Capítulo 18

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Estaba mirando por mi ventana, viendo las hojas amarillas de los arboles la cual indicaba la llegada del invierno ¿Por qué se suicidan las hojas cuando están amarillas?

Aun cuando trataba de distraerme con estos pensamientos no dejaba de pensar en lo de ayer, todo se repetía en flashes la galería de arte, lo que me había dicho James y los que más amenazaban mis pensamientos el beso de Alex.

Solo quería saber porque lo había hecho ¿Lo había hecho por puro impulso? O ¿Lo había hecho porque sentía algo por mí? Todo era tan confuso.

Lo peor de todo es que quería quedarme sola en casa con mis malditos pensamientos pero debía ir con mi psicóloga Johanna. Cuando llegue a su despacho tenía la misma sonrisa de siempre.

― ¿Qué tal la escuela?

―Un asco

― ¿Qué tal los amigos?

―También un asco

―Mejor preguntemos otra cosa, ¿qué tal el pasado?

―Era bueno

― ¿Cómo estas ahora?

―Confundida

― ¿El amor?

― Un asco, no saber si esa persona siente algo por ti o te presta atención

― ¿Cómo está tu vida?

― No lo se― respondo y después de eso solo contesto las preguntas que me hace de manera automática.

Llego a casa con mi padre y lo miro de una forma preocupada, tal vez Johanna le conto de mi cambiante actitud.

―Cariño, ¿podemos hablar? ― me dice mientras trata de cocinar algo y yo solo me siento en una silla de la mesa del comedor― Sé que has reaccionado de una mala forma sobre lo de conocer a tu madre pero ella realmente quiere verte.

― ¿Para? ― no tengo tiempo para discutir.

―Solo desea estar contigo.

―Tuvo casi 12 años para hacerlo ¿no crees?

―Lo sé, pero es complicado― dice bajando la cabeza.

― ¿Complicado? , no le veo el lado complicado en ser mi madre.

―No lo entiendes― dice dolido.

―Tienes razón, no lo entiendo― digo levantándome de la silla y yendo hasta las escaleras.

―Podrías hacerlo al menos por mi ― dice con pena. Y debo admitir que no puedo decirle que no a su petición, aun cuando me parece una mala idea.

―Está bien― tratado de sonar creíble― Lo hare por ti.

―Gracias mi cielo― dice dándome un abrazo, y aun cuando odio el contacto físico mi padre da los mejores abrazos del mundo.

Después me suelta y me voy a mi habitación dirigiéndome justo a la cama.

Generalmente cuando me deprimo me dan ganas de dormir todo el día y si duermo no pienso y si no pienso no me deprimo.


PD: Iba a dejar de escribir, pero hace unos días me llego un DM's de alguien diciendo que mis novelas de wattpad eran geniales y que porque tardaba tanto en actualizarla; y eso me ayudo a seguir con estas novelas, así que muchas gracias a esa persona

PD2: Si es muy corto el capitulo, pero créenme amaran el siguiente(?) 



La comunicación sin palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora