Cuando llegamos a casa de Shawn, sentí una paz en mi interior indescriptible.
Bajamos todos de los coches y Shawn le pidió el coche a su padre. Su padre se negó al principio por el estado del brazo de Shawn pero este insistió con que podía conducir con una mano perfectamente. Mi madre y yo nos montamos al coche sin saber aún a dónde íbamos exactamente.
Durante el camino, Shawn se encontraba callado y relajado mientras daba golpecitos con sus dedos al volante.
-¿A dónde vamos?- Decidí preguntar.
Me miró unos segundos antes de volver la vista a la carretera y antes de contestar suspiró.
-A vuestra casa.- Me tensé al escuchar esas palabras.
¿Qué...?
-No, tranquilas- dijo rápidamente al ver nuestras caras- Sólo es para coger vuestras cosas personales, ropa y eso. También necesito coger mi coche, se quedó allí...- hizo una pausa y me sonrió mientras apoyaba su mano en mi muslo- Definitivamente vais a vivir con nosotros.
Mi madre se quejó un montón de veces porque no quería que fuéramos una molestia, sin embargo, Shawn le negaba una y otra vez que molestábamos.
Al llegar, Shawn aparcó el coche al lado del suyo ya que se quedó ahí cuando vino a buscarme.
Bajamos del coche y los agentes de policía que estaban fuera nos permitieron pasar. Subí a mi habitación y saqué rápidamente la maleta de mi armario ya que no quería pasar ni un segundo más aquí.
La abrí y la dejé encima de la cama. Quitaba toda la ropa del armario y la metía hecha una bola en la maleta. La llené y al ver que no cabía nada más llené otra maleta vaciando completamente mi armario y cajones.
Cogí más cosas como mi móvil, libros y cuando iba a bajar una maleta de encima de la cama, noté unas manos tocar mi cintura haciendo que diese un salto.
-Tranquila... Soy yo.- Me giré para ver a Shawn y me apretó contra él.- Ya no tienes nada por lo que preocuparte Jaide...
Suspiré asintiendo con la cabeza notando como mis músculos se destensaban notablemente y Shawn se acercó lentamente hasta besarme.
Empezó lento y dulce hasta que soltó un gemido cuando mordí su labio inferior y me besó con más firmeza. Le seguí con la misma intensidad, hasta que necesité respirar y lo aparté levemente empujando su pecho.
Me miró unos segundos fijamente antes de sonreír tiernamente y apartar un mechón que había caído en mi cara.
-He estado pensando...- Me dió un beso en la mejilla en la cual acababa de retirar el mechón de pelo- Y me gustas mucho Jaide...- Reí nerviosa aún sabiendo que yo sentía lo mismo.- ¿Qué?- me miró mientras se ruborizaba.
-Eres un tonto...- le di un beso- Tú también me gustas mucho Shawn...
Sonrió y me dio un leve apretón en la cintura antes de separarse.
-Venga yo te ayudo. Tu madre nos espera bajo- asentí mientras él cogía una maleta como si fuese una pluma y empezaba a salir de la habitación. Sin embargo, yo estiré tanto de la que quedaba que cayó encima de mi pie.
-¡Joder!- maldecía por lo bajo y escuché una risa a mis espaldas. Me giré cojeando y con una cara de dolor tremenda para encontrarme a Shawn destornillándose en el pasillo mientras se sujetaba de la barriga con su brazo bueno.- Oh, ¿Me has estado viendo todo el rato y no me has ayudado? Muy considerado de tu parte cabezón. Creo que los dedos del pie me han dado la vuelta y todo.
-No seas exagerada- Calmó su risa. Alcé las cejas mientras abría los ojos con cara de "la has cagado al decir eso" y dejó de reír finalmente.- Bien, bien... Te ayudo.- Se acercó mientras yo reía por su cara de cachorrillo maltratado y rodó los ojos a la vez que arrastraba la maleta hacia afuera de la habitación.- Mujeres...- Susurró.
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Empecemos a cantar. 《S.M》
RandomLa música fue un refugio para Jaide Sanders cuando pensaba que todo estaba perdido. Y desde ese refugio, observó una luz que la llevaría hasta las estrellas.