Las aventuras de Loxie

Capítulo 20

*Un mes después de que Loxie saliera del hospital*

-Mamá, ¿donde está mi chaqueta?- pregunto a mi madre. Hoy Blake y yo iremos a dar un paseo en caballo por la zona. Es la primera vez en un mes que salgo a dar una vuelta a caballo y estoy muy emocionada
-En el armario, Loxie- me responde desde su habitación.
-Ya la he encontrado.
-¡Loxie!-Sabby aparece de la nada y me abraza por la cintura- ten cuidado.
-¡Lo tendré!

Pican al timbre en ese momento me siento más nerviosa.

-Hola señor Ashton. ¿Cómo está?- es Blake, sin duda.
-Muy bien, pero no hace falta que me llames señor, con Ashton bastará.-contesta mi padre con alegría en su voz.

Antes de la desaparición de Sabby, mi padre era la persona más feliz que jamás habría conocido. De él Sabby heredó la felicidad y la positividad.

-¡Hola Blake!
-¡Hola Loxie! Jax te está esperando- me informa.

Salimos de mi casa y lo primero que me encuentro es a Sia y a Jax.

-Hola Jax- le digo mientras me acerco y lo acaricio.

Me monto en Jax cuando Blake ya se ha montado en Sia.

Cabalgamos durante horas hasta llegar a un hermoso acantilado. Bajo de Jax y me acerco al borde corriendo. Soy seguida por Blake. Nos sentamos en unas piedras a contemplar el paisaje. Jax y Sia están por ahí, pastando.

Hablamos durante horas y comemos. Me dice que sus abuelos están empeñados en que vuelva a visitarlos, ya que soy la única amiga de Blake. Así que le prometo que iré a visitarlos lo antes posible.

Nos marchamos del acantilado antes de que oscurezca. De camino a mi casa Blake y yo hacemos una pequeña carrera, en la que él me gana.

-¡Gané! Vaya si que eres mala cabalgando.- se burla.
-No soy mala, sólo estoy desentrenada. A demás Jax se ha esforzado al máximo, así que estoy orgullosa de él.-me defiendo.
-Lo sé, sólo bromeaba.-y ríe. Río yo también. Su alegría es contagiosa.

Llegamos a mi casa. Nos despedimos. Y me voy a duchar y a vestirme con algo más cómodo.

Me dirijo al comedor a cenar, y después de esto, a mi habitación compartida con Sabby. Ella ya está dormida en su cama. Parece descansar con mucha paz. Verla me recuerda a cuando éramos pequeñas.

Me acuesto y me duermo realmente rápido, ya que ha sido un día muy largo y lleno de emociones positivas que me han recordado que es la felicidad.