Ya es de día. Hace mucho sol y demasiada calor. Estiro mis brazos mientras bostezo. Giro mi cabeza y veo a Blake todavía dormido. Pienso en despertarle para poder continuar con nuestro camino hacia Plung. Se me ocurren varias maneras de hacerlo, de despertarlo, pero ya que estamos en una playa, ¿por qué no mojarle con agua fría y que se active de buena mañana?
Eso es lo que hago. Cojo una cantimplora vacía que llevo en la mochila y la lleno de fría y salada agua marina. Ya sé que soy muy cruel, pero es algo que siempre he querido hacer.
Me acerco a Blake sigilosamente y le vierto la cantimplora con agua de la playa encima.
-¡Ah!, ¿pero que demonios...?- chilla Blake como si estuviera poseído.
-Perdona Blake, sólo quería que te despertarás.-me excuso.
-¿Pero cómo? ¿Provocandome una neumonía?- se nota que está molesto.
-Bueno... Perdoname. -le pido disculpas por que lo que he hecho no ha estado nada bien.
-Nada, tranquila. Tengo muy mal carácter al despertarme. Aún así no deberías haberme despertado de está manera. -dice, un puchero gracioso se asoma en su rostro. Me río. - ¿de verdad te hago gracia?
-Bueno... Sólo un poco.Preparo alguna cosa para desayunar. Tengo un hambre voraz. A la media hora, más o menos, Blake y yo nos ponemos en camino en dirección a Plung.
-Oye, ¿no deberíamos ir en busca de los caballos?
-Creo que sí que deberíamos ir en busca de Jax y Sia.Cambiamos nuestro rumbo y nos dirigimos a la hermosa cala donde dejamos a Jax y a Sia. Corremos durante horas. Llegamos a la cala y nos los encontramos ahí. Todavía atados. En la parte donde los dejamos había un pequeño prado con hierba para que pudiesen comer. Y es lo que hacen. Pastar.
Nos acercamos y los desatamos. Montamos en ellos y ¡a cabalgar!
Me gusta cabalgar. Siento el viento rozar mi cara y eso es realmente relajante.
Llegamos al anochecer a Plung. Claro está que antes de llegar páramos a descansar y a tomar algo. Como no hacía mucha calor por el camino todo fue más rápido.
Me fijo mejor en el pueblo. Es como si todo hubiese sido devastado. Recuerdo que cuando iba a la escuela estudiamos la historia de Plung, un pequeño pueblo costero donde la poca población humana que había convivía a la perfección con los unicornios que habitaban. Pero ahora todo está hecho una porquería. Me fijo mejor y veo las puertas y ventanas de más casas cerradas con mucho empeño. También veo cuerpos tendidos en el suelo, inmóviles.
Blake y yo nos paramos delante de una casa pequeña con un cartel en la puerta que pone: "Lindsay, la adivina que verá tu futuro". Leo el cartel y decidimos entrar.
Pero antes de que nos dé tiempo de abrir la puerta, se abre y aparece una niña rubia de ojos azules. Es preciosa, mas no tiene que tener más de 8 años.
-Pasad os estábamos esperando.- dice y vuelve a entrar dejando la puerta entreabierta para que Blake y yo entremos.
Atamos a Jax y a Sia en un poste de madera y entramos en casa.
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Las aventuras de Loxie
FantastikLoxie perdió a su hermana pequeña, y hará todo lo posible por encontrarla: se irá por todo Majahory en su busca. Durante el camino conocerá a Blake, su fiel acompañante que la ayudará en su camino. Loxie y su fiel acompañante Blake estarán destinado...