Capítulo 2

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He llegado a la conclusión de que la única solución que tengo para encontrar a Sabby es recorrer todo Majahory. Ahora estoy de camino al valle perdido, donde se encuentran los hombres lobos. Son peligrosos. Pero en el valle perdido hay una casa en la que está Marie, una gran amiga de mis padres y la única capaz de controlar a todos esos hombres lobos. Marie es, también, una adivina. Si consigo llegar a su casa podrá decirme el paradero de Sabby. Suena más fácil de lo que en realidad es. Porque si un hombre lobo te encuentra no tiene piedad.

Estoy caminando. Ya solo me queda llegar al pueblo de Solier. Cuando llegue comparé suministros y me encaminaré al valle perdido.

Ya he llegado a Solier. Estoy comprando unas cosas que me serán muy útiles en mi viaje, como agua y comida. También linternas. Voy a la herrería para que me afilen la navaja que siempre llevo conmigo.

No tengo tiempo de visitar todo el pueblo. Así que me dirijo a la salida, que da a un camino de 18 quilómetros que te conduce a la entrada del valle. Realmente es muy bonito caminar por allí, es majestuoso ver las flores y a los animales que caminan por la zona.

Pasada una media hora paro a descansar. Me siento en un lado del camino a comer un poco. Pasan unos cinco minutos y aparece un pastor con sus cabras. Se queda sorprendido de verme ahí.

-Hola, ¿qué estás haciendo aquí?- me pregunta el pastor.
-Vaya, ¿sabes qué? No te importa en absoluto.- respondo en tono tajante.
-¿Sabes tu otra cosa? No hace falta que me respondas así. A demás yo solo estaba siendo amable.
-¿Amable?, yo diría que cotilla.
-Está bien, si no quieres contestarme, no lo hagas.
-No está bien, perdona por haberte hablado así. Voy de camino hacia el valle perdido.
-¿Hacia el valle perdido?, ¿no es peligroso por lo de los hombres lobos y eso?
-Sí, pero lo tengo que hacer.
-¿Por qué?
-Bueno... Son asuntos familiares.
-Está bien. Por cierto mi nombre es Blake. Y el tuyo ¿cuál es?
-Mi nombre es Loxie.
-Esto... Loxie, si quieres puedo acompañarte, conozco el valle bastante bien.
-De verdad no hace falta, pero si te hace ilusión, a demás no me vendría mal alguien que conoce el lugar... Así que sí, puedes acompañarme Blake.

Y recojo mis cosas y empiezo a caminar con Blake y sus cabras. A los diez minutos Blake se dirige hacia una parte del sendero y me dice:

-Oye Loxie, esperate un momento que voy a dejar las cabras.
-Está bien, pero no tardes- le contesto.

Más o menos pasan seis minutos y Blake regresa sin sus cabras y cargando una pequeña mochila en la que, supogo, llevará suministros para el viaje.

Así que cuando llega hacia mí, los dos partimos hacia el valle perdido.

Las aventuras de LoxieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora