-Jaide, date prisa o llegaremos tarde- Shawn me metió prisa mientras él metía su maleta en el maletero del coche como si pesara igual que una pluma.
-Shawn, no llegamos tarde a ningún lado- gruñí intentando que mi pesada maleta se moviese aun que sea unos milímetros de su sitio. Shawn asomó la cabeza por el cristal del coche y, suspirando, se acercó hasta a mí.
-Te recuerdo que mi manager nos está esperando en casa- dijo cargando con la maleta. Lo seguí hasta que acomodó mi maleta junto a la suya y a la de mi madre y cuando cerró el maletero, me miró a través de sus Ray Ban.- Todo listo- sonrió de lado para luego depositar un casto beso en mis labios.- Nos vamos.
Tras subir mi madre, Shawn y yo al coche y despedirnos de su familia, nos dirigimos hacia la casa de Shawn de nuevo donde, como él había dicho anteriormente, nos esperaba su manager. No sabía como iba a reaccionar con lo que se me venía encima. Yo sabía que pronto Shawn tendría que marcharse y, si con tenerlo lejos unas horas ya le necesitaba, no me quería imaginar por semanas. Era complicado... como si me hubiese convertido adicta a él. En tan sólo unos meses, Shawn había despertado en mí lo que no había descubierto nadie antes, ni si quiera yo. Sabía que si él se iba, esto iba a acabar. Sabía que me iba a ir destruyendo poco a poco, hasta que no quedase nada de mí, porque yo no aguantaría.
Shawn me devolvió a la realidad cuando su mano viajó hasta mi muslo, donde la descansó haciendo leves caricias con su pulgar. Estiré mi mano tomando la suya y entrelazando nuestros dedos a la vez que fruncía el ceño. Esto no tenía por qué acabar, yo podía aguantar. Podía por él... nosotros podíamos contra esto y mucho más.
Al aparcar y subir con las maletas a casa nos encontramos al manager de Shawn, plantado en el salón con los brazos cruzados sobre su pecho. Nos saludó cordialmente a mi madre y a mí, y se sentó en el sofá para iniciar su conversación pendiente con Shawn.
Mi madre aprovechó para escabullirse diciendo que hacía falta hacer la compra, así que nos quedamos Shawn y yo con su manager.
Antes de intercambiar palabra con él, cogí mi maleta y con ayuda de Shanw la llevé a mi cuarto. Suspiré para relajarme, ya que noté cómo me empezaban a sudar las manos y cuando estuve medianamente preparada, salí al pasillo donde se escuchaban las voces del manager y Shawn, quienes tenían una conversación normal sobre qué habían hecho estas Navidades. Aproveché y me fui a la cocina para servirme un vaso de agua fresca. Me lo bebí todo de una y dejando el vaso en la pila, me giré y me encaminé hacia el salón, donde las voces de Shawn y el chico se apagaron en cuanto me vieron aparecer por la puerta.
Ambos se levantaron y Shawn me cogió la mano para presentármelo.
-Jaide, él es Andrew- Shawn sonrió soltando mi mano.
Miré a Andrew, un chico casi de la misma estatura que Shawn, con el pelo oscuro y con unas gafas que le hacían ver más profesional de lo que parecía. Me sonrió sin mostrar los dientes y me estrechó la mano.
-Encantado- le sonreí de vuelta y miró a Shawn- ¿Empezamos?
Shawn asintió y me cogió del brazo cuando vio que tenía la intención de irme. Miró a Andrew y le dijo con voz firme pero siempre consiguiendo darle un toque de dulzura:
-Quiero que ella esté presente en la conversación.
Andrew frunció el ceño en mi dirección, sin embargo, asintió para luego sentarse en el sillón que quedaba al lado del sofá.
-Empezemos, entonces.- Se subió las gafas por el puente de su nariz- Bien Shawn, como sabes las vacaciones han acabado y ya es hora de hacer un tour mundial- Tragué duro cerrando los ojos con fuerza, no quería oír esto... pero era necesario- Primero, necesitamos ver lugares, fechas, y gastos- hizo una pausa para volver a subir sus gafas, su pequeña nariz le hacía malas jugadas- Y segundo, hay que correr la voz. Lo anunciaremos por nuestras redes sociales y seguro que conseguiremos que se haga Trending Topic en poco tiempo. Las fans empezarán a decir países que quieren que visites y todo el mundo se enterará de la noticia. Igual hasta sales en portadas- se encogió de hombros.
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Empecemos a cantar. 《S.M》
RandomLa música fue un refugio para Jaide Sanders cuando pensaba que todo estaba perdido. Y desde ese refugio, observó una luz que la llevaría hasta las estrellas.