SHAWN.
- No puede ser...- dijo Rachel con lágrimas en los ojos.
Sabía que esto iba a ser un golpe muy duro para Rachel. La sonrisa risueña que siempre adornaba su cara había cambiado a una mueca de horror. Si para mí fue difícil decirlo, no me imaginaba cuan duro fue para ella escucharlo.
Estábamos todos reunidos en el salón en silencio después de que Aaliyah y yo anunciaramos la huida de Jaide. Miré a mi madre quien tenía la mirada perdida, mi padre miraba al suelo, y Aaliyah estaba pendiente de Rachel quien se cubría la cara mientras sollozaba.
Todo esto era por mi culpa y no me podía sentir más culpable.
Apreté la mandíbula intentando reprimir mi rabia, froté mis manos contra mi cara y me levanté bruscamente.
Todos me miraron extrañados. Me fui a mi antigua habitación donde me encerré y comencé a tirarlo todo.
Mi madre entró corriendo y me cogió del brazo justo cuando iba a patear el escritorio. Me giré para verla mientras jadeaba, y me abrazó.
-Shawn...- le interrumpí.
-Todo esto es culpa mía mamá- me aferré a su camiseta y apreté los ojos con fuerza- Fui un idiota con ella...- se me escapó una lágrima, la cual retiré en seguida.
-Cariño...- se separó de mí para mirarme a los ojos- No te culpes de esto...
-Mamá yo...- suspiré apartando la mirada- yo la quiero...
Mi madre no se sorprendió para nada. Ya está, lo había dicho y estaba muy seguro de eso. La quería, y tenía mucho miedo de perderle.
-Lo sé...- me miró dulcemente y acarició mi mejilla- Ve a buscarla, pero ten mucho cuidado...
Asentí y besé su mejilla.
-Voy a buscarla.
JAIDE.
Mis ojos ardían y me dolía todo el cuerpo. No podía más, necesitaba a Shawn, a mi ángel. Le estaba rogando a Dios que alguien viniese en mi busca cuando apareció Marcus por la puerta del baño.
Me miró y sonrió.
Me dio tanta grima...
-Se te pasará, bombón, no te preocupes- Odiaba que me llamara así. Se acercó a mí y en seguida retrocedí hasta que mi espalda chocó contra la pared.
Apreté los ojos con fuerza cuando su mano acarició mi mejilla y le escupí en la cara. Se quedó estático unos segundos hasta que me dio un bofetón y caí al suelo. Llevé mi mano a mi mejilla en un intento de aliviar el dolor, pero era imposible. Sollocé mientras veía a Marcus limpiarse la cara con la manga de su suéter. Se agachó hasta estar a mi altura y me cogió del pelo.
-A dormir bombón...- sonrió y me arrastró hasta mi cama donde me dejó acostada.
Apagó las luces de la que era mi habitación hasta que me fui con Shawn, y se acostó a mi lado.
Todo mi cuerpo temblaba y dolía, los sollozos eran inevitables y temía no poder superar esto nunca. Echaba tanto de menos a Shawn, daría cualquier cosa por volver con él y poder olvidar todo esto.
Marcus me abrazó por la cintura y el temblor de mi cuerpo aumentó.
De repente, alguien llamó a la puerta de bajo y mis esperanzas volvieron. Miré a Marcus y se levantó alerta mientras caminaba hacia fuera de la habitación.
En seguida me levanté de la cama y empecé a pensar una forma de escapar pero Marcus volvió muy rápido con una pistola en la mano.
Le miré asustada y comencé a patalear cuando me cogió de la cintura.
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Empecemos a cantar. 《S.M》
RandomLa música fue un refugio para Jaide Sanders cuando pensaba que todo estaba perdido. Y desde ese refugio, observó una luz que la llevaría hasta las estrellas.