Al llegar a la discoteca donde hacían la fiesta, vi que todo el mundo estaba disfrazado.
Cuando bajamos del coche de Harper, Shawn me enganchó más fuerte del brazo al ver como algunos chicos me miraban descaradamente.
Entramos al local y estaba lleno de gente, la música te ensordecía, olía a marihuana y habían demasiados borrachos.
¿Dónde coño nos había traído Harper?
-¡No te separes de mí!- me gritó Shawn sobre la música.
Asentí pegándome más a él.
Caminamos hasta la barra donde nos sentamos en unos taburetes y pedimos dos bebidas.
Harper desapareció a los diez minutos al irse para hacer de DJ.
Nos dieron las bebidas y al rato una rubia despampanante empezó a coquetear a Shawn.
Rodé los ojos y saqué el móvil para matar el tiempo.
Entré en Galería y empecé a ver fotos antiguas de Marcus y yo.
Comencé a borrarlas todas, ni siquiera sabía por qué las guardaba.
Mi madre me dijo una vez:
"Entierra los malos recuerdos y nunca les lleves flores."
Recordaba esa frase cada día.
Básicamente debía enterrar los malos recuerdos con Marcus, y nunca más volver a ellos. Pero, no podía enterrarlo si él aparecía cada dos por tres, y no poder hacer nada, me angustiaba.
¿Por qué no podía hacer nada?
Simple.
Su padre era igual o más asqueroso y jodidamente detestable que su hijo.
Y lo peor, su padre era agente de policía.
Creedme que ya había intentado denunciar a Marcus pero los policías se cubrían entre ellos y no quería pasar vergüenza y encima que me trataran de mentirosa.
Al acabar de borrarlas todas, guardé mi móvil y le di un trago a mi bebida.
Me giré hacia Shawn pero ya no estaba.
¿Dónde se había metido?
Seguro que la rubia se lo llevó al baño.
Rodé los ojos ante ese pensamiento y me acabé la bebida de una.
Me quedé sentada en la barra esperando a Shawn sobre unos diez o quince minutos, pero no había rastro ni de él, ni de Harper.
Decidí levantarme e ir a buscar a alguno de los dos, pero el que más me preocupaba era Shawn.
Harper estaría en el lugar de DJ y no debía procuparme.
Caminé entre la multitud de gente e inicié mi búsqueda.
Tras un rato sin encontrar a Shawn y agobiarme con tanta gente, decidí salir fuera del local.
Fue como salir al paraíso, podía respirar oxígeno y no humo de porros, y también podía tener mi espacio.
Miré a la gente de la fiesta que estaba por ahí fuera pero ninguna persona era Shawn.
Una chica borracha se acercó a mí y me vomitó en los tacones.
¡Joder que asco!
Saqué pañuelos de papel que guardaba en un bolsillo y me limpié como pude.
Alguien me tocó el hombro, y me giré sobresaltada.
Era la barbie con la que Shawn se había ido.
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Empecemos a cantar. 《S.M》
RandomLa música fue un refugio para Jaide Sanders cuando pensaba que todo estaba perdido. Y desde ese refugio, observó una luz que la llevaría hasta las estrellas.