Desastres (Rubelangel) Parte 3

438 53 11
                                    

A Mangel se le retorció el estómago al oír el grito ahogado de Rubius cuando abrió los ojos y pudo verse al espejo, la expresión de su rostro de no poder reconocer su cuerpo en su reflejo le dolía, observaba toda la escena sin decir palabra sentía los ojos arder pero trato de evitar que corrieran las lágrimas, observo los dedos de su amigo recorrer con sus dedos su silueta en el vidrio como tratando de asimilar su nuevo aspecto, sus dedos sin uñas le ardían pero mantenía su abrazo firme alrededor del cuerpo de Rubius manteniéndolo de pie, cargándolo prácticamente, para que su pierna rota no apoyara el peso, mientras, los ojos de Rubén no podía dejar de mirarse, entierro su rostro en la espalda de este para que no le viera tratando de ahogar los sollozos, observaba como el rostro de su Rubén se descomponía por segundos, se sentía impotente de no poder hacer nada por el de no poder evitarle aquel dolor, no podía pensar la reacción que tomaría cuándo empezará a pensar en qué le diría a sus subscriptores para explicar por que se había ausentado tanto tiempo del canal ya que desde el día del terremoto no se había acercado a YouTube más que para dejar un mensaje en twitter para mostrar su apoyo a todos los afectados e informar que estaba bien, el tampoco entraba mucho ya por que siempre le preguntaban que había pasado con Rubius a lo que solo podía responder que se encontraba bien pues la decisión de contarles o no, no le correspondía el y no vamos a negar que no agradecía que estuviese ahí con vida pudo tal vez no haberle encontrarle a tiempo, puff no quería ni pensarlo siquiera, pero aun así querría poder ahorrarle este trauma, empezó a respirar cada vez más fuerte tratando de ahogar los sollozos dándose cuenta de que su amigo le miraba desde el espejo y ¿Le sonreía?

- Joder Mangel siempre estás ahí tío, ¿Por qué mierda siempre estás ahí?-Mangel le miro con cara de no entender

-siempre estas cuando te necesito hijo de puta.

El resto del día trascurrió tranquilo, después de aquello su amigo no hablo mas en todo el día y se mantuvo pensativo aunque cada vez que veía que Mangel le veía le sonreía pero de una manera bastante triste. Llego la hora de dormir, le entrego el medicamento para el dolor para que descansara y lo ayudo a irse a acostar, estaba el agotado también, fue a la habitación que ocupaba y se recostó, aunque no lo creyese nadie esos sofás eran realmente cómodos para dormir, ni siquiera se dio cuenta cuando el sueño le gano.

-MANGEL!!!- un grito horrendo por parte de Rubius le había despertado de golpe, se levantó medio adormilado estrellándose con el umbral de la puerta antes de salir

-Me cago en to tio!- corrió a la habitación de Rubius para verlo sentado en su cama en medio de la oscuridad sujetándose la cabeza, encendió la luz observando que estaba empapado de sudor y respiraba muy agitadamente- que pasa? Ehtas bien? Solo fue una pesadilla tranquilo.

-Mangel yo creí... otro terremoto y estaba otra ves ahí abajo- extendió sus brazos como un niño pequeño y le abrazo, temblaba de pies a cabeza, al parecer el verse por primera vez había detonado todos los recuerdos.

-Tranquilo, déjame cambiahte- Iba a levantarle cuando su amigo se encogió algo avergonzado- Que pasa?

-Es que creo que yo- miro hacia abajo avergonzado y descubrió un poco las sabanas, Mangel pudo ver una enorme mancha de humedad, al parecer se había orinado por la pesadilla. Le tomo del rostro y le dio un beso en la frente, a pesar del sudor se sentía frio, lo tomo de debajo de los hombros para incorporarle y sentarle en la orilla de la cama.

-Ven te llevare a la ducha si?

-Tráeme la silla

-Yo pueho cargarte no pas...

-NO!!- inmediatamente después se sintió mal por gritarle- solo tráeme la silla

Mangel salió por ella algo dolido pero no dijo nada, Rubios no había querido gritarle pero no quería que su amigo le cargara y se ensuciara con aquel desastre suficiente hacía ya por el, sabía que debía disculparse pero por ahora lo único que quería era enjuagarse y sacarse esa peste de encima.

Desastres (rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora