te disculpaste mil veces por no poder estar justo el día que he ido, y te dije mil veces que no tenías porqué excusarte, que no era tu culpa que el día se hubiese dado así.
Mencionaste algo de que como tú no podrías estar, yo te llevase un objeto que quisiera que tuvieses como recuerdo mío, y que se lo diese a alguna compañera tuya para que te lo diesen al día siguiente en clase.
Te escribí una carta (yo y mis puñados de letras), la guardé en una cajita, junto con un objeto que me gustaría que tuvieses. Quizás cuando lo veas pienses que es algo insignificante, pero para mí es uno de los mayores tesoros que he poseído, simplemente porque (a pesar del tiempo) aún tenía una parte de ti, el recuerdo de una semana inigualable. Te presté dicho objeto cuando aún no nos conocíamos, no habíamos hablado nunca. Algún que otro cruce de miradas, eso sí.
Quedé con Natalia y se lo di, me ayudó a elegir ropa para mí y me aseguró que ese paquetito te llegaría al día siguiente, antes de marcharse.
Sólo faltaba esperar tu reacción, tu respuesta.
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Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.
Romance¿Supondrá la distancia un problema?