Miss Cherry

El desvelo: Reflexiones, mi vida sexual entre otros

Me mantuve desvelada esa noche, porque no dejaba de pensar lo que había visto en la bola de cristal. Luego de haberle contado todo a Ruby, me animó a pensarlo como una llamada de atención, más no como algo peligroso. En el fondo, sé que mi amiga no cree en lo que yo hago; me refiero a la Wicca, pero aún así, lo practicaba conmigo cuando se lo pedía porque me quería tanto como yo a ella.

Era obvio que Isaac había sentido algún tipo de atracción por mí, así como yo también había sentido algo por él. Pensé en lo caliente y húmeda que me puse aquel día, tanto así que tuve que buscar sexo con quien se le pareciere de alguna manera, para contrarrestar ese efecto de cachondeo, pero ahora que lo pensaba tranquilamente, pudo solo haber sido el efecto de su atractivo muy masculino, y el hecho de que llevaba semana y media sin follar, pues mi estado de animo había hecho que descuidara el viejo que tenía fetiche con mis pies, y aunque no me atrajera, follar, es follar... Aunque no fuera satisfactorio.

De hecho, ahora que toco el tema, de los 7 SD que he tenido a lo largo de mi vida sólo el especial había hecho que alcance orgasmos, pero solo durante el primer año en que estuve con él... Luego de eso, nunca más supe lo que era un orgasmo. Ruby piensa que es por mi inseguridad y que no me suelto sexualmente del todo. Que me desvisto, pero que no me desnudo. Ojalá entiendas a lo que me refiero.

La cuestión es que no sabía que mierda hacer... Ya me había dado a conocer, ya había hecho un trato y pronto me iba a quedar sin fondos, porque pronto me desharía del viejo fetichista. No me apetecía para nada volver a buscar otro tipo cualquiera. Debo confesar que en el fondo, si me he sentido como te he estado narrando en esta historia, es porque sé que me estaba cansando de lo monótono de esta vida que llevo. Quería algo más, y mi neurosis histérica me lo reclamaba a gritos. Deseaba algo más estable y un poco más normal, pero me era difícil porque mi estilo de vida había establecido cosas en mi que no cambiaría fácilmente, como el hecho de que nunca vería a alguien de mi edad como un prospecto con quien estar.

Si bien es cierto que pude follarme a un tipo que por lo "común" podría haber sido mi novio, no lo veía como nada más. Lo mágico de los tipos mayores es la vivencia, el conocimiento, la experiencia. Ven la vida de otra manera, y es lo mejor de los dos mundos: Experiencia sexual y experiencia de la vida en general. Con un hombre mayor puedes tener cualquier tipo de conversación, además de poseer esa galantería a la antigua que no encuentras en los idiotas universitarios. Esos estúpidos piensan en tetas y en culos. Nada más te quieren para una noche. Ni siquiera les interesa saber quién eres tú. Me darán la razón si nos ponemos de acuerdo en que son capaces de meterte su verga sin si quiera haberte lubricado previamente... Y ni hablar de la manera olímpica en que ignoran tu clítoris. Si la forma sensual y experta en la que estos viejos me tocaban no me hacían venirme, un tipo que ignora mi clítoris tampoco iba a hacerlo.

Estoy muy consciente también en que tal vez Ruby tenga razón, y que mis orgasmos no llegan porque yo no los dejo llegar. Le prohibo a mi cuerpo darse el placer que merece, porque mi psiquis piensa que merece algo mejor, y ya Ruby me había restregado en mi cara, que Isaac, sea eso mejor que tanto quiero.

Perezosamente me levanté de mi cama y me arreglé. Me dirigí a la cocina del departamento.

—Nena, mi viejito llamó. Estaba molesto porque nos fuimos así sin más. Me va a reprender más tarde por eso — Dijo Ruby desde el mesón de la cocina mientras tomaba café. Con aspecto desaliñado y sexy. Acababa de levantarse también. —En fin, nos ha perdonado porque dice que Isaac preguntó por nosotras luego de que nos fuimos, y que dijo muy animadamente que le interesaría escuchar propuestas y debates de grupos juveniles con alguien como tú de cabecilla. Lo impresionaste, ¿no?

—Ya, ¿pero ahora qué se supone que debo hacer? La bola no me ha dicho nada...

—La bola quiere que sigas tus instintos, ¿no lo has pensado así?

—La bola no me ha mostrado nada porque no quise ver que iba a pasar, esa es la verdad. Temo meterme en graves problemas.

—Lo peor que puede pasar es que quedes expuesta como una gran zorra frente a tablones y programas de chismes... Nada más.

— ¿Nada más?— le dije en tono irónico.

—Cher, mira. Si no te quieres arriesgar, habla con SD#1. Él prometió sacarte limpia de esto. Habla con él, pregúntale cuales son sus planes para mantenerte anónima, cómo piensa protegerte y eso.

— No es que no confíe en él Rubs, el problema es que de alguna manera u otra, la gente se entera. Además es un tipo comprometido, ¿no te parece que sería desgraciada de mi parte dañar él compromiso de esa pobre mujer? Además, ahora que lo pienso, dijiste que sería él, ese "algo más" que yo busco, pero sería otro idiota más porque ¿qué hombre comprometido que sea bueno deja plantada a su futura esposa?

— Ya va, yo me refería a algo más, pero de la forma emocionante. O sea, algo que no has hecho nunca, con alguien mejor... Ahora si tú inconsciente me está confesando que a algo más tú te refieres a algo como un novio para comprometerte tú misma, pues vaya Cher, eso sí que sería un gran problema.

— Espera, no. No me refería a eso para nada. Yo...

El teléfono de Ruby sonó y lo contestó.

— ¿Hola?.... ¿Ahora mismo?... Sí, claro. Entiendo. Gracias.

— ¿Qué? — le pregunté cuando colgó.

— Mi mamá. Dice que mi hermana tuvo una recaída y la llevan nuevamente a un centro de rehabilitación. Debo ir a acompañarla. Lo siento Cher, debo ir.

— No te preocupes, de todas maneras no pensaba salir.

— Me visto y salgo, ¿ok?

— Ok, ten cuidado y saluda a tu madre de mi parte— le dije mientras volvía a mi habitación.

Una de las razones por la cuales Ruby se había decidido a ser Sugarbaby, era su familia. Su padre abandonó a su madre cuando ella y su hermana tenían 7 y 4 años respectivamente. Su madre trabajaba turnos extras para poder mantenerlas y se criaron la mayor parte del tiempo solas. Cuando Alicia, la hermana Ruby tenía unos 12 años, su familia supo que sufría de bulimia, y desde entonces prácticamente todo el dinero de su madre se ocupaba en las costosas clínicas de rehabilitación para su hermana. La mamá de Ruby, pensaba que Ruby trabajaba como modelo de ropa que se vendía por internet en otro lado del mundo, y por ello nunca veía las tales fotos. En el fondo, Ruby piensa que su mamá cree que trabaja como una prostituta cualquiera, pero nunca le cuestiona nada. Ruby ama a su madre y aprecia el esfuerzo que ha hecho por ella y su hermana, pero no puede evitar sentir cierto resentimiento hacia ella, pues se había dado cuenta de que su madre no era más que una cubridora de necesidades y nunca se había propuesto a saber quiénes eran sus hijas.

Me heché en mi cama y suspiré. Debía cobrar valor y no ser una cobarde. Si las cosas salían mal podría mudarme de lugar y empezar todo de nuevo, de todas formas, yo ya no tenía mucho que ver con mi familia y Ruby era lo único que realmente valía la pena para quedarme. Ya podría pensar luego en cómo arreglármelas si las cosas salían mal. Pensé que era mejor idear un plan para evitar el desastre, en lugar de lamentarme, asustarme y perder el tiempo pensando en lo peor.