Había pasado un par de semanas desde que Alex me había dicho que le gustaba.
No estábamos en una relación pero tampoco éramos solo amigos, era como un intermedio que se sentía bien ya que una relación va más allá de estar agarrados de mano y dándose besos todo el tiempo, y eso es lo que muchos no entienden, pero con este intermedio era perfecto ya que éramos amigos.
Siempre he pensado que si vas a salir con alguien debe ser tres cosas 1) Tu mejor amigo 2) Un novio 3) Tu confidente.
De alguna manera Alex personificada a esas tres personas, pero para ser honesta no quería aferrarme a él. No quería eso. Tampoco quería lastimarlo porque de alguna manera siempre termino lastimando a las personas que quiero, como si fuera una bomba y el cualquier momento explotaría y toda las personas que están a mi alrededor se verían afectaras de alguna manera.
Y a pesar de todos estos pensamientos tenía fe con él, tenía la fe como la tiene un pájaro en sus alas para poder volar.
Estaba en el parque viendo como las hojas de los árboles se ponían anaranjadas ya que se acercaba el invierno, ¿cómo algo muerto y sin vida se veía tan hermoso?
Me encontraba acurrucada en el pecho de Alex, era un lugar tan tibio, un lugar perfecto para la llegada del invierno; desde el lugar donde estaba podía ver su rostro muy de cerca, y me encanta mirarlo, me encanta mirar cada imperfección de el como si fuera una obra de arte que se mereciera mirar y aun cuando tenía una gran vista del lago del parque me lo quedaba viendo a él.
―Deberíamos hacer algo loco― me dijo mientras acariciaba mi mano con su pulgar, su toque podría derretir hasta un bloque de hielo.
― ¿Qué? ― digo observándolo
―Vamos a nadar en el lago― dice entusiasmadamente
―Es prohibido
― ¿Importa? ― dice mientras curvaba sus labios hacia arriba
―No meteremos en problemas― murmuro y me levanto de su pecho
―Si te niegas a hacer una locura, nunca tendrás un buen recuerdo― se quita sus zapatos y sus calcetines― ¿No vienes?
―No―digo con enfado y él va entrando en el lago
―Vamos el agua esta increíble― me dice y abrazo mis piernas.
No quería que pensara que era una aburrida o una aguafiestas pero no quería meterme en problemas, pero él tenía razón sobre que si no hacía algo loco nunca tendré un buen recuerdo, y mi mente solo estaba llena de recuerdo infelices, del día en que se dieron cuenta que tenía TGNE, del día en que mi madre se fue, de cómo estaba destrozado mi papá después de eso, cuando murió mi abuelo y todo esos momentos y otros siempre se hacían constantes en mi vida como si fuera un recordatorio diario de que mi vida apestaba.
Tenía que hacer algo para cambiar y debería hacerlo ahora, cuando mi vida está en su máximo apogeo, así que me quite mis botas, mis calcetines y fue caminando decidida hacia donde Alex, tenía que cambiar mi vida y si no empezaba a tomar riesgo, peligros sería igual de aburrida que siempre.
―Parece que alguien ha cambiado de idea―puedo ver hasta sus dientes por la gran sonrisa en sus labios y luego me toma de las manos y me empuja para que entre al lago, me mojo casi toda la pierna, no esta tan profunda apenas me llena a la rodilla
―Oye― le digo fingiendo enfado y empezamos a correr los dos como si fuéramos niño pequeños.
Puedo jurar que no recuerdo la última vez que me sentí tan llena de vida, como si todo los problemas se fuera, estar con él era lo más acogedor del mundo, no me sentía como si estuviera 'enferma' o si tuviera un problema después de todo, me sentía como una persona normal en su presencia.
De repente llega un hombre con traje de guardia y nos mira en el lago
―Otros bobos adolecentes enamorados en el lago― dice, Alex y yo nos detenemos― Salga ¿quieren? ― salimos rápidamente del lago con las piernas empapadas.
― ¿Estamos en problemas? ― dice Alex preocupado.
―No― dice en guardia rodando los ojos― Solo no lo vuelvan a hacer y no lo estarán― dice dando una sonrisa falsa y se va. Se nota que alguien odia su trabajo.
Nos ponemos nuestros zapatos aun cuando nuestros pies están mojados.
―Fue divertido ¿no crees? ― dice Alex dándome un empujón con su codo
―Sí, supongo― digo rodando los ojos.
―Oh vamos, no digas que no te has divertido― me mira para ver mi reacción― Nunca te había visto tan feliz ¿sabes?
―Yo tampoco― digo.
―Sí, pues debería ser más feliz más seguido.
―No puedo ser positiva con una mente negativa.
―Si puedes― dice y me toma de las manos― Hoy te veías tan hermosamente linda cuando estabas feliz, sé que puedes hacerlo.
Sigo creyendo que es curioso como una persona tiene más fe en ti que tu mismo, es como que les dé un arma a un suicida y tengas fe que no va a dispararse.
―Está bien― sonrió y no sé si esta vez es una sonrisa honesta o solo es una de esas típicas sonrisas falsas que les das a la personas para que no se preocupen.
N/A:
Pueden pasarse por mi otra historia que estoy haciendo, apenas lleva un lastimoso 1 capítulo, pero ya estoy haciendo el segundo y lo hice a traves de una experiencia personal... espero que les guste :)
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La comunicación sin palabras
Teen FictionAudrey es una chica de 16 años que le encanta mirar series, películas, y escuchar música para salir de los problemas, pero lo único que lo hace probablemente diferente a los demás es que sufre de Trastorno Generalizado No Especificado. Desde que le...