Hoy tengo que reunirme con James para seguir con las clases aparte de literatura, no he podido verlo porque estuve saliendo con Alex y decidí ir hoy a la biblioteca a reponer esas clases perdidas.
Voy de camino hacia la biblioteca, llevo todo lo necesario para reponerle, entro y lo busco con la mirada. No lo encuentro y me voy a sentar a una de las mesas que están solas pongo los libros sobre la mesa y espero hasta que por fin aparece el chico que esta cambiado todo de negro y su frase en su brazo que cada día cambia.
Sus ojos buscaban algo o me buscaban a mí hasta que su mirada choco con la mía y se le formo una sonrisa amplia. No sé por qué sonríe tanto, solo le daré una pequeña ayuda en su materia. Se sienta enfrente mío y pude notar la nueva frase que traía en su brazo 'A cada uno de nosotros la vida nos lastima. No podemos escapar de ese daño.' Esa frase sí que era muy profunda me dije para mi misma.
―Hola Audrey ― me saluda de una manera extraña tal vez debe estar enfadado por dejarlo olvidado todo esta semana. Solo se sienta y me mira ― ¿Dónde has estados todos estos días? ― me dice sin reproche
―Ocupada― digo de manera cortante
―Ya veo― dice y suelta su boba sonrisa de siempre― ¿Y qué has hecho?
―Cosas.
― ¿Qué clase de cosas?
―No son de tu incumbencia― digo pareciendo lo menos grosera posible.
―Actúas como si fueras del FBI― dice burlonamente
―Gracioso― digo de manera irónica.
―Alguien se levantó del pie derecho esta mañana.
―Creo que eres tu― digo tomando unas notas para dárselas a él, las tomas y sonríe
―Extrañe eso
― ¿Qué?
―Tu extraño, colorido e indiferente humor
― Gracias.
―De nada― dice y empieza a leer las notas mientras yo leo un libro. Creo que para ser sincera James es la única persona que me trata como un ser normal como si no fuera una 'rarita' que no puede socializar con los demás, me trata como una chica normal. No es que Alex no me trata así, pero a veces siempre tiene que mencionar ese pequeño problemita, y para ser sincera es un asco que te recuerden todo los días que no eres igual a los demás.
―Listo― escucho decir a James, mientras me pasan mis notas, no sé si estuve mucho tiempo ensoñada en mis pensamientos.
Miro la hora no había pasado ni más de 10 minutos desde que les di las notas
―He estado estudiando― dice con tono de orgullo― Ya que no venias, decidí ser mi propio tutor, y creí que sería difícil pero solo falta tener ganas de hacerlo algo
―Bien, creo que me iré entonces― digo tomando mi mochila, mis libros y voy a la salida
―No espera― dice mientras camina hacia mí y me detento― Ya que bueno terminamos temprano podíamos ir a algún lugar― se empieza a rascar la nuca
Estoy pensando la idea de rechazarlo e irme directo a casa, pero tal vez podría acompañarlo ya que lo abandone mucho tiempo sin ayudarlo en sus clases
―De acuerdo
―Excelente― dice y salimos de la biblioteca hacia su auto, entramos en él; huele como a pino o algo como naturaleza― ¿Quieres ir a McDonals? ― asiento, como si me conociera de toda la vida y supiera que ese es mi establecimiento de comida rápida favorita.
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La comunicación sin palabras
Novela JuvenilAudrey es una chica de 16 años que le encanta mirar series, películas, y escuchar música para salir de los problemas, pero lo único que lo hace probablemente diferente a los demás es que sufre de Trastorno Generalizado No Especificado. Desde que le...