Capitulo 5

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Al día siguiente, me desperté por un olorcito que hizo que mi estómago rogara por comida.

Me estiré en la cama y bostecé. Me levanté y salí descalza de la habitación.

Al pasar por delante de la habitación de Shawn, abrí un poco la puerta.

Ví que tenía la cama deshecha y él no estaba.

Bajé los escalones y crucé el salón hasta llegar a la cocina, de donde provenía el olor.

Al entrar me llevé la grata sorpresa de ver a Shawn cocinando algo sin camiseta, estaba de espaldas a mí, así que no se dió cuenta de mi presencia.

Me quedé mirando su tonificada espalda unos instantes antes de aclararme la garganta y que él se girara.

Se sonrojó al instante.

-Buenos días- le saludé y le di un beso en la mejilla.

-Buenos días- sonrió aún sonrojado- Espero que no te moleste que esté sin camiseta... la costumbre...

-Tranquilo, no pasa nada- me puse a su lado- ¿Qué cocinas? Huele genial.

-Ahh- no me dejó ver- Ven, tú siéntate- sonrió y me guió hasta la barra de desayuno donde me sentó en una de las bancas.

Me quejé mientras él reía y continuó cocinando.

Tras unos minutos mirándole tatarear una canción cogió dos platos y sirvió algo que no llegué a ver.

Caminó hasta la nevera.

-¿Zumo de naranja o de piña?- me preguntó.

-De naranja por favor.

-Bien- sacó dos zumos y los sirvió en dos vasos.

Se giró hacia mí y dejó el plato humeante y el zumo ante mí.

Bajé la vista al plato lleno de tocino, un huevo frito y patatas fritas junto al zumo.

Mi estómago rugió tan fuerte que hasta Shawn lo escuchó y reímos.

-Gracias Shawn-le sonreí.

-De nada- cogió su plato y se sentó en la banca de enfrente- Venga, pruébalo.

-Hmm- le miré- ¿No lo has envenenado verdad?- pregunté al ver como Shawn estaba atento a cada movimiento que yo hacía.

-¡No!- soltó una fuerte carcajada- Pruébalo y verás.

Cogí el tenedor y el cuchillo y me llevé un bocado a la boca.

Abrí los ojos como platos y a Shawn se le borró la sonrisa de la cara.

-¿Tan malo está?- preguntó y yo de broma asentí, pero él se lo tomó en serio- Oh... lo siento- hizo una mueca- te haré otra cosa...- se levantó y fue a cojer mi plato.

Mastiqué más rápido y tragué como pude.

-Shawn, espera...- me levanté y le quité el pato de las manos dejándolo en la barra- Era broma, ¿cómo va a estar malo?. Cocinas genial. No me hagas caso, soy muy tonta a veces.

Su expresión de angustia cambió a una traviesa.

-Shawn... que...-antes de que pudiese seguir empezó a hacerme cosquillas- ¡No, Shawn! ¡Para!- dije sin parar de reír.

Me escabullí y comencé a correr por toda la planta baja mientras Shawn venía riendo detrás de mí.

Cuando Shawn se despistó, me subí al piso de arriba donde me metí en el armario de mi habitación y me cubrí con chaquetas y camisetas.

Empecemos a cantar. 《S.M》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora