~LHC'S POV~
En una calurosa tarde de verano un grupo de chicos rotos e incomprendidos se reúnen sacando comprensión y sonrisas en una casa a las orillas de la costa de California.
Abby había ofrecido la casa de verano de su hermano como lugar de reunión, cosa que todos agradecieron bastante.
Cameron es el primero en llegar. Divisa a Lauren y Megan a a lo lejos y les da un gran abrazo a las dos. La peliazul está algo más alegre y emocionada de lo normal, lo cual es curioso, ya que está llena de vendas y su labio está partido y algo morado, igual que su ojo, mientras que su nariz presenta un leve tono rojizo. También llega la más pequeña del grupo, Dylan, que lleva un vestido blanco y negro bastante veraniego y sus muñecas están adornadas, como siempre, de miles de pulseras.
- Deberíamos tocar. - Comenta Cam.
El timbre resuena y se oyen varios pasos y voces en el interior, al abrir se topan con Abby recogiéndose la melena en una coleta, que viste la camiseta de su equipo de fútbol y con su apellido escrito en la espalda, junto a dos tiras de tela con el mismo distintivo que la camisa cubriendo sus muñecas. Igual que la peliazul tenía algunas vendas y tiritas a juego con sus puños vendados, su otra ceja también se encontraba partida y parecía que un gato la hubiese arañado en la mejilla, ya que tenía cinco definidas líneas rojas en el rostro. Lo que les sorprendió al resto es que la persona quien la acompaña no es su hermano, sino Amelie. La pelirroja sonríe al verlos y corre a abrazarlos, sin que se note su ligera parada delante de Lauren, que claramente se queda pasmada al verla salir de la casa.
- Conque Amelie, ¿eh? - Le susurra Cameron dándole un codazo a Abby.
- Cállate o te pego. - Contesta en voz alta reprimiendo una sonrisa.
- Idiota, no te pongas agresiva, cada vez estás peor... - Ríe Dylan con una sonrisa pícara escapando de su boca.
- Eso es imposible para ella... - Dice Lauren con cierto recelo en su tono de voz.
- Hermanita, por favor... - Murmura Megan.
Todos escuchan la risa de Cameron y Amelie por detrás mientras Lauren y Abby comparten una mirada llena de odio.
En seguida llegan Nicholas y Amber que se parten de la risa al contemplar la escena, mirando a las dos chicas que están destrozadas, el resto riendo y Dylan que parece salida de una película con su mirada maliciosa pendiente de Abby.
Justo cuando están a punto de pasar dentro, un coche se detiene frente al porche de la casa. De la puerta del copiloto sale Alex, para sorpresa de todos. La chica se despide del conductor, un chico de pelo negro y lacio y ojos azules, tan claros como el hielo reflejando el cielo. Luego el coche retoma su camino y desaparece a lo lejos.
Todos se quedan mirando boquiabiertos a su amiga, con interés chispeando en sus ojos.
- ¿Qué? - Pregunta ella bruscamente. - ¿Tengo monos en la cara?
- ¿Y ese chico? - Tararea Amber alzando las cejas.
- ¿No es el de la otra vez? - Insiste Lauren.
- ¡Cierto! ¿Dave se llamaba? - Agrega Amelie.
- ¡Por el amor de Dios! - Exclama la joven de ojos azules, exasperada. - Es un amigo. Tiene carnet. Me lleva en su coche cuando lo necesito. No hay más que hablar. Punto.
- Di lo que quieras. - Dice Nicholas acoplándose a la conversación.
Todos ríen al unísono.
De repente otro coche llega a gran velocidad, con la música a todo volúmen. Kala y Brad están sentados dentro de él cantando como posesos. Llevan gafas de sol, y mueven la cabeza al ritmo de la canción.
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Lonely Hearts Club (H.C #1) // #Wattys2016
Roman pour AdolescentsEn ocasiones las personas se rompen en miles de pedazos pequeños, esparcidos por todo su ser, esto ocurre cuando alguien sufre un trauma que cambia su vida por completo y ya no es quien era antes. Este es el caso de un grupo de chicos que son metido...