Once.

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-¿¡Alisson!? ¿¡Qué estás haciendo!?

Diego estaba rojo a más no poder. Ella lo había besado, pero realmente ella no estaba consciente de lo que había hecho.

-Pues te... ¿Te besé?

-Pff, no, para nada... En serio Alisson, no sé cuánto podrás resistir en ese estado. ¿Vamos?

-Bu-bueno pero... Pero yo no me quiero ir -dijo haciendo un puchero tal como si fuera una niña pequeña. A  Diego le hacía algo de gracia.

-Lo siento, aunque no quieras irte, nos vamos de igual forma.

Entonces la agarró de la mano, llamó a un taxi y se fueron a la casa de Diego.

-Bueno, llegamos... ¿Alisson?

Ella estaba apoyada en la ventana dormida. Él no quería despertarla, pero no había más remedio que hacer eso.

-Ali... Alisson... -dijo él en tono de susurro y moviendo su brazo.

-¿Eh? ¿Llegamos?

-Sí, baja por favor.

-Oki doki.

Al parecer, Alisson se ponía un poco infantil al beber alcohol.

Como la mayoría del tiempo, no había nadie en casa de Diego, así que solo entraron a la enorme casa.

-¿Me puedes pasar tu móvil?

-Con... ¡Con gusto, Dieguito!

-¿Cómo que Dieguito? Me llamo Diego.

-Entonces ahora eres Dieguito, mi querido Dieguito...

Él marcó el numero de la mamá de Alisson. Le dijo que habían ido a su casa y que Ali se sentía mal como para ir de vuelta a su casa así que se iba a quedar a dormir. Ella sólo aceptó, algo preocupada.

-Bueno Alisson, te acompaño a mi habitación para que duermas.

-¿Vamos a dormir juntos?

-No, yo voy a dormir en la habitación de mis padres.

-Yo quería que durmieramos juntos... -dijo poniendo cara triste.

-Bueno, no se va a poder.

Ella, resignada, se negó a moverse, por lo que Diego la tomó en sus brazos y la cargó a su habitación. Ella sonrió por el contacto.

-Buenas noches Alisson, duerme bien.

-Buenas noches, querido Dieguito. -el susodicho soltó un suspiro.

-Me llamo Diego. D-I-E-G-O

-Y yo te te digo Dieguito. ¿Y qué?

-Agh, olvídalo...

Él se estaba retirando cuando ella toma su mano, lo da vuelta y le da otro beso, causando otro sonrojo más en Diego.

-Adiós. -luego de despedirse, cerró la puerta de golpe, haciendo que Alisson se fuera a acostar sin más y algo decepcionada.

Ese chico del skate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora