conciente

1.6K 43 4
                                    

capitulo 3

Todo vale la pena cuando sabes por qué y por quien lo haces.

—Jack. — dijo Alex mientras volteaba hacia la puerta al igual que Adrián y yo.

        —les dije que llegaran a ella no que la ataran en la casa, te ofrezco una disculpa —se acercó a mi mientras comenzaba a desatarme—

        —no hay problema, de igual forma no estaban muy ajustadas—

Las sogas cayeron, yo me puse de pie y estire un poco mis piernas y mis brazos, Alex se recargo en una pared—la cual me sorprende que no se allá caído por el estado general de la casa—

          —tienes que comprendernos Jack, tus ordenes siempre tienen doble vista— dijo Adrián mientras metía sus manos en los bolsillos del pantalón y hacia una sonrisa leve mientras lo miraba, Jack por su parte tenía la mirada fija sin encontrarle la gracia a el chiste, tomo la silla por la parte de atrás la giro hacia su lado y se sentó.

      —Mira nena, te explicare como están las cosas— me miró fijamente mientras yo lo mire y cruce los brazos—los dos muchachos que están a tu izquierda son dioses, al igual que tú, Alex es el dios de la muerte, Adrián el dios de la vida, tu? Eres la diosa de los cielos. Claro que hay muchos más dioses pero cada uno esta con los suyos. Yo los he juntado porque gracias a Astaroth, ustedes están solos. Quienes para su suerte me tienen a mí. Te enseñare como controlar tu magia  tienes más poder del que te imaginas, pero esto obviamente es decisión tuya. Que dices?

      —en vista de que no tengo a nadie más a mi lado, lo tomo. Gracias

       —Perfecto, es hora de irnos— se paró de su asiento y camino hacia la puerta, Alex me hiso un gesto con las manos de “adelante, las damas primero”  cruce la puerta y caminamos hasta el patio delantero donde estaban 3 autos el 1° era un mustang 2005, —al cual se subió Alex— el 2° camaro 2013 —ese era de Adrián— mientras que el 3° era un cobra del 65—el cual era más que obvio que era de Jack.

       —vamos sube—me dijo Alex mientras me abría la puerta del copiloto, después de que Adrián y Jack arrancaran primero fuimos tras de ellos.

      —tienes buen gusto en autos, tengo que aceptarlo, como lo conseguiste?

      —Jack nos dio a elegir a mí y a Adrián, perdón por ser grosero pero no he dormido en 48 horas esperándote, te esperábamos antes.

      —nunca me gusto causar inconvenientes y menos con los que no conozco, ofrezco disculpas.

      —no te hago responsable—solo una sonrisa y luego me miro fugazmente—sino a Jack por avisarnos antes.

Llegamos a un hotel muy lujoso a mi parecer, con vista al mar. Cuando estas siempre en las nubes no tienes ninguna ciudad fija para saber la hora o donde se encuentran las cosas, creo que me encontraba en Miami. Alguien me abrió la puerta, era obvio que trabajaba ahí, Adrián y Jack nos esperaban en el lobi.

       —Caroline, ustedes 3 están hospedados en el penthouse, toma esta llave es por si un día llegas antes, quiero que descanses, mañana será un día muy agotador. Pueden retirarse.

Seguí a Adrián y Alex, tomamos el elevador hasta el último piso, las puertas se abrieron y llegamos a un pasillo, caminamos todo derecho hasta llegar a las únicas puertas que había al fondo. Adrián abrió con su llave y me permitió entrar primero. El cuarto era demasiado lujoso, a la derecha estaba una barra al igual que una cocina mientras que del lado izquierdo una pantalla de 1m ½ por 2 acompañada por una sala color blanca, había alfombra blanca también mientras que al fondo toda una pared por 4 puertas de ventana las cuales abrían a una piscina pequeña que estaba en la terraza. Al terminar la cocina había una puerta, mientras que del lado de la tele al habían otras dos.

        —Ese de allá es tu cuarto—dijo Adrián señalando la puerta de al lado de la cocina. Se abre con tu llave, saque mi llave y la metí en la cerradura, al abrir el cuarto se veía muy elegante, tenía una cama kingsize enfrente, del lado izquierdo en la esquina superior el baño mientras que del lado de la puerta toda la pared era un armario, con ropa incluida al igual que una televisión pegada a la parte superior de la puerta. Por el lado derecho había solo una ventana (un poco grande a mi parecer puesto que media de ancho al menos unos 2 m por 2m)

      —No tengo…palabras…como podré pagárselos…es demasiado para mí, yo…

      —No tienes nada de qué preocuparte, mañana será un día cansado—dijo Adrián al interrumpirme— ve tu ropa, date un baño, has lo que gustes. E n la cocina hay comida por si tienes hambre, estaremos en la sala por si nos necesitas.

Ambos estaban en el marco de la puerta, se retiraron y cerré la puerta. Decidí darme un baño pues aun que me allá quitado la suciedad con el agua del lago no significa que estuviera aseada del todo. Busque entre las prendas del armario algo ligero, encontré una blusa de tirantes gruesos azul marino con el estampado de la bandera en Inglaterra y un short blanco corto, me metí a el baño y puse el agua un poco más alta de la temperatura ambiente. Después de 10 minutos bajo el agua tome una toalla y me vestí. Salí por algo de comer y vi que Adrián era el único en la habitación.

       —quieres jugar—volteo a verme rápidamente mientras volvía la mirada a la tele donde estaba conectado una Xbox.

       — tengo poco más de hambre que ganas de jugar, te parece si jugamos después de que pruebe algo.

El ultimo ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora