Vaya ironía

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 Capítulo 13

Bebe uno de su dolor, y se siente en cierto modo, embriagado. & entonces ya no es dolor, sino una nueva naturaleza.

Camine, camine y camine. Tal vez un par de cuadras, quizás unos cuantos kilómetros o un par de millas. No lo sabía y no me interesaba saber la cuenta. El rumbo no era una prioridad en estos momentos, mis pies solo seguían incluso aun que sentía que sangraban.  Mientras que tenía la mirada perdida en algún punto del camino.

Que era lo que sucedía conmigo y porque mierda no lograba reaccionar?

Una tristeza inmensa invadía mi mente, estaba bañada en agonía. Me hubiese gustado tener algún amigo a mi lado en este momento. Y si escogí salvarle la vida a un señor que había sido un ‘hijo de puta’ o mato a alguien en algún momento y estaba libre de remordimiento alguno. Qué pasaría si fuese adorado por muchos y yo fallaba? El moriría y la tristeza de aquellas otras personas sería inevitable, y en cierta forma habría sido mi culpa al permitirlo. Aunque claro, él ya estaba destinado a esto.

Me detuve en seco -por fin- mientras sentía que si mis pies tuviesen una boca, estarían gritando hasta que se les quemaran las cuerdas vocales, me senté en la acera y sostuve mi cabeza para asegurarme que no la hubiese perdido -valla ironía- parpadee un par de veces y visualice mi entorno. No sé en qué ciudad estaba, pero sin duda era enorme ya que camine durante horas puesto que ya era medio día y seguía habiendo casas.

Me quite mis zapatos los cuales evidente mente estaban sangrando-espero y sane rápido o tendré que dormir aquí- puse mi mano en un costado de mi cabeza intentando tener al menos un pensamiento fijo en mi mente -no funciono en lo más mínimo- estaba exhausta.

Mire hacia ambos extremos y no había ningún alma o algún cuerpo que presenciar. Tampoco sentía a alguien o incluso algo que me observase desde alguna ventana, así que me levante la blusa hasta mi cuello y saque mis alas. Intente ponerme de pie pero solo caí de rodillas lo cual provocó que sangraran-perfecto, este día es P.E.R.F.E.C.T.O. - una risa se escapó de mis labios ante lo estúpida que me estaba volviendo, me puse a gatas y luego algo inclinada como si fuese a correr pero no lo hice, logre que la poca altura que tenía fuese suficiente para poder levantarme al menos un metro del suelo y poder emprender el vuelo.

Extrañaba esto, sentir el viento chocar contra mi rostro, ese escalofrió que recorre hasta tu ultima extremidad como si tu cuerpo se sintiera libre, libre del mundo entero, libre de cualquier pésame, libre incluso de mi misma. Extrañaba aquella vida, aquella que no tenía complicaciones donde mi única peoría era ver el atardecer desde alguna nube, suave y lo suficiente mente resistente y tenue al mismo tiempo para que calentara mi cuerpo el cual calentaba mi piel, fría y blanca. Esos momentos en los que no le podía pedir nada más a la vida, porque de hacerlo sería un completo insulto hacia ella.

Mis heridas habían sanado, lo suficiente para al menos ponerme de pie por un par de segundos. Volé un poco más alto hasta estar en una nube lo suficientemente alejada para no morir quemada por los rayos del sol-me sentía como una vil mosca yendo hacia un plato enorme de comida, caliente y sin ser comido o siquiera probado por algún humano, sentía que la nube no merecía que la tocara con mi suciedad. Literalmente, cuanto llevaba sin un baño? Diahj, incluso yo de daría en suficiente asco si tan solo me viese en un espejo. Suerte para mí que no hay uno aquí.- así que solo me senté por un momento intentando que mis pulmones inhalaran algo de oxígeno. Desde cuando tener siento setenta años significaba envejecer en un inmortal? Quizás lo único que me hacía falta era condición, o regresar a los ensayos que Jack…Jack…MIERDA, JACK, ADRIÁN, ALEX. Que había pasado? Como me había permitido olvidarme de ellos! Y más de esta manera! Que les había sucedido? Me pregunto si habrán notado mi ausencia o también me habrán olvidado como yo a ello, y es que, soy tan despistada? En serio?

No sé en donde me encuentro  y el plantearme todas estas dudas o el preocuparme en este momento no servirá en lo absoluto. Debo tranquilizarme -mierda Caroline, enfócate, estas aquí por un motivo. Concéntrate por favor-entre más pronto descubra el motivo por el que morirá el humanos, salvarlo será mucho más sencillo. Debería estar tomando cartas en el asunto en este preciso instante.

Inhale el suficiente oxígeno para aclarar mis pensamientos y llenarme del valor suficiente para tomar la iniciativa y decidirme para moverme del posiblemente ultimo y quizás, el más cómodo sitio en el que me encontrare durante mucho tiempo.

El viento había soplado lo suficiente  para mover la nube en la que yacía, la cual me había llevado hasta lo que parecía ser un parque municipal a las afueras de la ciudad, pero aun dentro de ella. Para mi fortuna logre ver un rio -mi oportunidad-. Mire mi aspecto nuevamente  y no me tomo más de un segundo  decidirme por bajar y lavar mi cuerpo aunque solo fuese con agua.

Descendí, y con mis pies desnudos toque lo que parecía ser lodo. Lo cual me hizo caer en un dilema conmigo, no sabía si era demasiado cómodo y tomarlo como algo bueno, pues se utilizaba este método en algunos ‘spa’ o el enfadarme por no haber visto algo tan obvio y ensuciarme aún más y justo en donde tenía piel nueva. Decidí dejar eso de lado y ocultar mis alas mientras comenzaba a despojarme de todas las prendas que aún me quedaban de ropa. Las coloque a un metro de la orilla, tome mi cabello y lo eché hacia un costado mientras comenzaba a introducirme en el agua-joder, en verdad que estaba helada-. Llevaba poco más de la cintura, arrepentirme a estas alturas sería una completa estupidez. En primer lugar porque era más lo que llevaba que lo que me faltaba para mojarme completamente, y en segundo lugar porque si decidía salir ahora el aire que soplaba era suficiente como para que me diera alguna enfermedad.

Logre soportar hasta un par de centímetros por debajo de mis hombros-no es TAN malo-después de unos quince minutos ahí adentro comencé a acostumbrarme al frio y a tallar mi cuerpo. Hice una especie de concha con mis manos y me moje la cara al igual que el cabello-comenzaba a ser placentero estar ahí-.

—HEY, hermosa, necesitas algo de ayuda — dijo una voz grabe y algo profunda.

 ¿Pero qué mierda?- gire asustada ante lo obviamente inesperado y el que esa voz me sonara algo familiar, la cual se encontraba un par de metros atrás. ¿Qué hacia el aquí? esto no podía ser verdad, por favor que sea solo un muy mal sueño y que la tierra me trague, pero él ya se estaba quitando la camisa y parecía muy decidido mientras que detrás de él se encontraba un chico nuevo para mí.

—Jajajaja. ¿En verdad lo aras hermano? — dijo el chico de cabello rojo vivo con un par de ojos verdes pistache con un contorno azul rey, como no tomarle importancia a alguien semejante? Es posible? No estaba de casualidad prohibido que un par de chicos tan atractivos abusaran de ti?

— ¿te parece con soy un sujeto que bromea? —dijo mientras se sentaba en la tierra y comenzaba a desajustar las agujetas de sus tenis.

—Para ser sincero — y entonces una riza burlona se escapó de sus labios delatándolo que no era un tipo callado a final de cuentas y que en efecto pensaba eso de él.

—Sería mejor que cerraras la boca Alonso —dijo mientras lo fulminaba con su mirada.

Tenía que hacer que dejara de desvestirse o esto acabaría mal, o mejor dicho, acabaría en algo que se supone que no debería ocurrir.

—Oye, no, yo ya me iba. No te molestes. —dije mientras caminaba hacia ellos mientras ponía un brazo en mi pecho para taparme y frenar de golpe un poco después al darme cuenta que cubrir mis partes íntimas solo con las manos al salir de aquí intentando evitar algo que sería peor si seguía a este ritmo. -No sé cómo pude creer que desnudarme por completo en un lugar público era una opción viable.   

El ultimo ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora