El ultimo ángel

suerte.

                                                                   capitulo 10

—No creí que mis asuntos fueran de interés, me disculpo si cause algún inconveniente.

—Muchacha tonta— dijo mientras se ponía de pie, sus ojos clavados en mi de los cuales casi salía fuego, su enojo era tal que se sentía como la temperatura aumentaba—nos lo han quitado todo, a los tres, TODO. —Escupió— no te sientas especial.

Le regrese la mirada al igual que me pare firmemente, no tenía el derecho de hablarme así.

—NADIE te tiene aquí, has decidido frustrarte solo.

Estábamos uno frente al otro, no note cuando llegamos a estar tan cerca, sentía su respiración, chocando contra mi rostro, el calor que emanaba de su cuerpo incluso a mí me quemaba. Me tomo fuertemente por los hombros mientras dijo duramente.

— ¿Es que eres estúpida, o te haces? Te pudieron matar en cuestión de segundos, y nadie hubiese sabido donde ni en qué momento. Pudiste haber muerto y nadie se habría enterado o pudiese haberlo evitado.

—Que ideas te huyen por la cabeza, para pensar que soy lo bastante débil para no haberme podido defender?

Parecería que de la rabia se prendería en llamas en cualquier segundo o que me aniquilaría. Sentí que estaba a un segundo de aventarme contra la pared cuando Jack irrumpió en la habitación.

—Así que aquí están los dos? En fin. Partimos en 10 minutos, estén listos.

Alex me soltó y se fue de la habitación detrás de Jack, me puse unos tenis al igual que ropa deportiva, me recogí en cabello en una coleta, saque un jugo de la nevera y fui hasta donde Jack nos esperaba.

—Muy bien chicos, como note que las peleas entre ustedes esta comenzando a ser costumbre, y lo que quiero es que esperen algo inesperado, la salida de hoy será para que compitan con alguien que pelea mejor por instinto, por favor suban a los autos y síganme.

Decidí irme con Adrián claramente porque Alex supongo aún seguía molesto por lo de esta mañana. Fuimos por las afueras de la ciudad hacia el bosque, no dije ninguna palabra, al igual que Adrián, pase todo el viaje viendo por la ventana, duramos alrededor de unos 40 minutos en llegar a un lugar de el cual no se le veía razones de vida que no fueran salvajes, aparcamos y salimos de los vehículos.

—esto no es nuevo, que, ahora luchare con una ardilla? — se me escapo una risa por el comentario de Adrián.

—Muy gracioso—repuso Jack— ven a esas 3 jaulas de halla? — apunto a un costado de el cómo a 5 metros, en los cuales se veían un león, un leopardo blanco y un tigre— Alex lucharas contra el león, Adrián, tu contra el tigre, y Caroline tu contra el leopardo. Esos tres animales tienen rabia, así que les sugiero que tengan mucho cuidado, en esta pelea si son sus vidas o las de ellos, suerte.

— ¿desde cuándo perdiste el juicio?

Hizo un gesto con la mano de despedida mientras se dirigía a el auto, presiono un botón y comenzó a escucharse  un rechinido de metales, y las jaulas comenzaron a abrirse. Los animales comenzaron a salir y cada uno parecía a quien iba, Adrián comenzó a correr en dirección oeste y rápidamente el tigre fue tras de el. Por su parte el leopardo no despegaba sus ojos de mí, reaccione y comencé a correr en dirección norte.

Corría más rápido que yo, le tomaría un par de segundos más alcanzarme, así que comencé a utilizar los arboles como escudo, pero era más ágil, como era posible que no se cansara? Llevaba el mismo ritmo que al inicio y llevábamos como 15 minutos corriendo. Logre divisar una piedra semi-puntiaguda, gire en el último momento con un árbol para que el leopardo perdiera un poco el equilibrio para tener solo un par de segundos de ventaja para tomar la piedra, cuando la tuve en mis manos y gire, tenía al leopardo enzima mío, las garras de sus patas traseras se clavaron en mis entrepiernas mientras que le sujetaba las patas delanteras, estiraba su cuello lo más posible para desgarrarme la cara con s u enorme boca. Solté su pata derecha para tomar firmemente la piedra, sentí como un líquido escurría por mi hombro y le di fuertemente a un costado de la cabeza, y se desmorono enzima mío. Me lo quite de encima mientras tomaba el suficiente aire, el animal había quedado inconsciente mas no muerto.

Recupere la suficiente energía para ponerme de pie y el animal comenzó a hacer gestos, caí en la cuenta que si no lo mataba él lo aria sin ningún problema en un momento sin que yo pudiera apelar su lado bueno. No quería hacerle una herida para que solo se desangrara, aparte de que sería una muerte lenta y dolorosa reaccionaria y podría atacarme aun así, y yo no tenía la suficiente fuerza para impedirlo, tampoco quería tirarle una piedra enorme enzima sobre su cabeza, pues no era lo suficiente sádica para ello. Creo que la mejor opción sería cortar su yugular y caminar hacia donde estaban los autos.

Después de llegar a la conclusión, me tomo 5 minutos debatiéndome conmigo misma, pensando en que era lo mejor, y que el animal ya tenía rabia y su muerte era inminente.

Al terminar camine por el que creía que era el camino que había pasado, sentí un líquido caliente escurrir por mis muslos y mi hombro nuevamente, las heridas eran profundas, estaba dejando un camino de sangre por donde había pasado y apenas en este momento lo noto.

Al llegar a donde todo había comenzado, Alex estaba recostado en el suelo, con algunas manchas de sangre, pero era obvio que no eran de él, mientras que Adrián también venia apenas caminando pero eran rasguños los que el apenas tenía. Había sido la más débil en conclusión, quizás por pensar más en el animal antes de hacerle daño o ellos eran más sádicos de lo que creía.