Desastres (Rubelangel) Parte 10

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Narra Mangel

Desperté, me sentía pesado, muy débil y bastante confundido, entre abría los ojos por que no soportaba la iluminación de aquella habitación que a pesar de ser muy tenue me lastimaba, los parpados se pegaban a mis globos oculares. Sentía estar acostado sobre algo mullido, mi cerebro era un revoltijo no estaba seguro de donde estaba o que hacia yo ahí además de que la iluminación que se filtraba por las cortinas no me ayudaba a saber qué hora era podía estar o amaneciendo o anocheciendo. Mis ojos se cerraban solos así que me deje hundir de nuevo en el sueño.

Cuando volví a despertar la luz era más brillante todavía, tenía frio, pero ya mi mente no estaba tan revuelta como la primera vez que desperté, comencé a mirar la habitación a mi alrededor sin abandonar mi posición hasta que mis ojos chocaron con un enorme pose de Star Wars...

-Alexby...- susurre sin dejar de toser un poco después tenía la garganta completamente seca.

Ahora recordaba todo, Alex había llegado al hospital y el y Rubiuh habían peleado, él quería que me fuera pero Rubiuh no, ni yo lo quería se lo había prometido, que lo mantendría a salvo, al recordarlo enterré el rostro entre las cobijas aún más, después de eso solo recuerdo haberme hundido en una obscuridad y haber despertado tiempo después en este sitio que era más que obvio era la habitación de Alex. Sentía el estómago revuelto al recordar.

Me mire bajo las sabanas con curiosidad, aún estaba vestido solo me habían quitado los zapatos, me desabotone como pude el pantalón y me lo quite tirándolo a un costado de la cama, la boca me sabia terrible y estaba seguro que apestaría igual de mal, me rasque los antebrazos sobre la playera de franela a cuadros, sentía las cortes de mis heridas arder al desprenderse por causa del paso de mis uñas atreves de la tela y volver a sangrar. Me quede quieto un momento tratando de escuchar al exterior del lugar parecía vacío hasta que logre captar unos cuantos pasos y el sonido de un juego en la consola, mi estómago rugió pero lo ignore por completo ya olvidaba hace cuanto había comido algo además de los cigarros sin fin y agua, ignore por completo esa sensación además de que no deseaba levantarme estaba agotado y no solo físicamente mi mente no parecía desear procesar nada en ese instante solo hundirme en la mullida superficie de la cama, tape mis ojos con las almohadas tratando de evitar que la luz trasminara atreves de mis parpados e intentar volver a dormir otra vez, el cuarto se sentía caluroso pero yo moría de frio, había perdido demasiada grasa corporal tal vez.

Suspire y me quede ahí tumbado recordando la última frase de Rubihus.

"Tu eres mi amigo y no vas a dejarme cierto?, dijiste que me mantendrías a salvo..."

Apreté los dientes y los ojos tratando de detener ese dolor punzante en el pecho, me enterré los dedos en la cara. Mi mente me torturaba, viaje de ese recuerdo al de su rostro sonriéndome frente al espejo el día que se decidió por verse al fin el muñón, al de su rostro de asco al tirar la comida y las cosas para hacerme limpiar todo, del beso que me dio al sacarlo de los escombros al escupitajo...

Esos dos últimos me hicieron doblarme sobre mi estómago, dolieron, ardieron, perforaron, ese día mezclado con el alivio de haberle encontrado cuando creía que nunca iba a poder ver salir su cabeza de entre los escombros, el terror de verle fuera con la pierna molida, su rostro de alegría al verme y simplemente besarme sin más, sin escusa llevando me tan lejos de todo que por esos breves segundos me sentí la persona más fuerte e invencible del mundo, y luego... esa humillante acción, porque si, me había echo sentir humillado, inútil, sin valor, la voluntad se me había roto, la dignidad... Mi cuerpo se hundió en espasmos sin lágrimas, tal vez no tenía ya suficiente agua en mi cuerpo como para hacerlo o solo ya había derramado demasiadas en tan poco tiempo.

Desastres (rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora