Era el jueves de mi segunda semana de clases; Alex estaba sentado junto a mi comiendo un sándwich de jamón que yo le había dado, decía que los sándwich que hacia mi padre era los mejores, no podía negar eso.
Me encanta estar con él, su compañía era tan grata, digo no hablamos ni nada de eso la mayor parte del tiempo estábamos en silencio pero era un silencio era tan agradable, no se sentía nada incomodo o como si necesitáramos decir algo.
Estaba viendo las nubes que se movían de forma lenta cuando él se volteo para verme.
―Deberías conocer a mis amigos― lo vuelvo a mirar como diciendo que es una idea muy tonta― deberás debes conocerlo son agradables y mueren por conocerte.
No sé qué él le habría dicho a sus amigos para creyeran que soy muy emocionante para ser conocida, mi vida era tan patética tan monótona, antes de ir al colegio solo pasaba mi tiempo en casa, leyendo libros, escuchando música, ver documentales sobre animales e historia, nada emocionante en retrospectiva.
―No sé― digo algo incomoda
―Debes conocerlos, digo eso te puede ayudar un poco a superar tu problema y ellos son grandiosos de veras― sabía que eran grandiosos; a veces él me hablaba de las cosas que él y sus amigos hacían, eran historias grandiosas, divertidas. No sabía porque el pasaba el tiempo conmigo cuando tenía amigos así, realmente yo prefiero pasar con personas con las que si me podría comunicar que una maldita chica que no puede.
―No sé― repito
―Bueno, está bien no te voy a obligar a hacer nada― me mira con una sonrisa pícara― pero si puedo ser muy obstinado deberías saberlo, no me cansare hasta que conozcas a mis amigos.
―Está bien
―De veras, en menos en que canta un gallo ya habrás conocido a mis amigos, lo juro por la garrita
― ¿Garrita?
―Si ya sabes el pulgar? ― lo miro sin entender
― Oh Dios― mi mira asombrado― ¿no sabe que es lo de garrita? ― Niego con la cabeza
―Es muy fácil― me dice en una sonrisa.
―Ven dame tu pulgar― levanto mi mano y levanto en alto el pulgar y junta su pulgar con el mío, su pulgar es mucho más largo que el mío, luego dice― ahora di conmigo 'lo juro por el pulgar'
― ¿Qué? ― digo
―Solo dilo, es divertido
―Bien...
―A la cuenta de 1, 2, 3, ¿bien? ― asiento
―1...
―2...
―3...
―Lo juro por el pulgar― decimos al unísono excepto que yo lo digo en un tono más bajo que el mientras levantamos nuestros pulgares.
―Fue divertido, no crees? ― asiento.
Después de eso tocan y vamos los dos a nuestra respectiva clase que es educación física.
Para ser sincera soy un tremendo asco andante haciendo cualquier tipo de trabajo físico, tal vez se deba a que solo pasó en casa acostada o sentada.
Damos vueltas en la cancha corriendo; no llevo ni una vuelta cuando ya empiezo a transpirar.
Alex se me acerca
―Ya pensaste en conocer a mis amigos, sabes que no me voy a detener de decírtelo hasta los conozcas
Debo admitir que es algo decidido respecto a lo que quiere, tanto que estoy a punto de decir que si pero el maestro nos ordena a hacer equipos de futbol. Obviamente soy la última que escoge. Se siente horrible ser la última en todo.
Después de jugar futbol el cual me di cuenta que también soy pésima en eso, voy a cambiarme el uniforme deportivo y ya que es la última clase del jueves voy a esperar a mi papá en la salida.
Espero un largo rato allí hasta que Alex se encuentra conmigo
―Entonces ― dice esperando que yo conteste.
― ¿Entonces? ― digo.
―Conocerás a mis amigos, por favor di que si― hace una mirada de la cual no puedo decir que no; tenia este tipo de ojos que te predisponen a hacer cualquier cosa que él quisiera.
―Ummm está bien.
― ¿Enserio? ― dice algo asombrado y asiento
―Dios eres la mejor, mañana después de la escuela, ¿bien? ― vuelvo a asentir.
Sé que debí decirle que no pero tal vez no va a ser tan malo después de todo, tal vez hasta sea agradable conocer a otras personas. Sé que eso pondría de buen humor a mi padre que yo conviva con más personas, que tenga amigos, que un día pueda ser una persona normal y que él no trate de preocuparse de mi porque no puedo ir a comprar una leche al supermercado sin sentirme aterrada con el hecho de socializar con más personas.
7w
Otro capitulo corto y aburrido lo se, pero últimamente tengo el cerebro re lento y no me deja inspirarme, en fin el otro capitulo va a ser mejor, espero.
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La comunicación sin palabras
Roman pour AdolescentsAudrey es una chica de 16 años que le encanta mirar series, películas, y escuchar música para salir de los problemas, pero lo único que lo hace probablemente diferente a los demás es que sufre de Trastorno Generalizado No Especificado. Desde que le...