Capítulo 18

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- No van a dejar que te quedes Laura -le explico y ella niega.

- Claro que si Fiorella -suspiro hondo.

Su terquedad me hace querer golpearla.

- Laura eres muy pequeña para quedarte, entiende por favor. - le digo exasperada.

Las personas nos miran extrañados. Ella suspira me mira y se va, entro a la habitación, hay un sillón, colocó en una esquina mis cosas y entro al baño que allí se encuentra.

Me coloco una camisa negra y salgo del baño.

Me siento como indio y tomo mis libros y comienzo a estudiar para pasar el rato.

Tomo algo de agua y sigo en lo mío, pero no puedo evitar mirar a Alesandro.

Suspiro triste y sigo.

Cuando miro el reloj veo que son la una de la mañana, así que decido dormir un poco.

[...]

Una especie de gruñido hace que despierte, cuando miro Alesandro esta despierto.

Me levanto rápido y busco mi agua me acerco y me doy un poco. El bebe y me mira con el ceño fruncido.

-Hola... -le susurro-, ¿como te sientes?

- Hola -dice extrañado-, ¿Quién eres? - lágrimas corren por mis mejillas, no me recuerda.

- Soy yo Alesandro, recuerdame soy yo- digo en un sollozo.

Él me señala el interruptor de luz, me acerco a el y la enciendo, y él sonríe, lo ayudo a sentarse bien y veo que me sigue sonriendo.

- Yo también te amo princesa- sus palabras me dejan en el sitio.

Me recuerda, estaba jugando. Lo abrazo suavemente. - Aunque sigo molesto, pero te amo.

Lo miro y me siento culpable.

-Debo avisarle a tu doctor que despertaste -digo feliz. Él asiente.

Salgo rápidamente y le digo a la enfermera de guardia y ella se va a avisarle al doctor.

Entro a la habitación y Alesandro me mira.

- ¿Cuantos días llevo aquí? -me pregunta.

- Dos -digo sonriendo.-, Laura esta aquí en Italia. - él asiente.

-Escuche todo lo que me dijeron, estaba despierto, pero no podía abrir los ojos, también paso tu amiga a verme- ¿Gina paso a ver a Alesandro?

-¿Gina? - él asiente. -¿como lo hizo?- él ríe suavemente. Yo suspiro de la felicidad.

- Tu amiga es astuta, igual que tú, entro en el cambio de turno. Habló conmigo, me contó todo lo que había pasado- yo asiento, le acaricio su rostro.

- Debes descansar- susurro y él niega con el ceño fruncido.

- He dormido demasiado, necesito hablar contigo de algo importante... - en ese momento entra el doctor y la enfermera.

- Alesandro, amigo mío ¿que tal? - lo saluda el doctor. Y me mira extrañado a mi.

- Giorgio, amigo, pues aquí aquí estoy ¿tú esposa? -le responde Alesandro.

- Esta bien, cuentame, me imagino que por como la miras ella debe ser Fiorella ¿cierto?- yo asiento.

- Amigo mío, voy a revisar tus heridas- Me mira a mi-, si eres pavorosa con la sangre es mejor que salgas- yo río y Alesandro me sonríe.

- Estudio medicina, tranquilo- le sonrío.

-Que bueno eres mi colega entonces- ríe él mientras lo revisa, la sonrisa de Alesandro es una que nunca le había visto.
Al terminar de revisarlo, salen los dos de la habitación.

- ¿Qué querías hablar conmigo?- el se rueda un poco y me da espacio para recostarme a su lado, sin hacerle daño me acerco.

- ¿Por qué me mentiste?- me pregunta besando mi frente.

- Por lo que iba a hacer, te molestaría y no dejarías que fuera.

El asiente.

- No te hubiese dejado ir, es cierto. Sé los movimientos de Mario, Fiorella tengo un conocido que trabaja para él. -susurra-, supe que algo no andaba bien en lo que te despediste de mi, tus ojos estaban rojos y tu forma de mirarme decía otra versión, un mensaje anónimo llegó a mi teléfono, diciéndome que ti estarías allí. Fui y la verdad estabas allí.

Suspiro con una lágrima bajando por mejilla.

-Lo siento- le susurro en un sollozo.

- De los errores se aprende.

Yo asiento.

- Mario me siguió, dispararon a mi auto esas dos balas me dieron, hizo que mi auto se volteará. Coloqué las manos en mi cabeza para no golpearla, me fracture la muñeca- suspiro-, Mario bajo de su auto y me torturo- me dice con voz ronca. -dijo una serie de cosas que la verdad me están torturando.

- ¿Qué te dijo?- digo preocupada.

Él suspira y me mira.

- Mi vida ¿Mario abuso de ti?- me levanto de golpe y él me mira.

- ¿Por qué te dijo eso?

- Para torturarme, quizás pensaba que te dejaría por eso y te harías más vulnerable.

Es momento de que lo sepa.

-Un día salí, ya me había graduado, Mario y yo habíamos tenido una discusión fuerte, por la creación de la banda. - él me mira atento-, iba al centro comercial, me llegaron y me drogaron. Recuerdo estar en una habitación muy oscura, y amarrada, y paso eso -digo llorando-, te doy asco ¿cierto? -digo mirándolo. Él niega, me hace una ceña para que acerque y me abraza.

-Eres la mujer mas valiente y hermosa que conozco, lo último que me darías en el mundo sería asco, si antes te amaba, ahora te amo más -le sonrío y él a mi. -, te amo más que a nada en este jodido mundo.

- ¿Me perdonas por todo?- le digo preocupada.

- No tengo nada que perdonarte mi vida.

Si la felicidad tuviera descripción gráfica para mi, sería este momento.

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Hola mi gente bella de Wattpad, aquí esta definitivamente el capítulo mas hermoso de esta novela.

Un beso.

Nuzzita

Amor Mortal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora