Las aventuras de Loxie

Capítulo 25

*Noche vieja ya ha llegado al planeta Majahory, y todos desean la llegada de un nuevo y mejor año*

-¡No lo puedo creer! En menos de cinco horas cambiaremos de año.- dice mi madre mientras continúa preparando las cosas para que quede todo perfecto.
-Tranquilizate querida, sólo cambiaremos de año, pero todo será igual.- le dice papá intentando que mamá se calme. Obviamente no lo consigue.
-Tengo esperanzas de que el año que está a punto de llegar sea mejor que este.
-Sí, yo también.

Es en ese momento de la conversación que decido irme a ver a Sabby y a Blake, quienes están utilizando una baraja de naipes.

-Hey, ¿que estáis haciendo?- pregunto sentándome en el suelo como ellos.
-Blake me está enseñando un truco de magia.
-¿Si?, y...¿puedo verlo?
-¡Claro que puedes!
-Vale, entonces... Loxie, coge una carta y no me la enseñes, pero que Sabby la vea.
-Vale...- cojo la carta y se la enseño a Sabby. Tengo el as de corazones.
-Bien, mete la carta entre otras cartas de la baraja. Bien ahora las barajo, y... ¿Es esta tu carta?- efectivamente esta es mi carta. Blake a sacado el as de corazones.
-¡Sí esa es mi carta!
-¿Cómo lo has hecho?- preguntamos Sabby y yo a la vez. Demasiado eufóricas como para darnos cuenta de que Blake se ríe y empieza a barajar las cartas de nuevo.
-Simplemente es magia. Si os digo como lo he hecho, ya no tiene gracia.
-Por favor- suplica Sabby.

Blake y yo reímos por su expresión. Sabby es adorable. Entonces me viene una frase que escuché hace ya tiempo, y me doy cuenta de como Blake ha hecho el truco:

-Cuanto más cerca estés, menos verás en realidad.- digo en un susurro.
-¿Has dicho algo Loxie?- me pregunta Blake.
-Creo que sé como has hecho el truco.
-A sí... ¿Y cómo lo ha hecho? Por favor dímelo- sigue suplicando Sabby.

Blake se ríe, y yo por supuesto no voy a decirle a Sabby como ha sido realizado el truco efectuado por Blake.

-Es cosa de auténtica magia.
-Oh... ¿Blake, sabes hacer más trucos?
-Sí, por supuesto.

Antes de que Blake se ponga a hacer más trucos nos miramos y me guiña un ojo en señal de "será nuestro pequeño secreto", acto al que yo respondo con una sonrisa y agachando un poco la cabeza.

Dan las nueve y media de la noche, y ya es la hora de que nos sentemos a la mesa a cenar.

Mi padre ha preparado una increíble variedad de comidas: pollo al as, tortilla de patata, embutidos, ensaladilla rusa... En fin, un buen surtido de alimentos.

Cenamos con tranquilidad y cuando acabamos mi madre y Margareth se van a la cocina a preparar las "bolsitas" (no sé como llamarlas) donde van colocadas las uvas.

Pedir un deseo por cada uva que te comes mientras suenan las doce campanadas, es nuestra tradición. Dicen que trae buena suerte hacer ese "pequeño ritual" y todavía no está demostrado que sea falso así que por si las moscas...

Llegan ya las once y media, y ya se notan todos los nervios que tenemos por cambiar de año.

Las doce menos cuarto.

Ya queda menos.

Empiezan a sonar los cuartos y nos preparamos. Estamos todos sentados en el sofá de la sala con la televisión encendida.

Empiezan las campanadas. Todos cogemos la primera uva y...

La cuenta atrás comienza. Me como una uva y pido un deseo para el próximo año con cada campanada.

Doce...

Once...

Diez...

Nueve...

Ocho...

Siete...

Seis...

Cinco...

Cuatro...

Tres...

Dos...

Uno...

¡Feliz año Nuevo!

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Nota no muy interesante

¡Feliz año Nuevo mis unicornios!

Espero que en este año os pasen cosas muy buenas y que tengáis muchos, buenos y felices momentos en los que haya mucho amor.

En serio gracias por leer la historia. Aunque me gustaría, para este año, que los lector@s fantasmas me digan si les gusta la historia y cosas así (con que voten o comenten...)

Aceptó sugerencias.

Mucha suerte para este año y que sean muy felices.

XOXO