Shawn me observó durante unos instantes.
-¿Necesitas algo?- le pregunté fría.
-Jaide... perdóname, no fue mi intención dejarte sola. Me llamaron por teléfono, era importante.- se sentó a los pies de la cama y suspiró- Cuando volví a la barra no estabas. Me asusté y empecé a buscarte por todo el local, le preguntaba a gente y todo, pero cuando salí y te ví, me sentí fatal. Yo estoy intentando ayudarte.- me miró con ojos tristes. Mierda, a mi estas cosas me derriten- Cuando no te encontraba realmente me asusté pensando que igual Marcus podía haber estado en esa fiesta.- negó con la cabeza- Lo siento de nuevo- bajó la vista al suelo esperando mi respuesta.
Suspiré.
-Tienes suerte...- le dije y me miró extrañado.
-¿Qué?
-Tienes suerte de que no sea rencorosa.
Caminé hasta Shawn y lo abracé hasta que caímos a la cama.
Al principio se quedó un poco confuso pero luego me rodeó la cintura apretándome contra él.
-Siento haberte tratado tan mal Shawn, yo sé que eres muy buena persona y tienes un corazón enorme.- colocé la palma de mi mano sobre su pecho sintiendo los latidos de su corazón- No te merecías todo lo que te dije.
-No te preocupes Jaide... ¿Me perdonas?
-¿Me perdonas tú a mí?
Rió un poco.
-Claro que te perdono- me dijo y yo le dí un beso en la mejilla mientras me levantaba, pero Shawn me cogió la mano.
Me giré para verle.
-No me has perdonado- hizo cara de cachorro y reí.
-Te perdono- le revolví el pelo y él frunció el ceño- ¿Qué pasa?
-Te está sangrando un poco la mejilla- se levantó y acarició mi mejilla- Ven.
Me guió hasta el baño y hizo que me sentara en la taza del váter.
Abrió un armarito y sacó una caja de primeros auxilios.
La abrió y sacó un antiséptico y algodón.
Puso un poco en el trozo de algodón y se puso de cuclillas frente a mí.
Me la pasó por la mejilla y escocía, pero no tanto ya que la herida no era la gran cosa.
Cuando acabó tiró el trozo de algodón al váter y guardó la caja en su sitio.
Bajamos al salón donde seguían Harper y mi madre.
-Harper me lo ha contado todo- dijo mi madre nada más vernos.
Miré a Harper con el ceño fruncido pero ella nos miraba a mí y a Shawn sorprendida de vernos juntos.
-¿Cómo...?- mi madre empezó a hablar pero le interrumpí.
-Mamá, no te preocupes- miré a Shawn quien también me miraba, y sonreí- Ya está todo arreglado.
-¿En serio?- Harper se levantó sonriendo y nos abrazó a los dos- Me alegro.
Se separó y tras un rato hablando se fue a su casa.
-Me voy a mi habitación- bostecé- Buenas noches.
-Buenas noches, cariño- mi madre me dio un beso en la mejilla y subí hasta mi habitación, donde me senté a los pies de la cama.
Cogí mi móvil y miré la hora.
Las 3:00 AM.
Dejé el móvil en la mesita y lo puse a cargar.
ESTÁS LEYENDO
Empecemos a cantar. 《S.M》
RandomLa música fue un refugio para Jaide Sanders cuando pensaba que todo estaba perdido. Y desde ese refugio, observó una luz que la llevaría hasta las estrellas.