capitulo 17
"ojalá fueras tu, y no este insomnio, quien me acompaña esta noche"
************************Nicolás************************
Era un martes a las 4:20 de la madrugada.
El clima era lluvioso y desolado. Como si los mismos dioses estuviesen ausentes en ese momento. Porque incluso al exhalar, parecía que un sorbo de vida se esfumaba y permanecía flotando en el ambiente sobrio.
Se encontraba en el lobby de un hotel a las afueras de la ciudad de Madrid. Mirando por la enorme ventana en busca de alguien o algo, pero las únicas que parecían hacer compañía, aparte de la soledad y la luna, eran las luces de las calles.
En su mano se encontraba un vaso de whisky preparado. El cual rosaba sus labios cada par de minutos.
Alguien toca la puerta con sutileza, haciendo que en su rostro se plasme cierta satisfacción. Mientras la abre.
El nombre de ella era Sienna, su cabello era largo y rizado, rojo. Era muy delgada, su altura promediaba entre 1,70, y sus piernas eran largas y bien dotadas. Cuando es por completo humano, su tés es muy blanca, y sus ojos son grises, con un busto voluminoso, mientras que su voz es seductora. Ella tenía el poder de ver el presente de las personas al escuchar sus nombres, pero solo desde un ángulo corto y un lapso determinado.
—Buenos días primor. ¿Se te a hecho algo tarde, no crees? —dijo, mientras buscaba en sus ojos la excusa que le daría, mientras ella se untaba de aquel labial barato.
— ¿Qué no es de mala educación dejar a una invitada en la puerta?
Dio un paso hacia atrás y extendió su mano, dándole a entender que tenía la razón en ese aspecto.
Su cuerpo era humano, pero apenas cruzo el marco de la puerta, su piel se tornó verde con escamas, sus ojos parecían de cocodrilo, sus labios se volvieron carnosos y su lengua parecía la de una serpiente.
—Supongo que hoy vienes de rentar tu cuerpo, ¿o me equivoco?
—Supones bien. Me sorprende que me buscaras. —Se encontraba a media habitación cuando dio la vuelta y cargo sus brazos alrededor del cuello de Nicolás— ¿Qué es lo que necesitas? —entonces ella comenzó a besar su cuello poco a poco, pero la indiferencia de él denotaba más por la falta de interés en ella. — ¿acrobacias de placer? ¿O es acaso un orgasmo en mi lo que buscas?
Le quito los brazos de su cuello con delicadeza, se apartó de ella mientras de dirigía a colocar su vaso en la pequeña cantina que se encontraba ahí. Sin mirarla a los ojos y sirviéndose un poco más.
— ¿no tendrás algo para divertirnos?
—quizás mi voz baste.
—algo que no me haga dormir, idiota. —comenzó a buscar comodidad en la cama. —Si me das un poco de efectivo, te podría dar mi ropa, o algo más. Para que mi desvelada no sea en vano.
—Preferiría llegar a estrenar la luz del día, que desarreglar la cama con tu cuerpo— unas sonrisa torcida se plasmó en sus labios, pero ella no lo tomo a buena gana, sino más como un insulto, ante la belleza de la que tantos hombres le habían susurrado que tenía, mientras los orgasmos alquilados salían de sus labios como respuesta ante los halagos. —No es lo que haces con tu boca, lo que solicito. Déjate la ropa, no me sirve para nada el tenerla. Quiero que quede claro que no quiero hurgar en tu cintura o tener tu cuerpo de cualquier forma en la que es posible. Al menos no esta noche.
— ¿entonces porque mierda me quieres aquí?
—información
— ¿de quién? —se lamio los labios, como si estuviese todo en ellos y necesitara refrescar su mente. —dame cien para empezar, y hablamos.
Hurgo en su pantalón y se los dio como quien compra una baratija, consciente de ello.
—dilo.
—Caroline. —entonces la cabeza de Sienna comenzó a girar de arriba abajo mientras sus ojos se volvían negros por completo.
—Mmmmm...la veo. Se encuentra...recostada plácidamente...sobre una nube, sobre la ciudad que parece ser Texas, Estados Unidos.
— ¿puedes ver a alguien con ella?
—No con ella, pero si puedo ver a quien observa ella.
La sangre en Nicolás comenzó a calentarse, sus puños parecieron despertar y cerrarse. Como si es saber eso le diera fuerzas para aniquilar a alguien.
En Sienna de plasmo una sonrisa. Pero su visión termino y sus ojos volvieron a los de un cocodrilo.
— ¿Qué sucede "primor" no te gusto saber lo de tu noviecita? —entonces por fin se escapó la carcajada que estaba atorada en su garganta y en menos de una milésima él la estaba estrangulando por el cuello. Haciéndola luchar para escapar algunas palabras— n..o.....es.....a...m..i....a...qui..e.n.....quie..re.s...—luchando inútilmente para soltarse del agarre. Pataleando, intentando con frustración inútil que el más mínimo aliento cruzara por su tráquea.
Su cuerpo cayó al suelo en el último instante de vida que le quedaba consiguiendo por fin ese aire que tanto suplicaban sus pulmones. Nicolás se inclinó a su lado, para ser él ahora, el del buen humor.
— ¿sabes que te amo? ¿Verdad?
—Mi vida no vale esos malditos cien euros.
—entonces comienza a subir tu tarifa, cariño.
Ambos se pusieron de pie, pero Sienna necesito del sillón para apoyarse.
—solo una duda más, ahora que somos amigos de nuevo.
Ella le clavo la mirada con todo el odio y rencor que le pudo dedicar.
—Eso valdrá quinientos, para que mi desvelo halla valido la pena un poco.
—Dime si el sexo barato con humanos vale las baratijas que puedes comprar con ello.
—Depende de quién sea mi cliente.
Dijo mientras le volvía a coquetear con los ojos y tratando de poner sus manos de nuevo en su cuello inundado por tatuajes. Pero la empujo con brusquedad, haciendo que callera fuertemente en la cama. Tomo un abrigo que se encontraba en la sala y salió por la puerta sin dedicarle un segundo más de su tiempo. Para él habían motivos de sobra para ya no estar ahí.

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El ultimo ángel
FantasyCaroline es un ángel de alas negras. su reino a sido derrotado, ella buscara venganza junto de la mano de su propio enemigo. Con esta obra no pienso dar mas detalles. aun que sea habitual escribir en este texto las características de la misma. creo...